Desde que Victoria ha encontrado el local para ampliarse y sus padres lo han comprado, esta acelerada, va de un lado para otro, con bocetos para allá y para acá, esta tan feliz, que hace que los que estamos a su alrededor también lo estemos, aunque sea solo de verla.
Finalmente han acordado venir en unas semanas ya con toda la idea de la tienda formada y empezar a amueblarla y quién sabe, si todo va bien abrirla de cara al mundo.
Hemos pasado todo el resto del viaje pateando Londres de arriba a abajo, estoy feliz, Lucía parece que ha enterrado el hacha de guerra que tenía hacia Victoria y esta parece que cada dia simpatiza más con la primera, aunque creo que solo es por cumplir, pero le agradezco que haya hecho esto.
Llegamos de Londres hace unos días, y a los dos días de llegar nos fuimos a la casa de campo de la familia de Victoria, conocimos a toda ella y estamos pasando unos días sin hacer absolutamente nada, por suerte, Juan no ha venido, Lucía tampoco.-Buenos días - Victoria se acaba de levantar.
La casa es grande, tendrá habitaciones suficientes para que cada dos o tres personas duermen en una habitación, pero nosotros decidimos dormir todos juntos también con las primas de Victoria. Así que en cuatro camas nos hemos dormido seis personas, nada mal. Estoy en una esquina, a mi lado esta Victoria y a su lado su prima Vanesa, esta última se ha pasado toda la noche moviéndose y molestando, por lo que Victoria cada vez se pegaba más a mi, y bueno, a buen entendedor pocas palabras bastan.
-Hola - la saludo haciendo como si me acabase de despertar - ¿cómo has dormido?
-Bueno, evitando que mi prima me ha hecho mil moratones bien, ¿tú?Cómo nadie más parece despertarse decidimos ir abajo a desayunar, nada más notar que no estamos en la cama Vanesa se ha estirado en ella cual estrella de mar.
-Que raro - dice Victoria al ver que no hay nadie despierto - si son las nueve de la mañana ya.
-¿Desayunamos? - pregunto y asiente, vamos hasta la cocina y nos hacemos unas tostadas acompañadas de un zumo de naranja recién exprimido, las naranjas las cogimos ayer de los naranjos que tienen en el jardín.
-¿Sabes montar en bici? - me pregunta Victoria, asiento y sonríe - cuando termines sube y ponte el bañador, voy a llevarte al río.Así lo hacemos, nada más terminar de desayunar recogemos y tras ponernos los bañadores bajamos a la cochera donde hay unas cuantas bicicletas, ella coge una amarilla y a mi me da una azul, lleva grabado el nombre de Mateo, la suya obviamente el de Victoria. Tardamos unos veinte minutos en el camino los cuales disfruto mucho.
-Venga - dice cuando llegamos - al lío.
Se quita la ropa y no puedo evitar quedarme unos segundos parado mirándola, aunque finalmente me meto con ella en el río, y allí estamos hasta la hora de comer.
Esta se convirtió en nuestra rutina diaria durante esas dos semanas, nos levantábamos, desayunábamos y nos íbamos al río, a la hora de comer volvíamos y pasábamos la primera parte de la tarde en el salón diseñando la tienda de Londres y la segunda parte en la piscina ya fuese bañándose o tomando el sol, luego cenábamos todos juntos y ya íbamos a la cama.
Lo bueno de este viaje ha sido, que como la casa, bueno, casoplón está en medio de la nada no hay internet, directamente no hay cobertura, por lo que hemos aprovechado el viaje para descansar y disfrutar del verano, el cual acaba de empezar.
Al pasar tanto tiempo con Victoria me empecé a desilusionar sabiendo que cuando volviésemos a Madrid centro todo cambiaría, no podría pasar tanto tiempo con ella nunca más. Y así fue, cuando llegamos estuvimos unos días allí tranquilamente como siempre, pero la normalidad duró poco cuando un lunes Victoria cogió un vuelo junto a sus padres, los míos y Juan, al lunes siguiente, los padres de ambos volvieron menos Juan y ella que se habían instalado en el piso que tenía el local. Yo por el contrario me fui a Sevilla a disfrutar de mi familia, y así fue como pasamos la primera parte del verano sin vernos.
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Todo es por ti. [gemeliers]
Fanfiction-¿Eres feliz? - me pregunta Daniel. Su pregunta me pilla desprevenida, no me lo había preguntado hace años. Recuerdo aquella adolescente insegura de sí misma, que no era feliz, hasta que apareció Daniel, cambió todo en mi, fue él quien me hizo feli...