Entre Pinceladas 2 (Camren)

Capítulo 26

El aire nos hacia falta mientras nuestros labios estaban moviéndose.
Como si se estaban comenzando a conocer cosa que no era así, ya que nuestros labios ya se conocían muy bien eso daban a entender mientras nos besamos con tanta intensidad. Camila siempre que se alejaba y cogi aire y suspiraba, me encantaba los suspiros y más cuando los suyos chocaban con mis labios. Nos separamos y nos quedamos viendo, ella sonreía, su sonrisa era muy hermosa y muy radiante, le sonreí y mordí mi labio, aun tenía el sabor de sus labios en los míos. Ella acaricio mi labio inferior con su dedo pulgar y sonreía como si le gustaba hacer eso.

—No sé lo que me pasa contigo —me dijo muy cerca de mis labios. —, pero es algo que me encanta.

—Lo mismo me pasa contigo. —le di un corto beso en sus labios, ella sonrió por tercera vez.

Ella se alejo y miraba mis ojos, luego su mirada bajo a mis labios y en un abrí y cerrar se ojos ella los atrapó nuevamente en un beso demasiado intenso y muy caliente. Su lengua a veces tocaba mis labios, solo la punta se asomaba, pero aún con solo eso me estaba volviendo más loca. Ella se alejo y se levantó, con cuidado se levantó y me cogio de la mano y comenzó a caminar, no sabía hacia dónde me llevaba pero como he dicho anteriormente con ella voy hasta el fin del mundo. Caminamos y nos detuvimos cerca donde las demás estaban riendo, ellas estaban aún en la arena jugando a no se que, camila me dio una señal para que me mantuviera en silencio, asentí y seguimos caminando, las demás estaban muy lejos de la casa, entramos a esta y con cuidado subíamos las escaleras, pero escuchamod que alguien iba bajando, nos detuvimos y yo tuve un idea genial, la hale de la mano y la llevé hacia la entrada donde salimos y entramos a mi auto, ella se quedó en silencio mientras me miraba, luego nos invadió unas ganas de reír y así lo hicimos, me sentía como una chica escapando de un colegio a media clase. Me sentía como una adolescente. Encendí mi auto y conduje lejos de esa casa, Camila no dejaba de reír mientras conducía, era tan tonto lo que ella lograba hacer en mi. Llegamos a un bosque el cual quedaba lejos de la casa, me estacione cerca de un bosque y ella me miro.

—No deberíamos hacer esto. —se notaba segura de lo que decía. —. Pero me encanta la adrenalina.

—Lo sé, a mi igual. —me que observando sus ojos mientras ella sonreía muy hermosamente. —. Aún tengo alcohol en mi sistema.

—Pues aprovechemos eso. —ella se acerco y me dio un beso en la mejilla.

Luego ella se subió a mi regazo y coloco sus brazos alrededor de mi cuello, le sonreí al ver su acción, ella se sonrojo y me dio un golpe burlon en mi hombro, me encantaba esta chica. Se acerco y atrapó mis labios en un beso, éste iba muy lento, mis manos estaban en su cintura, ella se acomodó mejor en mi regazo y el beso iba identificadonse, se hacía más y más intenso, Camila mordía mi labio cuando podía, podían decir que ella estaba ebria y no yo, ella me besaba muy intensamente como si su vida dependía de eso. Mi mano se fue a su muslo y lo acaricie muy lentamente, luego la iba subiendo poco a poco, podía sentir su piel muy suave, ella jadeaba por los besos intensos. Mi mano ya estaba muy cerca de su ropa interior, la deje ahí y le daba leves caricias, metí mi lengua en su boca y comenzó un baile intenso entre nuestras ansiosas lenguas. La morena se acerco más a mi y movía su lengua, mordía y chupaba su lengua, la chupaba como si fuera la paleta más deliciosa que acababa de encontrar. Ella cada vez que sentía las mordidas y chupadas solo suspiraba, eso me daba a entender que le encantaba.

Ella se alejo y metió su mano debajo de mi camisa, con ésta acaricio muy suave mi abdomen, con su tacto hacia que me perdiera más, suspiros salían de mí mientras sus caricias iban subiendo poco a poco, con cuidado ella me sacó la camisa, sonreí por su al ver su acción, cuando la conoces la ves muy inocente, pero dicen que las inocentes son muy intensas en la intimidad. Ella se sonrojo y escondió su rostro en mi cuello.