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Tarde en la noche, después de horas de tristeza y angustia, Seungmin dejó que Morfeo se lo llevara lejos

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Tarde en la noche, después de horas de tristeza y angustia, Seungmin dejó que Morfeo se lo llevara lejos. Su cuerpo permaneció sentando en el polvoriento suelo, con la cabeza y los brazos sobre la cama sin hacer, en una incómoda posición que le traería, como mínimo, un inaguantable dolor de cuello. El agotamiento mental se trasladó a todo el cuerpo, como si estar triste lo cansara lo suficiente como para no moverse hasta que el sol al día siguiente le golpease el rostro otra vez, entonces tendría que fingir que lo anterior no significó la gran cosa, aunque nada se hubiera solucionado.

Ese era el proceso de una vida infeliz, ¿no?

Su vida se encontraba en constantes vueltas sin sentido y ratos amargos inventados por él mismo y su temperamento. Da fe de que entrega lo mejor de sí para que los vientos que azotan su vida cambien de dirección, las piedras del camino se van haciendo cada vez más grandes de atravesar, los zapatos que sus pies cargan son cada vez más pesados y la lluvia que golpea su cara se torna más fría con el pasar del tiempo. No está seguro de que podrá lograrlo, no se siente capacitado para esa lucha.

Cuando Felix y Changbin volvieron a la dulce morada, lo primero que hicieron fue ir a ver a Seungmin y cerciorarse de su bienestar. Felix se adelantó a su novio; golpeó la puerta de la habitación de su pequeño inquilino, y fue respondido con silencio, por lo que no lo pensó dos veces e ingresó. Apenas vio a su amigo tirado, se espantó de su estado y corrió hacia él.

―¡Seungmin! ¿Qué te ha ocurrido? ―le preguntó al cuerpo que yacía sin conciencia.

Por supuesto que después del chillido de Felix, Changbin pudo evitar aproximarse a la habitación a la velocidad de la luz. Al encontrarse con tal escena, no esperó y ayudó a su novio a colocar el cuerpo de su hijo postizo sobre la cama.

Fue inevitable que, como consecuencia de tanto movimiento, Seungmin abriera de a poco los ojos.

—¿Qué pasó? ¿Qué hora es? ―preguntó todavía dormido.

—Son las once de la noche ―informó el pecoso. ―¿Estás bien? ¿Cómo es que te dormiste así, Seungminie?

Seungmin odiaba ese tono cargado de preocupación de su amigo, bastaba con mirarlo a los ojos para ver lo doloroso que era para él ver a su pequeño amigo en no muy óptimas condiciones, le costaba no poder hacer mucho. No le gustaba que Felix se angustiara por sus estupideces, eso solo lo hacía sentir peor.

Dirigió sus ojos hacia toda la habitación, diviso a Changbin, quien tenía la mirada clavada en el suelo y eso lo hizo sentir un poquito mejor.

Sus herramientas de trabajo estaban tiradas si un orden sobre el ropero, y eso no algo típico de él, fue la forma más rápida en la que la pareja pudo advertir que algo había ido mal por la tarde, y es que Seungmin tiene la costumbre de ordenar todo lo que desordena, es un chico muy cuidadoso y detallista, jamás dejaría nada desparramado por ahí.

WATERCOLORS || HyunMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora