WATERCOLORS || HyunMin

❀; Twenty Four.

Entonces, cuando Felix creyó que ese dia seria uno tranquilo donde él y Seungmin pasarían el rato charlando y aclarando varias cuestiones, el mayor invasor y el menos sospechado hizo acto de presencia. El pecoso adopto una posición defensiva al verlo; desde que su mejor amigo decidió vivir en su casa, no le gustaba que Hwang estuviera allí.

— ¿Otra vez tú?— Inquirió el dueño de casa con molestia.

— No vine por ti, Felix. Hazte a un lado. —Lo corrió y se metió con confianza en la casa del rubio. —¿Y Seungmin?

La mirada del más alto iba mas allá de la presencia de Felix, sus ojos buscaban al pequeño adolescente que se hallaba de huésped.

— No está.

La respuesta fue tan absurda y cómica que Hyunjin no reprimió la gran carcajada que le salió cuando apenas el pecoso negó la presencia de su aprendiz en la casa, éste salía de su habitación, listo para salir.

De verdad era gracioso ver cómo Felix se empeñaba en separar a esos dos, aun cuando no existía nada entre ellos que no sea trabajo, o bueno, por lo menos esas eran las intenciones provenientes de ambas partes.

El color rojo que su cara iba tomando a causa del enojo asustó un poco a Seungmin, pero no lo detuvo para ponerse al lado del más alto.

— ¿A dónde vas?

— A mi tercera prueba.— Se encogió de hombros mientras se dirigía a la puerta seguido por Hyunjin.

Se sintió raro no darle explicaciones a Felix, era como si fuera aunque sea un poco más independiente y lo reconfortó. Después de todo, los avances de Seungmin eran así; lentos, pero seguros.

— ¡Hyunjin!— Gritó mientras corría para alcanzarlos antes de que se subieran al auto. —Mejor que lo traigas temprano y no me vengan con excusas.

— No prometo nada.

Una de las cosas que mas amaba de ir a buscar a Seungmin era hacer enojar al pecoso debido a su insistente obsesión por proteger al pobre chico que ahora se estaba subiendo a su auto.

— Cualquier cosa te aviso, Lix.— Dijo el menor de todos desde la ventanilla.

Y el auto comenzó a recorrer las calles colmado de expectativas para ese dia; era obvio que esos dos tenían planeado cada uno en sus lindas y ocurrentes cabecitas volver a dormir juntos, aunque su condicion fuese muy rara.

En el trayecto no hubo mucho que contar, ya que la noche habían hablado bastante también, pero no por eso hubo silencios incómodos, la radio los hizo reír y para hacer más evidente la confianza que se había formado en muy poco tiempo, Seungmin se animó a cantar algunos temas en la radio, más cuando empezó Colors de Day6. Muy en el fondo sabía que la cantaba con más ganas porque se trataba de una canción que describía su vida a la perfección, sobretodo en en la parte donde se habla de aquella persona que da luz a su vida, la cual él no tiene, mas no pierde la esperanza de que existe en algún lado. Cargado de entusiasmo y una melodiosa voz como medio de comunicación, le otorgó al conductor de ese auto de alta gama color negro una de sus canciones favoritas, sumado a eso, la posibilidad de ver un Seungmin auténtico, uno que hacía mucho no salía.

— Yo quiero ser esa persona.— Comentó Hyunjin una vez que la canción terminó.

— ¿Eh?

— Quiero darle color a tu vida, Seungmin.— Le confesó sin saber qué rayos estaba haciendo. —Por favor, no hagas preguntas acerca de nada porque ni yo las tengo, solo sé que quiero verte feliz y voy a intentar solucionar cada uno de esos problemas que tienes, ¿sabes?