El día de la celebración del cumpleaños de Kate llegó y todos los conocidos estaban en el lugar, la fiesta era una de la mejores que cualquier niño puede tener a sus tres años de edad. Tenía millones de globos de muchos colores, un enorme pastel con un dibujo de Katti cómo a Kate le gustaba. Simplemente era la mejor fiesta de todas. Lauren ya estaba lista con su regalo genial que le daría a la pequeña Kate y estaba muy ansiosa por dársela, sabía que le encantaría mucho ya que con el tiempo que pasaba a su lado le iba conociendo sus gustos.
Por otro lado la morena no sabía como ordenar las cosas para esa misma tarde, su amiga Dinah le estaba ayudando, pero eran más gritos que ayuda. La polinesia era un tanto exigente con la decoración y los preparativos que ya estaban listo pero que debían colocar en su lugar. Aunque Normani les estaba ayudando. Esta fiesta estaba por comenzar y eso la ponía un tanto nerviosa a la polinesia y también a Camila.
A cabo de unos minutos Lauren ya estaba en caminó hacía la guardería por Kate, la fiesta seria una sorpresa para la más pequeña. La ojiverde estaba muy feliz por darle su regalo a Kate pues sabía muy bien que le encantaría mucho. El día era normal y muy bueno para estar feliz y pasarlo genial. La pequeña estaba muy contenta al ver llegar el auto de la ojiverde, ella amaba a Lauren, quería que se quedara más tiempo con ella jugando en la casa, pero su madre le había dicho que eso no era posible ya que la ojiverde tenía su propia casa. La niña subió a el auto con una hermosa sonrisa.
—Estoy feliz, Lolo—decía mientras dejaba que Lauren le pusiera el cinturón de seguridad.
—¿Si?, ¿porque?.
—Hoy cumplo tres años, Lolo ya estoy gande—grito la pequeña y Lauren con una enorme sonrisa entro a su auto.
—Si, lo estás Kat.
—Tendré muchos legalos —decía apenas entendible la pequeña.
Tomó camino hacía la casa de la morena donde sería la gran fiesta. La pequeña no dejaba de dar cortos sartistos lo que le permitía el cinturón de seguridad. Lolo esbozada una sonrisa cuando la vio saltar, estaba muy contenta que la pequeña Kate se encontraba muy ansiosa por su fiesta. Al llegar a la casa de la morena noto que estaban llegando las personas a la fiesta. Dejó el auto frente a la casa y salió primero para ir por Kate al otro lado del auto, con cuidado la ayudo a salir y cuando se dio la vuelta la pequeña ya estaba en brazos de la hermosa morena que tenía una enorme sonrisa en su rostro.
—Por fin traes a mi sobrina, Jauregui —Dinah apareció a espaldas de la morena. Kate corrió hacía la que era como su tía.
—Dinah —la reprendió la morena.
—Naina, hoy cumplo tres años —decía muy feliz la pequeña Kate.
—Lo sé, peque —Dinah amaba a Kate demasiado cómo si de verdad fuera su sobrina. —, ven entremos te enseñaré algo genial.
Sin más se la llevó, al entrar la pequeña quedó boquiabierta al ver montones de regalos y también le encantó el pastel que estaba en la mesa. Camila y Lauren se quedaron en la entrada intercambiando miradas con unas enormes sonrisas. Simplemente las miradas hablaban más que mil palabras. Camila con cuidado a no ser vista por los demás se acerco a la ojiverde y le dejó un rápido y corto beso en los labios. Desde el encuentro acalorado que habían tenido la última vez, se saludaban así. No había temor y menos arrepentimiento de ninguna de las dos. Si bien es cierto que era algo mal ya que por que tiempo atrás Matt había fallecido, pero seguramente Matt le encantaría la idea que ellas estuviera juntas.
Al entrar Lauren saludo a su amigas y también a una que otras personas que eran conocidas para ella. El regalo lo había dejado en el auto, estaba pensando en darse cuando todos se hayan ido, pero si tenía un pequeño regalo para dárselo en el momento de abrir regalos. Era un complemento de lo que le tenía preparado, la ojiverde tenía todo muy bien calculado para la pequeña Kate. Dejó el regalo en la mesa con los demás y luego fue a la cocina a ayudar en algo a la morena. Desde la gran ventana de la cocina se podía observar el jardín donde estaban las personas y los niños que eran amigos de la pequeña Kate, su sonrisa creció más al ver a la pequeña correr con sus demás amigos. Ya estaba creciendo muy pronto.
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Entre Pinceladas 2 (Camren)
RandomSEGUNDO LIBRO DE "Entre pinceladas" Antes de leer te recomiendo leer la primera historia. Una vez fuiste mía pero no eras tan mía, ahora me doy cuenta de que de verdad errar es de humanos, entiendo que fui una cobarde y que tu pensarás que solo te...