Capítulo 43

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Los días ya estaban pasando muy rápido, habían pasado ya una semana desde que la hermosa bebé de Camila había nacido, la pequeña Kate había nacido muy sana o eso era lo que el doctor había dicho. Camila estaba muy feliz con la hermosa bebé que estaba ahora en su vida y más por que ella ya tenía la familia que siempre había deseado. Ambos estaban felices con una hermosa bebé en casa, Matt no haya que hacer por la niña, la carga, le da nuevos juguetes y hasta le compró mucha ropa. Al verlo tan feliz la morena le da ternura y mucha alegría, pues por fin Matt tiene lo que tanto quería. Una familia de verdad. Se encontraban sentados en el sofá, Matt tenía a la bebé en brazos muy feliz.

—Amor, Kate debe dormir —dijo Camila al verlo tan afanado con la niña. Le daba tanta ternura.

—Lo sé, pero mírala está muy feliz acá. —Matt estaba muy feliz teniendo a la pequeña Kate en sus piernas.

Si que es cierto que el doctor había recomendado que la morena se mantuviera en reposo unas semanas, pues por lo que había pasado con el parto había quedado muy débil. Ambos estaban muy felices teniendo por fin su tan soñada familia y eso se notaba en las miradas y sonrisas que ambos se daban. Simplemente eran una familia muy linda y también muy perfecta. Aún que a veces la vida por más que te vea feliz en algún momento se encarga de quitarte esa felicidad, o eso era lo que estaba apunto de sucede en la vida de Matt y eso él lo tenía muy claro, pues después de un nuevo examen que le hizo el médico no daba ninguna señal de mejora, él sabía que en cualquier momento se iría lejos de la familia que estaba formando. El doctor Richard le había dicho que en menos de tres o cuatro días él le debía de hacer una operación para tratar de extraer el tumor que prácticamente se estaba extendiendo más y más.

Mientras Camila estaba muy feliz ajena a todo lo que a su esposo o más bien dicho; ajena a lo que estaba apunto de suceder en ambas vidas, Matt sabía muy bien que su esposa tenía derecho de saberlo. Pero él no quería arruinar la felicidad que ahora había llegado a sus vidas que era la pequeña y dulce niña. Mientras Matt dejaba en la habitación a Kate para que duerma; la morena se había ido a la cama y reposar un poco. Matt se quedó en el marco de la puerta de la habitación de su hija observándola, sentía algo parecido a la soledad y también a él dolor y eso era más que claro por que lo sentía. Dejaría a una pequeña de apenas días de nacida y a su esposa; ambas solas. Es que en esta vida un momento estas y al otro día ya no. Cerró la puerta de la habitación; no sin antes dejar el monitor de bebé al lado de la mesa. Regresó a su habitación donde estaba su esposa ya dormida, ella estaba muy cansada y eso lo había notado muy bien Matt. Si he de morir pronto; creo que debería limpiar mi conciencia. Eso pensó mientras se sentaba en la orilla de la cama, con cuidado le acaricio la mejilla a la morena, esta se movió un poco pero no despertó. Quizá Matt tenía más secretos y quizá no eran secretos para la morena, quizá el debía limpiar su conciencia con otras personas. Primero debes perdonarte a ti mismo para después ser perdonado. Se tumbo y trató de dormir un poco.

Otro lado de Nueva York

En esta parte de la ciudad estaba muy tranquila, simplemente solitaria. Todas las personas ya estaban dormidas en sus casas correspondientes, otros estaban trabajando, otros trasnochando en bares y también en cafeterías. Para Lauren se le hacía difícil decir no a una salida con Vero, su ahora buena amiga, estaban en un bar muy popular en todo Nueva York o eso era lo que decir en las calles. Este bar se llamaba "Blue Night". Ambas chicas estaban en una mesa cerca de la barra. Después del encuentro en el hospital Vero la invitó a una salida de amigas, así que la ojiverde puso el día y la hora, Vero simplemente puso el lugar.

—Me siento mal por Lucy—decía Vero ya muy pasada de copas. Ella siempre era la primera en caer en la embriaguez.

—Pero si no hacemos nada malo —por otro lado la ojiverde estaba un poco pasada de copas, ella era la conductora asignada. Como siempre.

Entre Pinceladas 2 (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora