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—Explica tu dibujo y la razón de tu elección

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—Explica tu dibujo y la razón de tu elección.

En la habitación se respiraba polvo y tensión, se pisaba ropa sucia en lugar de la cerámica y de a ratos se escuchaban suspiros entrecortados. Sus manos tendían a salirse de control por unos segundos, pero volvían a la normalidad cuando Seungmin se lo pedía.

Ahí estaba él, frente a esa ventana ordinaria, con un pincel, acuarelas y una hoja en la mano.

A pesar de los distintos obstáculos que le presentaba el no estar del todo cómodo y la falta de sus ya conocidos materiales, logró plasmar su obra en una hoja pequeña y vieja que encontró por ahí. Esta sería, entre las ideas de Hyunjin, la más experimental y demostrativa.

Pensaba, mientras secaba el pincel y lo incrustaba en otro círculo de color, si era una buena idea ir a buscar más de sus pertenencias a la casa de sus padres. Quizá ropa, parte de su documentación, pinturas escondidas detrás del ropero y, lo más importante, su atril, hojas profesionales, cuadernos, las muchas paletas de acuarelas, las decenas de pinceles. Todo eso que había recolectado en silencio y con mucho esfuerzo durante años.

Pero solo era eso, una idea, un absurdo plan que podría traer resultados excelentes o fatales. La verdad es que todavía no se sentía listo para enfrentar a sus padres. Además, dónde metería toda esa cantidad de cosas, porque en su habitación no cabría.

Lo único rescatable de esa situación para Seungmin es que, incluso si las condiciones de trabajo eran complicadas, había logrado completar la prueba con éxito, porque aún sin decírselo ni mostrar expresión alguna, Hyunjin ya estaba bastante complacido con lo poco que había visto.

Ya había quedado estupefacto al ver a Seungmin tan perdido en su mundo mientras pintaba, se le hacía imposible de creer que alguien disfrutara aquella acción que él odiaba tanto. El chico manifestaba, mediante el meneo de su muñeca y dedos, que el arte era algo que sí podía ser amado, y no una verdadera tortura disfrazada de disciplina e incomprendidos sentimientos, como se lo habían hecho creer desde pequeño. El amor de Seungmin por su profesión, reflejado en la tranquilidad de su rostro, le erizaba la piel.

Era un hada de las acuarelas.

Inesperadamente (debido a que fue espectador de sus arranques de histeria y por la exigencia con la que se manejan los artistas ya de por sí), el chico se las había arreglado bastante bien para llevar a cabo la prueba sin ni un solo petitorio o pregunta de por medio. El juez sabía, o bien sospechaba, que Seungmin no tendría las suficientes comodidades para llevar a cabo su tarea, y eso era parte del desafío, que supiera salir adelante en cualquier condición. Debía dibujar al lado de una ventana, con un cartón de apoyo, en una hoja cualquiera y malograda, con un pincel que hasta los pelos perdía al rozarse con las acuarelas, a las cuales no se les podía exigir brillo e intensidad de lo usadas que estaban.

Fue una grata sorpresa el hecho de que Seungmin no se haya quejado nunca desde que upo lo que tenía que hacer. Demostró que su único objetivo era completar lo que él creía la prueba: copiar la postal que la ventana te ofrece. A Hyunjin no le quedaron dudas de que el pequeño Kim más que nadie deseaba llegar a buen puerto con este trato.

WATERCOLORS || HyunMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora