DANIEL

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Después de pasar toda la tarde entrenando y luego, a ver estado con Lucía tirados en su cama sin hacer nada, he vuelto a mi casa a prepararme ya que hoy mis padres tienen una cena importante de trabajo a la que vamos a asistir toda la familia. Mi madre está bastante nerviosa ya que se supone que la cena es de etiqueta y no sabe si su look será adecuado, mi padre esta igual ya que no sabe si daremos una buena apariencia y podrá salir a cabo su proyecto.
La verdad es que yo los veo bien, como los voy a ver, son mis padres. Mi hermano mayor nos ha preparado a mi gemelo Jesús y a mi unos trajes de cuando tenía nuestra edad, la verdad es que no somos de llevar traje siempre que hemos ido a una cena llevamos un pantalón chino como mucho y una camisa, pero siempre en deportivas, pero esta cena, es diferente.

-Juan Carlos ¿cómo estoy? - pregunta mi madre a mi padre mientras se mira en el espejo de la entrada.
-Eva, ya te lo he dicho, estas perfecta, guapísima - le dice mi padre acercándose a ella por detrás - tranquilízate.

Eso mismo tendría que hacer él, que está temblando. Una vez todos vestidos y listos para irnos, nos montamos en el coche y vamos hasta el restaurante al que nos han invitado a cenar. Nunca había venido a un sitio así, es demasiado, no sé, caro.

-Qué me estás contando - dice mi hermano al ver que hay un hombre en la puerta para aparcarnos el coche.

Nos bajamos y otro hombre nos conduce hasta una entrada en la cual dejamos las chaquetas, luego entramos a una gran recepción en la que hay bastante gente. Nada más vernos una pareja se acerca a nosotros y empiezan a hablar con nuestros padres, la verdad son muy simpáticos, esos sí, deben estar forrados, aunque eso es algo subjetivo.
A los minutos la mujer se gira hacia atrás y dice que la acompañemos que nos van a presentar a sus dos hijos. Es entonces, cuando clavo mi vista en una chica, tendrá mi edad más o menos, es bajita, aunque lleva unos tacones pequeños y lleva un vestido negro de manga larga que le llega por la mitad del muslo, estoy alucinando.
Nada más llegar mi madre es la primera que se presenta, luego vamos los demás. Estoy nervioso, me he puesto rojo cuando le he tenido que dar dos besos. No me estoy enterando de nada de la conversación que están teniendo nuestros padres, solo sé que se llama Victoria.
Se disculpa cogiendo a su hermano del brazo y se retiran un momento.

-Daniel estás muy callado - me dice mi gemelo Jesús - son majos ¿verdad? - me pregunta refiriéndose a los hermanos.

-Sí, sí - asiento mirándolos a lo lejos - sí que lo son.

Se acercan y de nuevo a nosotros y ahora estamos solo los cuatro, nuestros padres están hablando con unas parejas en la otra esquina de esta inmensa sala.

-Jesús y Daniel ¿no? - nos dice el hermano - no sois de aquí ¿verdad?

-Qué va, somos de Sevilla - habla mi gemelo - nos vinimos aquí cuando teníamos diez años más o menos, ya sabéis por temas de trabajo.

-Sevilla es preciosa - le contesta el hermano de Victoria, no se cual es su nombre, no puede ser que no me haya enterado - nosotros vamos todos los años, ¿verdad Victoria? - mira a su hermana, que esta se queda unos segundos en blanco pero termina hablando.

-Sí, solemos ir en verano a pasar unos días, nuestros abuelos maternos son de allí - dice sonriendo.

-¡Qué bien! ¿Son de Sevilla centro? - pregunta mi hermano.

Empiezan a hablar de Sevilla y la verdad no sé de qué más porque no me estoy enterando de nada, y no se como Victoria y yo nos hemos ido perdiendo entre la gente y estamos en medio de la sala, la verdad es que hay un silencio que se está convirtiendo bastante incómodo por lo que saco un tema de conversación rápido.

-¿Vas a primero o segundo de bachillerato? - le pregunto y me mira extrañada - lo digo por tus ojeras,mira las mias, duermo dos horas al día.

Me he puesto nervioso y tengo la sensación de que estoy colorado como un tomate pero intento aparentar que todo va bien.

-Estoy en primero y sí, la verdad es que no duermo mucho, no quiero ni pensar cómo será segundo - me contesta con una sonrisa.

Le pregunto a qué instituto va y viceversa y nos sumergimos en ese tema en el cual me encuentro muy agusto hablando. A la hora más o menos entramos en el salón y para mi sorpresa me ha tocado sentarme enfrente de ella.
Los camareros empiezan a traer los entrantes, y mi hermano y yo que somos muy dados a comer buenamente nos miramos con una sonrisa, vamos a dejar reluciendo el plato. Después de los entrantes nos traen el primer plato que para mi gusto es lo mejor que he comido en toda mi vida, la verdad es que estoy saboreando como nunca. Victoria me mira divertida y se ríe del ansia con el que estoy comiendo por lo que me modero un poco.

-Victoria hija, mira lo que me está diciendo Juan Carlos - la llama su padre y esta se gira hacia ellos.
-Le estoy diciendo a tu padre que sería genial abrir una tienda en Inglaterra, seguro que allí una iría genial - dice mi padre y Victoria sonríe y asiente.
-Sí, eso mismo pienso yo, es más, el año que viene acabo ya el instituto y si ellos abrieran la tienda allí y si la universidad me diese una plaza allí, aunque todo esto suene muy utópico me gustaría irme allí y ser la directora de la tienda - dice animada.
-Ves Pedro, haz caso a tu hija - le dice mi padre riendo.

Mi padre y Victoria empiezan una conversación interminable de las ventajas que tendría ampliar la marca hacia el extranjero, yo he decidido no intervenir en la conversación pero la sigo mientras disfruto de los manjares que me están dando.

Todo es por ti. [gemeliers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora