A-15

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  Mira mantenía a Hikari abrazada mientras observaba a Natsu, desde que estuvo en Alvarez, dese que la vio en el jardín en el castillo de Alvarez por laguna razón se encariño con ella, si por Natsu sentía un amor que no era posible describir con palabras, por la niña era algo más, algo superior en todos los sentidos posibles, pero no entendían era lo que había pasado solo había hablado por hablar, en estos momentos que observaba a la pequeña que tenía miedo entendía muchas cosas pero sería mejor preguntarle a Natsu más tarde.

Makarov - entiende mocoso...- La voz del maestro la saco de sus pensamientos.

Natsu- no los que deben de entender son ustedes... Ella es mi hija y Mira, mi mujer y como tal son mi familia...- Mira al escuchar eso se sonrojo y miro con una sonrisa a Natsu, esas palabras la habían emocionado, su corazón empezó a palpitar más rápido, sus manos a sudar y las piernas por alguna razón le temblaban.- Si alguien intenta ponerles un dedo encima...-el chocó los puños provocando que saliera fuego de los mismos, Mira sabia desde un inicio que Natsu sería muy protector con su familia pero no se imagino que ella iba a ser su familia.

Makarov- Entonces te are entre en razón...- frunció el seño y dejo salir un poder mágico impresionante para casi todos, se transformó en gigante pensando que así Natsu tendría miedo y entregaría a la niña, esto provoco que los demás solo se apartaran.

Lissana - Mira-nee... Apártate...- Mira no se movió de su lugar solo mantenía la vista en Natsu y a la asustada niña en brazos.

Laxus- viejo yo me encargo...- el encaró a Natsu, pero antes de que pudiera hablar el pelirosa le había dando un puñetazo mandando a volar.

Jellal - bastardo-

Natsu - en cerio piensan que les tengo miedo?- lentamente se quito la camisa, los demás observaban al pelirosa en especial el maestro que al ver su cuerpo se sorprendió tanto que volvió a la normalidad, las cicatrices de esa.pelea eran notorias y solo unos cuantos entendieron- me enfrente a Acnologia... Y lo vencí... Un puñado de todos ustedes no son nada- el empezaba a desprender tanta energía mágica que algunos cayeron desmayados y la ciudad empezaba a cambiar como si el mago más fuerte de fairy tail regresará, las expresiones de los magos cambiaron y el lentamente se puso de nieva la camisa, cada uno de los presentes sentía como su cuerpo se hacía más pesado, pero más se sorprendieron al ver que Mira y la niña sonreían como si nada estuviera pasando, el maestro que era una de las personas que aguantaba la presión por primera vez en muchos años sintió una amenaza para su gremio.

Mira - Natsu... Vayámonos creo que ya entendieron- sonrió y ofreció una mano a Natsu, este al escucharla dejo de liberar su poder mágico y tono la mano de Mira, pero antes de que se fueran le entregó a Natsu la pequeña que al estar en sus brazos dejo salir una sonrisa que los demás miembros del gremio y juraban que era la misma sonrisa de Natsu, Mira se giró y con una sonrisa.

Mira- creo que ya entendieron... Si tratan de hacerle algo a mi hija... no solo será Natsu yo también los considerare como mis enemigos- en ningún momento dejo de sonreír y mientras lo decía un aura y poder mágico se desprendían de su cuerpo, probocando aun más miedo.- Si me disculpan, me tomaré unas vacaciones- hizo una reverencia y día a donde estaba Natsu con una sonrisa.

Lucy- ya entendió lo que le decíamos, maestro... Natsu escena amenaza...- dijo después de que los dos partieron.

Erza - fue un alivio que los niños no estubieran aquí... Pero espero que le quede claro...-
Makarov - Si... Tenemos que hacernos cargo de él...- dijo para después ir a su oficina, por otro lado Natsu caminaba por la ciudad.

Mira- vamos a casa?- tomo la mano de Natsu y como lo dijo llegaron, entraron y Hikari miraba para todos los extremos pues el lugar se le hacia desconocido, recorría con la mirada de un lado a otro inspeccionando cada una de las habitaciones, Mira la veía fijamente cuando sintió dos brazos rodear la por la cintura y un dulce beso en el cuello.

Natsu - te extrañe - dijo sin separar su cabeza de cuello, Mira sintió como su hombro empezaba a humedecerse y escuchaba leves quejidos por parte del pelirosa, al acerco un escalofrío recorrió su espalda, rápidamente giró para mirar a su amado, el tenía las manos en su cara y poco a poco su cuerpo se fue al suelo cayendo contra sus rodillas, Mira al verlo lo abrazo como una vez el lo hizo con ella.

Mira - que pasa?... - Preocupación se escuchaba en su voz pero Natsu a un sin verla llevo sus manos a su cuello y quito la pequeña cadena que traía puesta extendiéndose la a Mira, ella al verla se sorprendió y lo abrazo de nueva cuenta.

Natsu - yo... Yo... Yo lo mate...- más lágrimas salieron de sus ojos mientras repetía una y otra vez lo mismo, pero mira no entendía a que se refería, su mano izquierda empezó a arder y por alguna razón pudo ver lo que Natsu vio en esos precisos momentos entendiendo todo lo que había pasado en esos instantes, a si que abrazo más fuerte al peli rosado mientras lloraba, pero se detuvo al sentir unas pequeñas manos quedo rodeaban por la espalda, al voltear a verla se encontró con la pequeña con lágrimas en sus ojos con una expresión triste que lo miraba, Natsu rápidamente abrazo a la pequeña, un abrazo delicado pero firme.

Natsu - yo te cuidaré, como mi propia hija- dijo secándose las lágrimas, Mira al verlo también se sacó las lágrimas que salían de sus hermosos ojos y también la abrazo.

Mira - eres nuestra hija... Y te amaremos como tal.- La pequeña siendo abrazada por ahora sus dos padres sentís el cariño que antes no había sentido, cuándo estaba en Alvarez siempre estaba sola en el jardín preguntándose el por que si ella siempre hacia lo que le decían, pasaron minutos y ninguno de los dos escuchó ruido por parte de Hikari, Mira la miro y vio que esta estaba dormida recargada en ella.

Mira - Natsu... - Llamo la atención del peli rosado y señaló en su dirección, el pelirosa al verla sonrió, la tono entre sus brazos y la llevo al segundo piso a una habitación desocupada.

Mira- que duerma con nosotros por hoy- dijo ella acostándose en la cama también, Natsu no puso objeción y realizó lo mismo, pasaron minutos y al ver que su compañera dormía mientras abrazaba a la pelinegra sonrió y al igual que ella el también la abrazo.

SolsticioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora