Tres meses después.
A esta hora de la madrugada todo estaba muy tranquilo, todos dormían muy tranquilamente otros ya estaban por salir de sus casas para ir a trabajar. Todos ajenos a lo que estaba por ocurrir ese hermoso y maravilloso día. A las cuatro de la madrugada Lauren Jauregui recibió una llamada muy insistente. A regañadientes encendió la lámpara la cual estaba en su mesita y cogió el celular. Era Matt, no entendía por que le llamaba.
—¿Lauren?... Necesito ayuda —Matt se escuchaba sumamente preocupado y agitado.
—Tranquilo ¿que pasó?. —ese día cambiaría para ambos.
—Camila... La bebé ya viene.
Abrió sus ojos y se levantó apurada, sabía que Matt no podía cargar solo a Camila hacia el auto, pues él últimamente a estado muy mal con su enfermedad que va avanzando poco a poco más. Se vistió con lo que tenía a la mano y salió de su casa corriendo hacia su auto. Este día se muy distinto a los demás ya que este día vendría al mundo un ser humano que cambiaría la vida de tres personas. Las calles a estas horas estaban muy solitarias y así se le hacía más fácil llegar a Lauren pues era algo importante.
Como dije este día cambiaría muchas cosas en tres personas una de ellas cambiaría más pues como en capítulos anteriores les había explicado cómo llega a funcionar el destino en éste mundo idiota en del que vivimos. A los minutos Lauren ya estaba en la entrada de la casa de Matt, estaba por entrar pero se dio cuenta que él iba saliendo con muy dificultad con Camila en brazos. Lauren rápidamente salió del auto y fue a ayudarle con la morena entre los dos la subieron al auto de la ojiverde. Matt se notaba muy agotado y también estaba un poco más pálido de lo normal quizá no debió hacer tanto esfuerzo con bajar el cuerpo de la morena. Mientras Lauren manejaba hacia el hospital no podía dejar de escuchar los jadeos y los gritos que daba la morena pues le dolía demasiado o eso sabía con lo que había leído en Internet. Matt trataba de calmarla pero nada servía.
—Amor ya llegaremos tranquila. —decía con angustia y un poco de cansancio Matt. —. Respira despacio amor.
Trataba de tranquilizarla pero lo que necesitaba más aire era él mismo pues sentía que la cabeza le pulsaba un poco y también sentía que el aire le faltaba por momentos. Y es que él sabía que no debía haber hecho esfuerzos pero lo hizo y era por que amaba de verdad a su esposa y también a su bebé que estaba por nacer. Al llegar el auto se detuvo y con mucha rapidez ambos salieron de éste y sacaron a Camila con mucho cuidado. Entraron al edificio y Matt gritaba por un médico, una enfermera se acerco a ellos y sentaron a la morena en una silla de ruedas, mientras se la llevaban Lauren no dejaba de verdad, estaba muy nerviosa y preocupada.
Matt fue con la morena a la sala donde sería el parto mientras la ojiverde estaba sentada en la sala de espera, ella no sabía por qué estaba muy nerviosa, no entendía ya que no era ni la madre de ese bebé para estar así. Se levantó y fue hacia la cafetería donde pidió un café negro y se sentó en de las mesas. Mientras la ojiverde no dejaba de pensar en la morena y en su bebé, ella quería estar a su lado en estos momentos y darle aliento de alivio para que se calme mientras está en parto. No había dormido muy bien la noche anterior y Es que ella no lograba aún sacarse la idea de que Matt, su buen amigo la estaba odiando y ahora el le habló por teléfono para pedir ayuda. Aún estaban enojados claro o eso pensaba la ojiverde. Le dio un corto sorbo a su café y miraba el hora en el reloj que estaba en la pared frente a ella. Marcaban las cinco y media de la mañana, estaba muy candado.
Ese día debía ir a ver lo de las compras para el nuevo local que tenía, sonde haría su escuela. Era cierto que en estos momentos no estaba para pensar en nada más que no sea la morena y la bebé que quizá ya haya nacido. Ya habían pasado alrededor de treinta minutos y aún no miraba señal de Matt. Se levantó con su segundo café en mano y camino hacia la sala de espera. Quizá Matt la esté buscando. Al llegar lo noto sentado en n uno de los asientos que estaba en la sala. Ella se acerco y se sentó a su lado, dejando en el asiento de a lado su vaso de café en éste.
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Entre Pinceladas 2 (Camren)
RandomSEGUNDO LIBRO DE "Entre pinceladas" Antes de leer te recomiendo leer la primera historia. Una vez fuiste mía pero no eras tan mía, ahora me doy cuenta de que de verdad errar es de humanos, entiendo que fui una cobarde y que tu pensarás que solo te...