DANIEL

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-Quien iba a decir esto, es que es una locura - habla mi padre con una sonrisa - los dos saliendo con los otros dos hermanos.

Victoria me mira riéndose y yo vuelvo a pedirle a mi padre que no repita más está extraña casualidad.

-Juan Carlos - le mira mi madre y este asiente - chicos que hemos pensado, que como esta tarde llega Melisa y Carlos, os dejamos nuestra casa para vosotros.
-Si, ya tenemos preparada su habitación - habla Matilde.
-¡Perfecto! - dice Mateo animado.

Victoria me mira y alza las cejas ladeando una sonrisa, quiero besarla.

-Los chicos llegan a las seis - dice Victoria levantándose - así que voy a echarme la siesta hasta que lleguen.
-Yo también - digo levantandome.
-Claro, que casualidad de nuevo - habla mi padre.
-¡Carlos ya está bien! - le dice mi madre y él solo se ríe con Pedro.

Ruedo los ojos y entro a la casa con Victoria. Subimos a su habitación y nada más cerrar la puerta la beso. Me responde el beso y cogiéndola por las piernas la coloco en mi cintura apoyándola en la pared. Joder, había pensando tantas veces en cómo sería besarla y ahora que por fin lo he echo no puedo parar de hacerlo, lo necesito todo el rato. Me comienza a desabotonar la camisa y nos vamos a la cama, se sienta encima mío y al notar como me encuentro suelta una leve carcajada y me vuelve a besar.

-Están todos abajo - dice quitándose de encima mío y sentándose al lado.

La miro y no puedo parar de sonreír, que feliz soy ahora mismo.

-Ay ya para - dice tumbándose junto a mi - es que odio cuando me miras todo el rato te lo prometo.
-Eres preciosa - digo dándole un beso en la frente.

Me da un leve puñetazo y me empieza a contar todos los planes que tiene para esta semana en la que sus mejores amigos van a estar aquí hasta que se queda dormida y yo junto a ella.

-¡Melisa! - chilla Victoria cuando ve a su amiga venir con una maleta más grande que ella.

Ambas corren y se tiran encima una de la otra casi acabando en el suelo si no fuese por Carlos que ha corrido para cogerlas.

-¡Ya era hora eh! - dice cuando llega a mi - joder, pensaba que no se lo ibas a decir nunca.
-Me ha costado, me ha costado - me río y le doy un abrazo.

Carlos me saluda y después vamos los cuatro hacia mi casa, donde ya están mi hermano y Mateo.

-¡Es que no me jodas! Mateo y tu hermano - empieza a decir Melisa, miro a Victoria y se ríe, ambos sabemos que van a volver a sacar el tema de la casualidad - y vosotros dos juntos ¡es que es flipante!
-Si es una casualidad - digo riéndome.
-¡Si, es el destino! - dice Melisa con toda la ilusión del mundo.

Victoria niega con la cabeza y se empieza a reír, se coloca en medio de ellos y los abraza.

-¡Que ilusión que estéis aquí ya! - sonríe.
-En un mes segundo de bachillerato - dice Carlos y Victoria le da un puñetazo.
-Eres un aguafiestas y lo sabes - le reprocha.

Pasamos todo el camino, que es bastante largo discutiendo sobre cómo será el nuevo curso que vamos a comenzar y que según todo el mundo va a acabar con toda nuestra vida social.
Mis amigos vienen a casa y tras las presentaciones salimos a comprar carne para hacer una barbacoa y cenamos todos juntos en el jardín.

-Vale en media hora todos listos - habla mi hermano.

Álvaro y Carlos suben a cambiarse de ropa y mientras las chicas se maquillan unas a otras.

-Oye, echarme un poco de base - dice Mateo - porque tengo la cara en la mierda - dice sentándose junto a ellas.

No es la primera vez que lo hace, a Mateo le gusta el maquillaje y aunque mi primera impresión fue el típico chico que está con una chica un día con otra otro cada vez que lo conocía un poco más me atraía su personalidad, es una persona única, le da igual lo que piensen de él, habla abiertamente de su orientación sexual y de que le gusta el maquillaje, que es algo que se ha visto como de chicas pero que por qué un tío no puede llevar maquillaje, él me ha abierto tanto la mente, es maravilloso y me alegro tanto de que esté con mi hermano.

-Pues ya que estamos me podéis quitar estos granos - se señala mi hermano la frente.

Victoria asiente y empieza primero con su hermano y luego con Jesús.

-¿Quieres tú también? - me pregunta y me encojo de hombros - déjame pintarte las cejas.

Asiento con una sonrisa y se sienta encima mío con un lápiz negro y empieza a pintarlas.

-Perfecto - sonríe dándome un leve beso y levantándose - ¿vamos a cambiarnos? - pregunta a las chicas.

Los chicos salen al jardín y ellas entran.

-Joder que guapo estas - le dice Carlos a Mateo.
-Gracias Carlos, al final voy a pensar que de verdad te gusto eh - sonríe Mateo dándole un empujón.

Mi hermano, Mateo y yo vamos a cambiarnos y al bajar ya estamos todos listos por lo que ponemos camino a la discoteca.

-¿Donde has tenido ese vestido todo este tiempo? - le susurro a Victoria.

Ambos vamos de la mano detrás de todos. Me sonríe y me da una palmadita en el pecho.

-Que bueno estás coño - dice haciéndome reír.

Llegamos a la discoteca y comenzamos la jornada como siempre, ronda de chupitos, después las chicas dicen que van a dar una putivuelta, término que me ha explicado Victoria que dicen las chicas de Super Shore cuando van a ver qué ambiente hay en la discoteca.

-Bueno, comienza la operación conquista de Elena - habla Álvaro.

Álvaro y Elena llevan tonteando desde el verano pasado y aunque ninguno de el primer paso todos sabemos que van a acabar juntos.

-Cuando vengan os lleváis a las chicas así de repente y me podré quedar solo con ella - dice y todos asentimos - pues venga que empiece la noche - alza su cubata con una sonrisa y todos le imitamos.

Las chicas vuelven y Álvaro nos lanza a todos una mirada para que procedamos a su plan.

-Ven - digo cogiendo de la mano a Victoria - Mel tu también.

Me llevo a la dos de la pista y vamos hasta unos sofás que hay libres en el piso superior.

-¿Para que venimos aquí? - dice Melisa extrañada - ¿queréis hacer un trío conmigo?
-¡Melisa! - empieza a reírse Victoria.
-A ver es que Álvaro se quería quedar a solas con Elena pero que si queréis podemos hacer lo que propones eh - sugiero y miro a Victoria que asiente con una sonrisa.
-¡No joder que era una broma! - dice Melisa negando rotundamente.

Victoria y yo nos reímos y finalmente Mel también se ríe.

-Vamos a por bebida anda - dice levantándose.

Pedimos unos cubatas y nos vamos a la pista a bailar, Carlos y María aparecen por un extremo y se unen a nosotros. Victoria pega su trasero en mi y empieza a moverse con el ritmo de la música, esto empieza a animarse.
No sé cuánto tiempo pasa hasta que Álvaro y Elena llegan a nosotros sonriendo y nos ponemos en piña todos en medio de la sala.

-¡Dios Mel! - grita Victoria cuando Melisa se pone a vomitar en la papelera que tenemos al lado.

Son las siete y media de la mañana y estamos yendo de camino a casa, pero el camino se nos está haciendo más largo de lo normal ya que Melisa y Mateo se han bebido todo el alcohol que han podido y no paran de vomitar a la mínima que andamos.

-Buah que bien me lo he pasado - dice Carlos sentándose en un banco.
-¡No! levántate - digo cogiéndolo.

Carlos el cual va hasta el culo cada vez que ve un banco se sienta con intención de dormir, por lo que no puedo dejarlo solo.
Finalmente conseguimos llegar a casa, nada más entrar cada uno nos vamos a nuestras respectivas habitaciones.

-Mierda - dice Victoria oliendose - apesto a vómito.
-¿Quieres darte una ducha? - le pregunto y asiente.

La llevo al baño y le saco un par de toallas. Se desnuda delante de mí y se mete en la ducha dejándome de piedra.

-¿No vas a entrar? - dice asomando la cabeza por las cortinas.

Todo es por ti. [gemeliers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora