WATERCOLORS || HyunMin

❀; Thirty Nine.

Incluso si era una condición normal y un gusto muy común en muchas personas, continuaba sin comprender cómo es que estas mismas aguantan por tanto tiempo sin compañía y sin aburrirse. Una opción era tener mascotas, pero aun así para Seungmin continuaba sin ser suficiente.

Para una alguien tan dependiente de las personas como lo era el artista, se trataba de una necesidad el tener alguien al lado con quien hablar y convivir, por lo que no importaba si le explicaban mil veces, para el era incomprensible.

En la mente de ese chico estar en compañía de nadie era sinónimo de estar cansado y a la vez muy aburrido.

Solo en la casa, tratando de hacer algo que no implicara a Hyunjin en el medio. Debido a que la última semana se habían vuelto uña y carne quería salir por si solo y abandonar un rato la casa que tan vacía se sentía. Estaba bien estar juntos y compartir todo tipo de momentos, pero también era genial tener espacio para uno mismo, mas Seungmin no encontraba ese espacio por lo que tuvo que crearlo.

Su semana se vio irrumpida por esa feria a la que anhelaba ir de la cual se enteró por los periódicos, porque sí, Seungmin continuó comprándolo, y como no negaba ser el niño más caprichoso de todos, acomodó cosas necesarias en su mochila, se vistió cómodamente de acuerdo al día, que no decía ser caluroso, pero tampoco frío, sus llaves, dinero de sus ahorros porque de seguro querría comprar algo y sus auriculares para el camino ya que Day6 hacía los trayectos más cortos, interesante y relajantes.

Avisó a Felix que no estaría de regreso en un largo rato ya que estaría en la feria de la plaza central, solo, sin Hyunjin. Caminó hasta la para de autobuses, la misma que lo recibió al bajar del transporte cuando se fue de casa y tomó otro micro, uno que lo llevaría hasta la dichosa atracción que proponía el día.

No tardó mucho en llegar, o bueno, ese era el efecto de ir con su música favorita de compañía. Se sorprendió al ver tan enorme despliegue de puestos vendiendo todo tipo de objetos artesanales, completamente hechos por los mismos vendedores.

La emoción por pasar un buen rato allí se evidenciaba en el brillo de sus ojos, amaba ese tipo de cosas con todo su ser, eran de sus favoritas. Cualquier cosa hecha a mano era motivo de admiración para el castaño, ellos eran artistas como el, como si se tratara de sus colegas, por lo que no podía evitar sentirse identificado con todos ellos y hasta incluso podía decir que por su cuerpo corrían buenas vibras, algo asi como si fuera muy bienvenido entre las personas de esa rama.

Entre las calles y los caminos que conformaban la plaza, se detuvo en cada uno de los puestos a apreciar cada uno de los bellísimos productos detenidamente que los vendedores ofrecían, preguntó precios, y charló con muchas personas que se encontraban tanto comprando como vendiendo.

Y dentro de tanto que había en un mismo lugar, hubo un puesto que le llamó curiosamente la atención: del borde de la manta que simulaba ser el techo de ese puesto, colgaban diferentes tipos de trabajos, pero Seungmin no se había acercado por todos ellos, sino por unos en especial: los hermosos atrapasueños que le gritaban que se acercara se meneaban al ritmo del viento, exigiendo al chico de cabellos ondulados que les echara un vistazo. Los que mas resaltaban eran los que se lucían por ser de diferentes tonos del mismo color, respetando la gama, otros más aburridos eran blancos y negros, los naturales que eran casi completamente de madera así como las decoraciones con las que estaba hechas y por ultimo los que más le gustaban a Seungmin, fueron esos que tenían muchos colores, pues le recordaron a la canción de su banda favorita y, además, a las palabras de Hyunjin cuando la cantó frente a él.

«— Quiero darle color a tu vida, Seungmin.»

Sin dudar, podía decir que su vida comenzaba a tomar el color que alguna vez tuvo, y era lindo continuar esa racha con algo tan bonito que con aquellos objetos que siempre le gustaron.