Capítulo 53 : Los caballeros de Hogwarts VII

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-Debes estar bromeando Rufus.-dijo incrédulo Cornelius Fudge.

-Usted me conoce por la suficiente cantidad de años ministro para saber que yo no bromeo.-dijo seriamente el jefe del departamento de aurores.

-Pero esto es peor de lo que imaginábamos, el chico Potter esta fácilmente casi al nivel de un auror en lo que combate mágico se refiere y por otro lado el chico Muggle pudo derrotarlo sin dificultad, excluyendo la parte en que este último por lo visto enloqueció, todo esto es alarmante, ¿como podemos controlarlos si se salen de control si ni Dumbeldore pudo hacerlo?.-dijo al borde del colapso nervioso el ministro de magia.

-Yo le había advertido ministro, el poner al muggle en la escuela solo trajo problemas, por otra parte Dumbeldore no puede controlar al mestizo de Potter, además este tenia a sus serpientes sin control por todo el castillo, estoy más que segura que en cualquier momento el buscará derrocar al director y luego al ministerio.-dijo con un tono muy elevado una mujer con aspecto de sapo.

-¿No hablarás enserio Dolores?, son solo niños.-cuestionó Amelia Bones, la nueva jefa del departamento de aplicación de la ley mágica.

-¿NIÑOS?, ¿QUE CLASE DE NIÑOS INVOCAN SERPIENTES GIGANTES O ENLOQUECEN Y CASI MATAN A SU RIVAL DE DUELO?-dijo molesto el ministro.

-No olvide ministro lo que paso antes con Williams, estuvo por poco, apunto de derribar el gobierno, ¿que pasaría si todo esto fuese un plan de Dumbeldore para crear su propio ejercito?.-dijo con tono chillón nuevamente la mujer con cara de sapo mientras sonreía.

-Dumbeldore nos a proporcionado mucha información valiosa, además de ser un importante vinculo con los muggles, gracias a esto hemos podido a atrapar por lo menos una treintena de mortifagos.-dijo el jefe de aurores.

-¿Y no debería ser el ministro quien viera todas estas cosas?, ¿o acaso el cargo de director de Hogwarts está por encima que el gobierno mágico?.-cuestionó Dolores Umbridge.

Los ánimos se empezaron a elevar en la oficina de reuniones del ministerio de magia, Cornelius estaba sentado con las manos sujetando su cabeza, finalmente la cólera lo venció y golpeó la mesa diciendo:

-SILENCIO, basta de discusiones inútiles, Dolores tiene un punto, le hemos dado mucha libertad a Dumbeldore, el gobierno somos nosotros, no él.

-Pero señor, es Dumbeldore de quien hablamos, no creo que ...-quiso empezar a decir Amelia Bones pero fue cortada por Umbridge.

-El ministro esta hablando así que se calla-dijo con un tono pedante.

-Dolores, te enviaré al colegio como mi representante personal, tu misión será observar todo lo que ocurra en el colegio para después informarme, Amelia encárgate del papeleo necesario, Rufus avisale a Dumbeldore de la medida, además has que algunos de los aurores que están en el colegio la protejan, no sabemos que podrían hacer Anderson o Potter.

Todos los presentes fruncieron el ceño, excepto la mujer con aspecto de sapo, quien sonreía, pero escondía malicia detrás de esta.

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Casi dos días habían pasado ya del duelo entre David y Harry, ambos estaban en la enfermería, aunque sus estados diferían uno del otro, en el caso del primero estaba conectado a varias máquinas en torno a su cama, científicos e ingenieros del MI7 estaban tratando de sacarle el reloj al joven Anderson, aunque este des-materializó su armadura, esta no quería separarse de su dueño, por otra parte Harry había que tenia que tomar un montón de pociones para sanar sus huesos rotos, además del agotamiento mágico que le produjo la pelea, hasta el domingo a medio día no habían dejado entrar a nadie para que los viera, ni siquiera familiares, finalmente estos pudieron entrar, por parte del niño que vivió entraron Daphne, Remus, Sirius, Neville y Tracey, por parte del chico muggle entraron Daniel, Elizabeth y Sofía, ambos grupos se miraron al ingresar a través de una cortina blanca con la cual madame Pomfrey había separado especialmente la enfermería para así alejar a curiosos, por parte de los adultos hubo miradas de preocupación, por parte de Sofía hacia los amigos de Harry hubo rabia.

Harry Potter y su conquista del mundo mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora