Un ataque de ira mientras era maltratado por sus tíos iniciará una serie de acontecimientos que no solo cambiaran la vida de Harry Potter, sino también las de todo el mundo mágico.
Todos los derechos de los personajes originales de Harry Potter le p...
Como día sábado los estudiantes llegaron más tarde al desayuno, sumado a que muchos se desvelaron por las diferentes fiestas improvisadas que se armaron luego del partido, uno de los que no se desveló fue Luis III, no había acompañado a su novia y a su hermano en la competencia de tragos contra los gemelos Weasley, de hecho se había ido a dormir temprano y puso un hechizo silenciador en las cortinas de su cama, necesitaba todas sus energías para lo que se le venía hoy, otro que lo acompañó con la misma decisión fue Miguel Quispe, quien llegó solo unos minutos después que él a la habitación. Para ambos era incomodo el tener que luchar juntos, no porque personalmente se llevaran mal, sino más bien porque no se conocían, ambos habían sido entrenados por inquisidores, por ende sabían que lo más importante en un equipo es conocer a tu compañero.
-Dios mio tengo la cabeza hecha pija.-comentó Martina mientras se sujetaba la cabeza con ambas manos mientras apoyaba los codos en la mesa.
-Deja de romper las pelotas boluda que tu voz hace que me duela hasta oír.-añadió su hermano quejándose también.
-Tú fuiste el boludo que me convenció de hacer esa estúpida competencia de bebidas.
-Más boluda fuiste tú de hacerme caso, sabes que no pienso, solo actúo.
-Pero al menos se levantaron temprano, eso es un logro.-señaló Jotaro.
-No nos íbamos a perder por nada del mundo el duelo de Lucho, la mejor forma de pasar una resaca es volviendo a beber, así que por favor gana para tener una excusa para hacerlo.-señaló el argentino.
En eso llegaron Miguel y Luis I.
-Buenos días jóvenes....ustedes dos tienen una cara de haber bebido hasta que todo les supo a agua, beban esto.-señaló dejándoles un pequeño frasco.
-¿Qué esto señor?.-preguntaron al unisono ambos hermanos.
-Les curara la resaca, aunque andarán con un sabor horrible en la boca por todo el resto del día, les sugiero tener a mano un paquete de chicles cada uno.
Sin cuestionarse mucho lo que les ofrecían ambos hermanos bebieron un sorbo cada uno, al cabo de unos instantes ambos estaban recuperados.
-¿Por qué anda con una poción contra la resaca?.-volvieron a preguntar ambos al mismo tiempo.
-Si ustedes creen que los viejos no festejábamos como ustedes se equivocan, mis hermanos bebían como si no hubiese un mañana, mi madre me enseñó a hacer esta poción y por costumbre siempre llevo un poco.-dijo con cierta añoranza.
-¿Y dentro de esa preparación que te daban venía el salir con sus primas?.-preguntó en tono pícaro Luis a su abuelo.
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-Exactamente.....MALDITO MOCOSO INSOLENTE, ERAMOS PRIMOS EN SEGUNDO GRADO CON TU ABUELA , NO FUE INCESTO!!.-exclamó inusualmente molesto el anciano mientras le aplicaba un coscorrón a su nieto.
