Un ataque de ira mientras era maltratado por sus tíos iniciará una serie de acontecimientos que no solo cambiaran la vida de Harry Potter, sino también las de todo el mundo mágico.
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En plena noche, un barco mágico surcaba el cielo del amazonas peruano, era la nave voladora de la familia Araya, el "Fenrir", a medida que se desplazaban y para no ser vistos habían seguido a un grupo de nubes y volado dentro de estas.
- Deberíamos llegar a Machu Picchu en cinco minutos, caeremos en las cercanías, pues una barrera protectora cubre la ciudad, cortesía de nuestro amigo el canciller del ministerio peruano de magia, bajaremos en la selva y proseguiremos a la puerta de la luna, único punto ciego del lugar, ahí nos reuniremos con Dolores Cavero, ella es la actual hija de la luna y una anciana cascarrabias.-dijo molesto Luis I.-trátenla con respecto, ella junto al mocoso Quispe son las máximas autoridades peruanas, ella nuestra mejor opción de obtener sus armaduras, ¿entendido espartanos?.-dijo con firmeza el anciano.
-AU AU AU.-respondieron sus nietos.
-Bien, ahora, prepárense...expecto patronum...maxima.-dijo el inquisidor seguido de su nieto mayor mientras sacaban sus varitas.
Una nube plateada muy brillante emergió y tomó rápidamente forma de animales, para el adulto fue un lobo de pelaje casi blanco, mientras que el de su nieto era un águila, ambos patronus eran extremadamente detallados, excluyendo el brillo que a momentos se podía volver cegador, uno no podría distinguirlo de un ser vivo real, tanto Luis I como su nieto Sebastián se subieron al lomo del lobo, lo mismo hizo Luis III sobre su ave.
-REPLIÉGATE.-dijo el anciano al barco.
Como si de una hoja de papel se tratara, la embarcación se plegó sobre si misma rápidamente, hasta convertirse en una moneda, en un lado aparecían dos enanos, los enanos Sindri y Brokk, quienes hicieron el barco, al otro lado aparecían dos lobos, el símbolo de su familia, los tres miembros de la familia Araya cayeron, pero el descenso fue aminorado por sus encantamientos, quienes volaron majestuosamente por el cielo estrellado, cuando estaban a unos cientos de metros Luis I señalo una ubicación, acto seguido los dos mayores de edad hicieron una aparición mientras sus patronus seguían en rumbo a otra dirección, con esto buscaban despistar a quien pudiera haberlos visto.
-¿Lucho estás bien?.-preguntó el abuelo a su nieto.
-Si señor, solo necesito un instante para tomar un poco de aire.-dijo con la respiración entrecortada y con el rostro sudoroso.
Luego de unos minutos de descanso y otra casi media hora de caminata finalmente llegaron a su objetivo, la puerta de la luna, pero como esperaban, habían dos miembros de la guardia del sol, inquisidores peruanos bajo las ordenes directas del canciller del ministerio de magia o del chico Quispe, el mayor de los tres Araya se puso a pensar en las opciones que tenía, eran 3 contra 2, en la mayoría de las batallas ellos ganaban , el problema era que luego de eso se enterarían de su presencia, el que les borraran la memoria igual les dejaría rastros, lo que debido al lugar los llevaría directamente a ellos como culpables y sería la excusa perfecta para una nueva guerra del pacífico.
