Capítulo 50 : Los caballeros de Hogwarts IV

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Decir que la situación era mala era quedarse corto, para el desayuno toda la escuela sabia sobre su red de inteligencia del niño que vivió y los tres jefes de casa le descontaron tantos puntos que probablemente hasta los nietos de Harry estarían debiendo, cuando entro al gran comedor acompañado por Daphne y Tracey pudo sentir el odio de tres cuartos de la escuela sobre ellos, luego volteo sobre sus compañeros de casa, estos estaban molestos por las miradas que recibían por parte de los demás estudiantes, pero siguiendo las instrucciones de su líder no hicieron ningún comentario al respecto y tampoco reaccionarían a las provocaciones.

-Hola chicos, no pregunto como están pues no creo que muy bien, McGonnagal nos tuvo despiertos varias horas mientras registraban habitación por habitación.-dijo Neville sentándose con sus amigos como de costumbre.

-Espero que no hayan buscado represalias contra ti por ser amigo nuestro.-comentó Daphne preocupada.

-Lo intentaron, asumieron que yo era un espía y un seguidor de las artes oscuras, pero por suerte para mí la profesora Minerva los puso en su sitio rápidamente.

-Si te hacen algo nos dices.-dijo Harry que terminaba de beber un poco de zumo de calabaza.

-Gracias amigo, pero no quiero meterte en más problemas, además, tengo que enfrentar estas situaciones por mi mismo, no siempre puedo depender de ti para que me salves.

Tracey vio sorprendida la actitud de su amigo, cuando conoció a Neville le pareció un chico rechoncho y asustadizo, pero de buen corazón, ahora después de dos años era muy distinto, se notaba más seguro de si mismo, probablemente los entrenamientos en duelos que tuvieron los cuatro en la sala de menesteres, junto con recuperar a sus padres, hayan ayudado a sacar a relucir esa nueva faceta, que siendo honesta le agradaba mucho.

Los días pasaron rápidamente y ya era jueves, el campo de quidditch estaba casi listo para el enfrentamiento, una arena circular de 50 metros de diámetro estaba en el centro del estadio, por otro lado un par de alumnos estaban haciendo una pequeña fortuna con todo lo relacionado al duelo, estos eran los gemelos Weasley, quienes se encargaron de dirigir las apuestas, en circunstancias normales los profesores los hubiesen regañado, pero luego del incidente de las serpientes en las salas comunes y el buen compartimiento de David en sus clases nivel EXTASIS se ganó el aprecio de la mayoría de los docentes, que no solo permitieron las apuestas, sino que apostaron a favor del hijo de muggles.

En uno de los patios del colegio los gemelos ordenaban toda la información de las apuestas, estas estaban 4 a 1 a favor de David, los únicos que apostaron a favor de Harry fueron sus compañeros de casa, en ese instante apareció Sofía junto a sus amigas, se dirigían a una de sus clases, los hermanos pelirrojos sin perder tiempo guardaron todo rápidamente y se acercaron a las muchachas.

-Buenos días señoritas, tenemos un lindo día hoy, ¿no es así Fred?.

-Lo mismo digo George, sin mencionar que tenemos el placer de disfrutar de la belleza de cuatro hermosas damas.

-¿Que quieren los dos?.-preguntó ásperamente Ginny cruzando los brazos y frunciendo el ceño.

-¿Por qué reaccionas así hermanita?.

-¿Acaso no podemos darles un elogio a tan singular cuarteto?.

-Pues...NO, los conozco lo suficientemente bien para saber que traman algo, solo son tan aduladores cuando ese es su objetivo, como cuando quieren evitar que mamá los castigue la llenan de elogios sobre su belleza, pues bueno, yo no soy tan fácil de engañar, así que ahora díganme que quieren.

-Pues...nos pillaste hermanita.-dijo George mirando a su gemelo y guiñándole un ojo

-Siempre has sido la más despierta de todos nosotros.-respondió el otro gemelo entendiendo el plan.

Harry Potter y su conquista del mundo mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora