ANBU | Kakashi Hatake

Capítulo 8: Rin y Makoto.

     —La tarea de hoy es simple: os asignaré un compañero, y tendréis que aprender de él. —Todos miraron extrañados al rubio. —A ver, Makoto y Rin, iréis juntas. —Ambas asintieron mientras se miraban entre sí. —Tú, Rin, puedes aprender de Makoto su jutsu "Puños feroces", y tú, Makoto, puedes mejorar tu ninjutsu médico básico con Rin. —La Senju asintió.

     —¿Me toca con el tonto de Kakashi? —Minato asintió y Obito frunció el ceño. —Pero yo no quiero ir con él... Makoto, ¿cambiamos de compañeros? —Ella dejó escapar una carcajada y negó.

     —Obito, compórtate. Si te he puesto con Kakashi es justamente por lo mal que os lleváis. —Minato parecía haber comanzado a cansarse del ambiente entre los dos compañeros de equipo.

     —Entiendo... —murmuró Obito enfurruñado. Rin empezó a reír.

     —Tranquilo, estoy segura de que podremos ir juntos en otra ocasión. —Rin apoyó su mano en el hombro del Uchiha mientras sonreía sutilmente.

     —Además, no hace falta que te lleves bien con él, solo debes aprender. La pregunta es qué aprenderá él de ti... —bromeó Makoto. Obito abrió los ojos de par en par.

     —¡Oye, que ya nos habíamos comenzado a llevar bien! —exclamó el Uchiha. Makoto sonrió de lado.

     —Bueno, será mejor que os retiréis con vuestro compañero. —Los grupos de dos se dispersaron, y al lado del rubio, apareció Jiraiya. —Oh, buenas —saludó Minato a su maestro.

     —Te va muy bien como profesor, ¿verdad? —Minato sonrió.

     —Se hace lo que se puede. —El rubio rascó su nuca bajo la atenta mirada de Jiraiya.

     —El equipo en general tiene mucho potencial. —Minato asintió. Jiraiya no se equivocaba. —Sobre todo el hijo de Sakumo y la de Toshio, pero el Uchiha tampoco está tan mal. —Rio el hombre.

     —Me ha tocado un buen equipo, son todos muy buenos chicos, aunque en algunos no se refleje tanto —habló Minato con una sonrisa en la cara.

     —Creo que sé a quiénes te refieres —dijo Jiraiya jocosamente y con cierto aire nostálgico.

     —Espero que aprendan a llevarse bien... —comentó Minato—. He aquí el significado de la actividad. 

     —Me lo esperaba de ti. —Jiraiya apoyó la mano en el hombro de su exalumno.

     —¿Sabes? La mayoría son muy cabezotas, sobre todo Obito. Makoto, Rin y Kakashi son más fáciles de llevar. —Minato rio.

     Mientras tanto, las dos chicas intentaban aprender la una de la otra en un lugar alejado del bosque. Makoto nunca había tratado de enseñarle nada a nadie, por lo que estaba bastante nerviosa. Rin se dio cuenta y decidió hacer ella primero de profesora.

     —Muy bien, Makoto, se te da realmente bien. —Rin le sonrió a la Senju, que negó con simpleza.

     —Bueno, a mi abuelo se le daba bastante bien. —Sin querer, Makoto, descontroló un poco el chakra y este empezó a hacer unas pequeñas explosiones. —Supongo que a él no le pasaban estas cosas... —murmuró y rio incómodamente.

     —Tranquila... —Rin intentó calmarla. El chakra volvió a la normalidad. —Eres muy buena concentrando el chakra, pero deberías mejorar el transferirlo a otros cuerpos. Esto me dice que normalmente lo utilizas para atacar y no para curar a los demás. —Makoto asintió. —Pero, con un poco de práctica, podrás curar heridas superficiales. —Sonrió.

     —Bueno, algo es algo, practicaré más por mi cuenta a partir de ahora. —Makoto se encogió de hombros y dejó de aplicar chakra al pescado. Lo devolvió al río y se restregó las manos contra su pantalón.

     —Bien, ¡ahora me toca a mí! —exclamó Rin. Makoto asintió un par de veces—. Enséñame el jutsu de los Puños Feroces. —Se puso en la pose que Makoto hacía al realizar el jutsu, haciendo que ella forzara una sonrisa.

     —No te puedo enseñar ese jutsu. —Rin miró con sorpresa a Makoto, ya que no se esperaba para nada aquellas palabras.

     —¿Por qué? —preguntó Rin un poco triste.

     —Porque puede causar muchas heridas graves. —Enseñó su brazo vendado. —No estoy dispuesta a correr riesgos. —Rin asintió. —Pero no pasa nada, puedes controlar el Suiton, ¿verdad? —preguntó Makoto

     —Sí —contestó Rin al mismo tiempo que asentía.

     —Perfecto, te enseñaré un jutsu que utilizó mi abuelo: la Ola Decapitadora de Agua —La Nohara asintió. —Empecemos con lo básico. —Se sentó en el suelo y Rin hizo lo mismo. —Este jutsu es uno ofensivo, al ser una ninja médica necesitas al menos uno defensivo y uno ofensivo para proteger y protegerte. —Rin asintió.  —En este jutsu, acumularás chakra para transformarlo en agua y liberarlo a gran presión —explicó Makoto.

     —Entiendo... —dijo una Rin pensativa.

     —Con él, podrás perforar objetos y todo lo que se encuentre a tu alcance —explicó Makoto. Rin asintió concentrada.

     Ambas se levantaron y se dirigieron a una especie de descampado en el cual podrían entrenar sin complicaciones.

     —Makoto, si no te importa, ¿podrías hacerme una demostración del jutsu, por favor? —preguntó Rin. Makoto asintió con cierta convicción.

     Se preparó, llevó el chakra hasta la entrada de su garganta y lo expulsó transformado en agua a gran potencia.

     —No sé si podré hacer eso. —Rin miró a la Senju.

     —Supongo que te saldrá un chorro pequeño, no esperes mucho tampoco. —Rin asintió ante la explicación de su compañera.

     Se preparó como Makoto, puso un poco de chakra en su garganta y un pequeño chorro se deslizó por su boca.

     —Makoto, ¿eso está bien? —preguntó Rin poco convencida. Makoto le sonrió.

     —Sí, claro que sí —dijo la Senju, pensando en que ella la primera vez lo hizo mejor, pero, como era la nieta del Segundo, ese era su deber—. Practica más y podrás alcanzarme. —Rin asintió. —Vámonos ya. —Ambas se retiraron.