Capítulo 6

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- Nos vemos luego Laur - me dijo Vero, estábamos saliendo de el bar, ella se notaba un poco pasada de copas.

- ¿Segura que no quieres que te lleve ?

- Si lo estoy, tu quédate sin cuidado - apenas podía formular una oración.

- Bueno, adiós.

Camine hacia el estacionamiento, mientras camina en busca de mi auto estaba pensando en todo lo que había pasado este día, con Camila y con las palabras que Vero me había regalado, sabia ahorra que a ciencia cierta la morena podía recuperar su memoria, estaba muy feliz al saber esto, pues podía ayudarla a recordarme. Llegue a mi auto, lo abrí y entre a este, me quede unos minutos pensando y luego con una sonrisa en mi rostro encendí mi auto y me conduje hacia la salida del estacionamiento cuando iba a salir tuve que frenar de golpe ya que una persona se había cruzado frente de mi auto.

- Oye ten mas...¿Vero? - ella estaba agarrándose de mi auto para no caerse, ella tenia una sonrisa en su cara, era de pena y también era una sonrisa de ebria.

- Lo siento pero...creo que no podre caminar y mucho menos conducir así.

- Entra, te dije que te llevaría pero no quisiste - ella con mi ayuda entro a el asiento del copiloto. Ya dentro ella se acomodo.

- Lo se, aish!!, eres peor que mi mama ¿sabes?.

- Te dije que no aceptaras beber con esas chicas.

- Pero ellas estaban muy hermosas Laur. ¿Las viste?, estaban de revista - en el bar a Vero se le acercaron tres chicas dos de ellas no dejaban de ver a Vero y la tercera estaba muy entretenida viendo mis pechos.

- Lo se, pero mírate ahora, estas fatal.

- Ay si, cálmate súper modelo .

Nos quedamos en silencio ella se recostó en el asiento mientras yo conducía, las calles aun estaban solas y eso era genial ya que así se podía transitar mejor, sin ningún atraso. Las tres copas de vino no me habían hecho nada de efecto, tan solo un poco pero podía conducir y también podía hablar, no como Vero, la mire de reojo y note que estaba dormida, genial, y ahora que haré, si no conozco donde ella vive. Llegue a un semáforo el cual estaba en rojo, ocupe esa oportunidad y moví un poco a Vero esperando así que esta se despertara, pero nada. tuve que avanzar ya que el semáforo había cambiado, algo que se es que a los ebrios no los puedes despertar fácilmente sino es con un poco de agua fría, ¿como lo se?, Ally me despertaba de esa forma cuando llegaba a mi casa y ella estaba ahí esperándome.

Debía llegar a mi casa, también debía llevar a Vero a mi casa y así tratar de despertarla lo cual se me podía hacer difícil ya que en mi casa no siempre hay agua fría, genial, ahora debía tenia que ser niñera de una ebria loca. Llegue a mi casa, entre el auto al garaje y apague el motor, ahora la pregunta de un millón de dolares era, ¿como diablos metería a casa a esta ebria?. Salí de el auto y camine hacia la parte de atrás donde tome mis cosas y las lleve dentro de mi casa, luego de encargarme de mis cosas camine nuevamente al garaje y me acerque a la puerta del copiloto la abrí y me quede observando a Vero, esta estaba como un tronco, no se movía para nada solo roncaba con un macho pecho peludo que se respeta, reí al pensar tal comparación. Tome fuerzas y como pude saque a Vero de mi auto, cerré la puerta con mi piel y la lleve hacia dentro de mi casa, la llevaba como a una bebe, la verdad era que ella no pesaba tanto. Subí con ella las espaleras que conducían a la habitación de huésped o mas bien dicho la habitación donde guardo algunos lienzos nuevos, entre con Vero en brazos, la deje sobre un diván rojo que no utilizaba, la deje en este mientras sacaba de un armario una cama, este armario me lo regalo una chica, aun no le encontraba uso, pero para esta ocasión si que la encontré. Luego de arreglar la cama tome a Vero nuevamente y camine con ella hacia la cama.

Entre Pinceladas 2 (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora