50-Disculpas

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Pov. David:

Me despierto con un tremendo dolor de cabeza, Dios pareciera que tuviera el cráneo levantado, abro los ojos poco a poco y veo que estoy en mi cama con la persiana bajada, todo está a oscuras, pero lo peor es el olor a alcohol que desprendo, el olor es tal que me levanto y voy corriendo al baño a vomitar, una vez terminado tiro por la cadena y me miro en el espejo.

Ya hacía años que no me emborrachaba tanto, desde los 20 o así, aunque la última borrachera fuera hace seis años, cuando tenía treinta en casa de Christian por navidades, pero ese día no fui el único que acabo mal, valiera la pena, ya que todos nos divirtiéramos, pero ahora ¿Adalia estará muy cabreada conmigo?, pienso mientras me miro en el espejo y veo mi cara, estoy pálido pero no mucho pero sobre todo lo que tengo es sed, me lavo los dientes y bajo como puedo a la cocina a beber agua, mucha agua, me tomo una pastilla para posteriormente llamar a mi amigo y jefe.

-David: Christian, soy yo que tal están las cosas por ahí? –digo bajando la voz.

-Christian: Anda amigo, ayer te corriste una buena y no me has invitado –dice burlona-mente mientras se ríe-

-David: Esta bien métete conmigo, pero quiero saber cómo esta Adalia y mi hijo, Dios, he de ser el peor padre de la historia .

-Christian: Ay el amor, con la resaca que has de tener y te sigues preocupando por ella, tranquilo ella está bien, preocupada pero bien y tu hijo esta con su hermana y tranquilo, no eres el peor padre, créeme los hay peores, solo te has emborrachado nada que no se pueda solucionar, ahora descansa ya pasaré a verte más tarde.

-David: Esta bien, gracias.

-Christian: De nada y descansa y dúchate hueles a alcohol hasta aquí, jajajja.

-David: ja ja ja, que risa Anaconda.

-Christian: Vale, me callo seré bueno –dice para colgar, después de nuestra divertida charla me ducho, me pongo el pijama, subo la persiana y abro la ventana para disipar el mal olor, mientras tanto vuelvo a bajar por agua, cuando subo, cierro la ventana y vuelvo a bajar la persiana para volver a dormir.

Pov. Hanon:

Anoche tras recibir la llamada de mama donde nos informaba de que lo habían encontrado y después de dejarlo en su casa, todos nos reunimos en la mía para hablar de lo sucedido, al finalizar la charla mama me pidió si hoy podía cuidar a Mike cosa que acepte gustosa pero sé que aún sigue preocupada por lo que decido ir a la oficina a visitarlos en la hora de la comida, cuando llego los encuentro comiendo en la cafetería.

-Jerall: Cariño –dice para venir a besar tocar mi barriga de siete meses recién cumplidos- Qué haces aquí?

-Hanon: Nada quería veros y saber cómo estáis.

-Adalia: Bien, ven aquí mi amor.

-Hanon: Y David?

-Christian: Ya ha despertado, lo primeo que hizo al llamarme fue preguntar por tu madre y hermano.

-Jerall: Lo entiendo, se siente culpable.

-Adalia: Lo sé pero eso ya lo solucionaremos cuando llegue a casa.

Después de comer y despedirme de mi familia vuelve a casa con Mike.

Pov. David:

Me despierto sobre las seis de la tarde, justo la hora de salir del trabajo de mi esposa, aun me duele la cabeza aunque no tanto por lo que vuelvo a subir la persiana y abrir la ventana, bajo otra vez a la cocina a beber más agua y a tomarme otra pastilla, para ir al baño a lavarme la cara, después voy al jardín a respirar aire puro y a pensar y llorar, llorar de rabia, frustración e impotencia, por lo sucedido.

Si tan solo no lo hubiera escuchado, o mejor aún no hubiera ido a ese dichoso Cabaret.

-....: Amor –dice una voz a mis espaladas, para cuando me giro ahí la veo sonriéndome y con un ramo de rosas amarillas-

-David: Son para mí? –pregunto sorprendido a lo que asiente, para decirme que entre a casa, cosa que obedezco, me siento en el sofá mientras Adalia se pone de rodillas.

-Adalia: Lo siento, siento dudar de mis sentimientos, pero tal y como te dije ayer te amo a ti, James es pasado, no cualquiera consigue que una mujer de 46 años se enamore y tenga un hijo.

-David: Pero, soy yo el que tiene que pedirte disculpas, tú no tienes culpa de nada es toda mía.

-Adalia: No, no lo es, si yo hubiera escuchado lo que tú has oído yo también me habría ido, así que te pido disculpas- ante esto solo lloro-

-David: Lo siento es que no sé como sentirme.

-Adalia: Shhh, te entiendo –dice para darme un pico el cual yo prolongo hasta transformarlo en beso- Sonríe, no me gusta que estés triste.

-David: -asiento, para llorar y al mismo tiempo decir- me encantan las flores, recordaste que son mis favoritas.

-Adalia: Obviamente eres mi esposo, que clase de esposa sería si no se cuáles son las flores favoritas de mi marido? –dice un tanto cómica haciendo así que mi estado de ánimo mejore, el resto de la tarde la pasamos abrazados en el sofá viendo una de mis películas favoritas de humor, para sobre las ocho ir a buscar a Mike.

-Hanon: Ey veo que todo está bien –dice dándonos paso-

-David: Sí, siento los problemas ocasionados.

-Jerall: Nada hombre, por cierto le acabo de cambiar el pañal.

-Adalia: Que aplicado.

-Jerall: Obvio, he de practicar para cuando llegue la nuestra.

-David: Pues prepárate para no dormir porque trabajo te va a dar.

-Jerall: Lo sé, soy consciente.

-Adalia: Como se nota que aún no ha nacido.

-Hanon: Oye no lo traumes que se va y me deja sola con Eretria.

-Jerall: Eretria? La vas a llamar como mi madre?

-Hanon: Me gustaría ya que seguro que es parecida a ti –dice tocando su barriga-

-Jerall: Gracias –dice para besarla.

-David: Vale nosotros nos vamos antes de que esto se vuelva una escena para mayores de 18.

-Hanon y Jerall: Oye!!!-dice mientras nosotros nos vamos-

-Adalia: Esos dos sí que están bien.

-David: Y pensar que hace unos meses Hanon estaba con Bell y Jerall subiéndose por las paredes.

-Adalia: Si solo fuera eso, solo le faltaba el puñal para matarlos a ellos pero sobretodo así mismo por su gilipolled.

-David: Estoy de acuerdo.

Continuará

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