Despertar y tener que aceptar que Seungmin se iría de su casa era convertía su realidad a una muy difícil de asumir, por lo que ahora realmente sin importarle a qué hora llevaría a Seungmin de vuelta a lo de Felix o todo lo que este ultimo podria hacer en torno a la estabilidad de su salud, se tapó la cabeza para cubrirse de la luz del sol y siguió durmiendo. Al fin y al cabo, solo se levantaría si el pequeño lo quería y no veía ni la más mínima intención por parte de este para abrir los ojos.
Durmió un rato más hasta que sintió a su compañero removerse entre las sábanas, todavía desorientado. Admirar todo el proceso por el que el pequeño Kim transita antes de estar completamente despabilado debería considerarse como una manera de curar enfermedades. La forma en la que se tallaba los ojos y observa a su alrededor inocentemente era la única forma de dijera que estaba feliz por tener que abandonar su preciada cama un dia mas.
Tomándose su tiempo, se sentó en la cama y bostezo, a la vez que trataba de encontrarse a sí mismo en esa habitación. Al parecer, luego de un rato hizo memoria de todo lo que sucedió el día anterior, y su cara se relajó automáticamente.
— Deja de mirarme tanto.— Le dijo mientras se volvía a acostar entre los brazos de ese chico extraño pero familiar.
— Cuando dejes de lucir como el ángel más bello que existe, lo dejaré de hacer.— Comentó sin pensar.
Seungmin levantó la cabeza y lo contempló un poco bastante perplejo. ¿Hwang Hyunjin había proferido esa frase para él? Lo había tomado totalmente de sorpresa, mas estaba bien, le encantaba que le dijeran cursilerias de ese tipo, lo hacían sentir querido. Aunque, por otro lado, no le gustaba adoptar una actitud tímida a causa de ese tipo de situaciones, provocando que se le hiciera difícil actuar de una manera normal. Odiaba eso, se suponía que estaba a días de cumplir dieciocho años, no podía seguir actuando de esa forma.
Por suerte, Hyunjin era muy perceptivo ante estos comportamientos y siempre sabía cómo hacer que se volviera a sentir cómodo.
En esa posición, Seungmin aprecio mucho mas los rasgos del pelinegro, y aunque le gustaron sus ojos oscuros y profundos, así como su nariz perfilada y su mandíbula perfectamente dibujada, se concentró en sus carnosos labios, esos a los que le quedaría exquisitos un piercing en ellos. Pálidos y sin vida, algo rajados, pero aun asi muy apetecibles.
La manera tan poco disimulada en la que Seungmin se deleitaba con la vista puso nervioso al sueño de la cama, no por sí mismo, sino por el más pequeño.
Lo poco que su mente pensaba en la mañana lo obligó a cortar con ese contacto que estaba pisando sus límites.
— Ya, vuelve a acostarte.
Le bajó la cabeza con una mano y lo apretó contra sí mismo, mientras que Seungmin lo rodeó con los brazos todo su torso y escondió su cabeza en el pecho contrario. Sus piernas también estaban enredadas y aunque ninguno de los dos se animara a decir qué estaba pasando ahí, la escena era una de amor.
Como si el mundo estuviera en su contra, la risa de una niña y los fuertes pisotones por la escalera los asustaron, pues en esa posición se estaban durmiendo otra vez. Para cuando quisieron separarse ya era tarde; apenas levantaron la cabeza, una niña de no más de ocho años se presentaba en la puerta de la habitación, vestida de rosa y con dos colitas en su pelo largo y negro, nos miraba con los ojos grandes producto de la sorpresa por vernos en aquella situación.
— ¡Hayeong!— Gritó una voz femenina desde abajo.
El cuerpo acostado junto al artista se puso tenso en tan solo una palabra, con una simple voz, y eso también lo alertó.
— Dame un segundo, Seung.— Le dijo Hyunjin al oído mientras se levantaba de la cama.
Las manos del chico en problemas fueron a parar a su pelo, intentando acomodarlo lo mejor que pudiera, se refregó la cara y soltó un suspiro, dispuesto a hablar, sin embargo, la niña de rosa se le adelantó.
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WATERCOLORS || HyunMin
Fanfiction( ❀ ) . . . H Y U N M I N ↶ Hwang Hyunjin and Kim Seungmin. ❝ Fue el mejor trato que pudimos pactar jamás. ❞ En esa desabrida oficina ambos allí, estáticos, iluminados por el bello mural de la pared del fondo. "-Ayer estabas muy confi...