❀; Fifty One.

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— Muy bien, Kim Seungmin, puede comenzar a explicar esta bella obra de arte.— Informó Hwang Jinyoung.

Si el pequeño Kim no se desmayaba en ese mismo instante, no lo haría nunca más en su vida. El mismísimo director del Museo Nacional de Artes Visuales estaba por evaluar la pintura que había hecho en medio del apuro, las lágrimas, los nervios y la música. Su suegro sería el que definiría si ese preciado papel que certificaba legalidad y toda una vida de dedicación estaría o no en sus manos.

La sala se hallaba en su silencio sepulcral, nadie se animaba a decir ni una sola palabra, o quizá sabían que simplemente no era su turno de hablar y preferían mantenerse al margen.

Alguien había colgado su obra en la pared. Seungmin debía estar parada justo a su lado para poder explicarla mientras que, a sus costados, se encontraban tres atriles más con más cuadros, pero en éstos no se podía ver qué era lo que contenían, ya que se encontraban cubiertos por finas telas de color blanco.

Para completar, fremte a él estaban los sillones, donde la señora Hamin y el señor Jinyoung, quienes lo miraban pacíficamente mas sin perder su expresión neutral, para no dejar del lado el concepto de que ellos seguían siendo los profesionales. En en un costado, un poco más apartado, pero en el mismo sillón su novio lo miraba con optimismo y nervios, él más que nadie quería que su pequeño lo hiciera bien. En un momento hasta llegó a hacer algunas señas con la mano, como si quisiera expresar calma, mas no era el sentimiento más indicado que podía pedirle a Seungmin.

El chico que estaba a punto de exponer carraspeó levemente un segundo antes de colocar su mejor expresión facial y por último, empezar:

— Realicé esta obra en aproximadamente tres minutos, o quizá menos, por eso la sencillez de la misma. Seguramente se preguntarán por qué en tan poco tiempo y yo les contaré la razón: resulta que esta sería la última prueba por la que pasaría antes de conseguir mi matrícula, o bueno, ese era el trato entre Hyunjin y yo. Esta prueba en particular, por ser la última, debía elegirla yo. La única condición se basaba en que mi arte tenía que nacer del arte de alguien más y yo no tuve mejor ocurrencia que llevar a cabo mi pintura el día del festival de Hyunjin.— Por un momento sintió la tensión de la familia al mencionar la pasión de su novio, sin embargo, continuó: —Con su canción y sus movimientos, me inspiré en esto que ven; Las cuatro manos en la parte inferior son nuestras propias manos, las mías y las de Hyunjin, y están apuntando hacia arriba por la única razón de querer alcanzar el cielo. Ese día, ambos definiríamos nuestro futuro, tanto su hijo como un trainee como yo, que definiría si me darían mi certificación o no, es por eso que ambos estábamos en busca de la gloria. De ahí también viene el fondo, está divido en dos, la mitad inferior es gris y hasta negra ya que nuestro alrededor en ese momento era de ese color, la incertidumbre, el malestar, la presión y muchos otros sentimientos nos ahogaban y no había más que oscuridad, aunque siempre nos acompañaba el pensamiento de que la luz del día en algún momento llegaría, y todavía no sabemos si llegó, pero sabemos que hicimos todo para alcanzar el cielo, y he ahí el celeste de la parte superior, porque hasta donde queremos llegar, donde nuestras manos quieren sentir...— Un largo suspiro permitió que Seungmin respirara. —Gracias por escuchar.

Una pequeña ronda de aplausos lo siguieron, sonrió todavía nervioso, pero orgulloso, no de su obra, sino de haber podido hablar sin que le agarrara un ataque en el medio.

— Eres un arte de persona, Seungmin.— Soltó el señor Hwang. —Ahora veo por qué mi hijo vive embobado por ti.

El mismo Hyunjin giró su cabeza hacia otro lado a causa de la pequeña vergüenza que le generaban las palabras de su padre.

— Ahora, te ruego que me respondas... Para ti, ¿quiénes son las personas que pueden crear arte?

Seungmin no lo dudó, desde siempre conocía esa respuesta.

— Cualquier persona son una sola mano puede crear arte, no hay limitaciones, no obstante, todo lo que tenga una mancha de pintura puede ser considerado arte, en ese caso, hay muchas porquerías que no son dignas de estar en una vidriera aunque sean muy difíciles de etiquetar o criticar.

Hwang Jinyoung oyó la contestación con atención y asintió a cada una de las palabras del pequeño Kim, mas su serie de preguntas no se detuvo.

— ¿Crees que la vida privada de un artista se refleja en sus obras?

— Eso depende cien por ciento de la persona. A mí me gusta trasladar mis pensamientos a todas mis pinturas, es la mejor manera que encontré para expresarme, el único momento en el que puedo ser yo por completo, no obstante no todos son así. Picasso pintaba como un infante, sin embargo fueron ocho las mujeres que pasaron por su vida y de las que se conoce, ¿y usted puede verlo eso en sus obra? ¡Claro que no! Él era un niño cuando pintaba y un hombre fuera de su taller. Benito Quinquela pintaba desde su ventana el puerto que tenía frente a su casa. ¿Lo ve? Los pintores creamos lo que sentimos, lo que necesitamos y no siempre se trata de nosotros.

El silencio, el silencio otra vez. El silencio significaba gloria, pues Seungmin lo había logrado, había conseguido su tan preciado título y solo faltaba que él lo supiera.

— Felicitaciones, Kim Seungmin. Usted ya es licenciado en artes visuales. Puede pasar mañana a primera hora por nuestra sede que se le será otorgado el certificado.

Y el nuevo licenciado lloró, no pudo evitarlo, y continuó llorando entre muchos agradecimientos. Los señores se retiraron y fue ahí cuando Hyunjin se acercó a abrazarlo con fuerza mientras las lágrimas de felicidad continuaban bajando y recordó ese mes y algunos días, por todo lo que había pasado, todo lo que su vida había cambiado en tan poco tiempo, lo feliz y dichoso que era ese pequeño fragmento de su existir. No era capaz de creer todo lo que le estaba aconteciendo, mas sí podía sentirlo y ver lo real que era todo aquello.

— Gracias, Hyunjin, gracias por aparecer en mi camino.

— Te amo, Seung. No puedo estar más orgulloso de mi hermoso novio.


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¡Hola, perfecciones!

Aaaaaaah no saben lo que tuve que leer para poder hacer este capítulo bien. Me leí mil quinientas biblias acerca de la vida de Picasso un poco bastante de la de Quinquela, pero de él ya sabía bastante, es más, en multimedia les dejé mi pintura favorita de él <3, pintaba hermoso y encima era argentino.

¿Ustedes qué creen? ¿Tengo algo que ver o no con el arte? ¿Creen que pinto o solo es parte de la temática de la novela? Después les respondo la verdad 7u7.

Che, se acerca el final.

Nos leemos luego ~.

— D a n o n i n o .

WATERCOLORS || HyunMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora