El ministerio de magia era un caos, todos se aglutinaban en el patio central de la sede del gobierno mágico, para poder ver, aunque fuese un pelo, de a quien los aurores traían, era un hombre con aspecto de rata, era Peter Pettegrew, este miraba nervioso a todas partes, buscando por donde huir o a quien pedir ayuda, se había llamado a una sesión de urgencia del Wizengamont , el máximo tribunal mágico.
En el centro del tribunal, estaba el ministro de magia, Cornelius Fudge, sudaba dentro de su túnica, podía estar ante un crisis sin precedentes si lo que decía Skeeter en su artículo era verdad, un hombre inocente se habria estado pudriendo por 11 años Azkaban, de ser así, muchos familiares de ex-mortigafos, podrían pedir que se les hicieran juicios nuevos, pues si se equivocaron con Black, ¿que impedía haberse equivocado con alguien más?, sin mencionar, que el ministerio tendría que darle una indemnización generosa al ex-prisionero de la lúgubre prisión.
"No pienses en la derrota Fudge, esos pensamientos no te llevaron a ser ministro de magia, mantente firme y ve como sacar provecho de todo esto."-se dijo a si mismo el político.
Todo el tribunal era un caos, todos hablaban al mismo tiempo, no podía mantenerse así la situación, en ese momento entró Albus Dumbeldore, caminando tranquilamente, miró la escena que tenia en frente, por lo cual sacó su varita.
-Sonorus.-Dijo el mago, apuntando su varita a su garganta.
-SILENCIO-dijo con voz firme.
Todos los miembros quedaron automáticamente en silencio y se sentaron en sus puestos, el ministro, aprovechó de tomar la palabra, habló de forma lenta pero firme.
-Hoy hemos sido convocados, para revisar el caso del señor Sirius Orion Black, gracias a la nueva evidencia que el departamento de aurores nos a proporcionado, por favor hagan pasar al señor Peter Pettigrew.
El tribunal, parecía un coliseo en miniatura, desde una de las puertas de la "arena", dos aurores, trajeron a un encadenado Peter, quien miraba con terror hacia todos los lados, su vista se fijó en el ministro de magia.
-Mi señor ministro, esto es un terrible malentendido, yo nunca fui el guardián secreto de los Potter.-dijo con voz temblorosa.
El aludido lo miró con una cara de mármol, sin responder a los ruegos del hombre, luego miró a Albus Dumbeldore.
-Profesor Dumbeldore, usted sabe que yo nunca fui del tipo de personas de hacer cosas grandes, usted me conoció, por favor sáqueme de aquí, lo ayudaré en lo que usted necesite-dijo más desesperado que antes.
-Tranquilo Peter, no te pasara nada malo, por ahora, ministro, si me permitiera, quisiera aportar nuevas pruebas al caso, ¿me autoriza?.
El ministro miró un poco confundido a Dumbeldore, pero no quería contradecir a su potencial mayor aliado político, dejaría que Albus se llevará la carga del juicio, de salir mal, la culpa caería en él y no en su persona.
-Proceda Albus.
-Muchas gracias ministro, por favor Alastor, has pasar a nuestro testigo.
Alastor asintió con la cabeza, se dirigió rápidamente hacia la puerta desde donde habían traído a Pettigrew, luego de unos instantes vinieron dos personas, una de ellas era Ninfadora Tonks, el otro era tu tio en segundo grado, Sirius Black, este seguía usando el uniforme de Azkaban, pero lucia mucho más limpio y alimentado que la última vez, cortesía de unas buenas comidas hechas por Remus.
-TU...TUUU..TTUUU....TRRAIDOR-dijo Peter al ver a su ex-amigo.
-Hola Peter, tantos años sin verte.-dijo con voz fría el aludido.
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Harry Potter y su conquista del mundo mágico
FanfictionUn ataque de ira mientras era maltratado por sus tíos iniciará una serie de acontecimientos que no solo cambiaran la vida de Harry Potter, sino también las de todo el mundo mágico. Todos los derechos de los personajes originales de Harry Potter le p...