A-36

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Las lágrimas caían como si de ríos se tratase, su mirada era dirigida al cielo mientras las lágrimas caían al suelo, sus manos ahora vacías temblaban fuertemente tratando de agarrar lo que ya era imposible, su respiración era tan irregular como si de un ataque se tratase, el frío viento chocó contra su lastimada piel, sus piernas cedieron y cayó al suelo, se sentía vacío... Ya no tenía nada... El mundo le dio la espalda... Dolor y desesperación cubrió su cuerpo, el cual temblaba, dejo salir un gran gritó de completó dolor, partículas negras como cenizas rodearon su entorno, lo que parecía ser el mismo fuego negro del infierno envolvió su cuerpo por completo solo dejando a la vista sus ojos rojos inyectados en sangre mientras dejaba salir mas gritos de completa desesperación, en un instante observó a su enemigo el cual se encontraba atónito, en otro ya lo tenia sujetado fuertemente con una sola mano del rostro pero este gritaba por primera vez al sentir el tacto de su mano con su piel, sentía que se quemaba y le provocaba tanto dolor como desesperación, golpe tras golpe el dios retrocedió, lugar donde el golpeara, lugar donde sentía su piel arder provocado por la maldición del demonio más fuerte del mundo, ni el mismo dios de la vida y la muerte podía hacer algo contra él, no importando que ataque Natsu recibiera sus llamas negras y rojas quemaban toda magia que tocaban, la situación dio un giro de 180 grados, ahora el no importará que no recibía heridas pero el daño estaba hecho, el dios retrocedió hasta estar de nuevo en las planicies que se encontraban enfrente del castillo, su cuerpo ahora tenía heridas que no cerraban y respiraba con dificultad.

Ankhseram -No esperaba menos de ti- comento con tono de burla, espero alguna respuesta por parte del peli rosa pero este solo lo veía con odio, Natsu comenzó a inhalar el aire de su alrededor, las cenizas que de su cuerpo salían ahora regresaban a su interior, extrañado por lo que hacía el dios lo observó durante todo el proceso.

Enfrente de Natsu un selló mágico rojo se formó, "Karyū no Hōkō", el rugido del dragón de fuego pero en el centro el dragón dibujado por una extraña razón se tornaba negro, un negro de completa oscuridad que comenzó a consumir cada parte del selló hasta volverlo completamente negro y desaparecer. Expectante el dios observó como después de unos segundos de que Natsu concentrará la extraña aura en su cuerpo, un torrente de fuego se dirigió a él proveniente de la boca del ahora demonio, dejando un rastro de destrucción a su paso, antes de poder evadirlo completamente el torrente chocó contra la mitad de su cuerpo desintegran dolo en el acto pero el fuego fue más allá, siguió su camino hasta llegar a las murallas de la ciudad fortaleza en las cuales chocó provocando una gran explosión, la barrera que proseguía la ciudad detuvo gran parte del daño pero a causa de eso esta misma se destruyó, ahora los residentes que se encontraban en las puertas principales para poder salir del reino lograban ver el campo y el caminó que llevaba hasta ahí completamente destruidos.

E.N.D logró ver a su enemigo desaparecer completamente mientras huía, o lo que quedaba de su cuerpo esfumarse con el aire, al verlo de su boca salió un gran gritó, giró su mirada a la ahora ciudad desprotegida, de un movimiento de su mano las llamas de fuego chocaron contra las murallas incendiándolas, los guardias comenzaron a correr en el otro extremo de la muralla el fuego se comenzaba a expandir, consumiendo casas y negocios.

Los escudos observaron el cielo rojizo desde las afueras del castillo, todos y cada uno de los magos y soldados sentían una presencia a las afueras de la ciudad, una presencia de tristeza absoluta, preocupados los magos de Fairy Tail salieron en busca de los miembros que faltaban.

Irene -Tenemos que ir a ver que sucede-  miró a los demás presentes y salio siendo seguida por los demás.

Natsu observó las llamas de su fuego consumir todo a su paso, sentía una gran tristeza y odio que lo consumía cada vez más a él, imitando su acción anterior comenzó a reunir su poder de nuevo en su boca, ya preparado su ataque miró por última vez a su objetivo, el inmenso castillo que se mostraba ante el, pero antes de arrojar el poderoso ataque, una lágrima corrió por su mejilla, el viento comenzó a soplar levantando el polvo que lo rodeaba y entre todo eso logró distinguir una silueta que extendió la mano y limpió su lágrima, su concentración mágica se esfumó al igual que las llamas que rodeaban su cuerpo y devoraban los edificios, por unos minutos se quedó inerte regresó su vista al castillo y comenzó a caminar a esa dirección  lentamente, los guardias al verlo corrían a su encuentro preguntando su estado pero este solo los ignoraba y seguía su camino, entre la multitud siguió su camino siendo el centro de atención entro al edificio al que se dirigía, a paso lento entro y recorrió los pasillos pero a medió caminó a su destino final se encontró con los magos del gremio y a los Spriggan.

-Natsu que ocurrió? - Dijo uno de ellos, al ver su ropaje destruido y las heridas que portaba.

Lissana-Donde esta Mira?- preguntó Lissana al ver que su hermana no se encontraba con el.

Makarov -Espera a donde vas?- dijo finalmente el más viejo de todos ellos, al ver que no respondía ninguna de las preguntas y solo caminaba en completó silenció.

Wendy -Por dios...- dijo la menor de ellos.

Erza-Que pasa Wendy?- preguntó desconcertada, pero la menor solo señaló el suelo, todos se sorprendieron al ver la cantidad de de sangre que escurría al paso del peli rosa.

Erza- Espera Natsu- gritó y siendo seguida por los demás llego a donde el se encontraba, entre sus manos el cuerpo de la menor de los Dragneel se encontraba recostada, eran capaces de ver el subir y bajar de la respiración de ella, pero al ver a Natsu sus ojos se encontraban vacíos no había luz, la luz que lo caracterizaba había desaparecido.

August - Espera, no te muevas deja que te curemos esas heridas que tienes- dijo con extrema preocupación.

Natsu- para que- dijo Natsu desapareciendo en un torrente de fuego.

August - maldición algo ocurrió, Wahl Icht has volar tus centinelas y rastrea su poder mágico hay que encontrarlo- 

Natsu emprendió su camino entre los árboles sin importarle que en ese lugar la lluvia cayera tan fuerte que era casi imposible de ver por la oscuridad que causaban las nubes y las gotas de lluvia, caminó por unos minutos hasta que fue capaz de poder ver su destino gracias a que enfrente de él se encontraba un claro, a su derecha en medio del lago el inmenso árbol que era visible por su tamaño le daba la bienvenida, cubrió a Hikari con lo que le quedaba de camisa.

Natsu - Mira se enojaría con migo si te enfermeras- dijo en voz baja y siguió caminando, solo se detuvo al llegar al primer hogar, una pequeña choza con lo que parecía ser una luz encendida en el interior, golpeo la puerta repetidas veces hasta que se escuchó una respuesta en el interior.

-Hola?, que se le ofrece- dijo una rubia con ojos verdes.

-Pero...?, que hace con esta lluvia?- el azabache asomó su cabeza por arriba del hombro de su esposa, Natsu tomo a Hikari y la atrajo hacia el, bajó la mirada de sorpresa de la pareja.
Natsu- cuídense... por favor- extendió a la pequeña para que el azabache la tomará, él dubitativo la tomo y retiró la prenda que le cubría el rostro, conmocionado cayó de rodillas y lagrimas comenzaron a caer de sus ojos.

-Hikari? - Dijo la mujer cayendo de igual forma.

-Hija... al fin...Al fin te encontramos- dijo el azabache.

Natsu se mantuvo viendo la escena por unos segundos, sus ojos seguían vacíos pero en el fondo se encontraba feliz aunque ya no fuera capaz de demostrarlo, su hermano por fin podía tener su familia... su amada familia, dio media vuelta y comenzó a caminar de regresó pero...

Su vista se comenzó a nublar.

Su cuerpo se volvió más pesado con cada pasó.

Se le dificultaba cada vez más respirar.

Sus pasos eran cada vez más torpes.

Y su conciencia... Su conciencia comenzaba a desaparecer.

Al ya no poder dar un paso más cayó de rodillas y luego de frente, la lluvia caía en su cuerpo pero ya no era capaz de sentirla, su nublada vista fue capaz de distinguir a dos figuras acercase a él provenientes del lugar donde recién estaba, con extrema dificultad alzó la mirada y del bosque corrían otras más hacia el.

-Mirajane... Mira...amor...No tardó... en estar... A... Tu lado... Espérame- su conciencia falló pero con una sonrisa la imagen de su amada apareció.

Bum* bum* bum* bum*
Bum* bum* bum*
Bum* bum*
Bum*.............






Y al fin... Se silenció.

SolsticioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora