Capítulo 94 : Repercusiones internacionales.

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-¿Damian los tienes?.-preguntó Harriet Potter mientras iba en su escoba volando por la ciudad de New York.

-Si, van por la quinta avenida.-respondió su novio mientras surcaba los cielos en su unidad Prometeo.

-Apresúrate que no tenemos mucho tiempo.

-No quisiera llegar tarde a una cita con mi padre.-respondió de forma irónica.

-Solo capturarlos, yo te cubro.-respondió un poco ofuscada la chica.

-Lo que tú digas querida.

El adolescente cayó en picada sobre un camión, media hora antes ellos estaban tomándose un café en Manhattan cuando vieron como unos ladrones salieron de la treceava avenida, no hubiese llamado mucho la atención, de no ser que los ladrones eran muggles y esa calle era solo visible para magos, desde ahí emprendieron una persecución, ya era cerca de mediados de mayo y desde que por la mediocridad inglesa el mundo supo sobre la magia ocurrieron una serie de cambios, uno de ellos es que las mafias del bajo mundo muggle se aliaron con magos forajidos, en el peor de los casos con los rastreros, el mayor dolor de cabeza de los aurores norteamericanos.

-Aquí les habla Iron Man, detengan el vehículo y devuelvan las cosas robadas.-dijo el muchacho volando al lado del conductor.

Este gritó y dio un giro en la siguiente calle, el chico dobló igual que ellos, aumentó más la velocidad de sus propulsores, se posicionó sobre el camión y acto seguido lo levantó por los aires.

-"Esto fue fácil".-pensó para si mismo.

Más su victoria fue efímera, pues desde dentro del camión le lanzaron una maldición que lo empujó lejos, el vehículo empezó a caer, más desde el interior uno de los magos miembros de la banda hizo que cayera más lentamente, hasta que cayó nuevamente en la pista y siguieron en su huida.

-ALTO AHÍ, CUERPO DE AURORES DE NORTEAMÉRICA.-dijo Harriet mientras lanzaba maldiciones a las llantas del vehículo que hicieron que las ruedas se quedaran trabadas, haciendo que el vehículo se empezara a detener.-SALGAN DEL CAMIÓN CON LAS MANOS ARRIBA.-dijo mientras apuntaba hacia su objetivo.

Más la puerta salio volando en su dirección, teniendo el tiempo justo para volverla polvo, del vehículo salió un mago escudado por dos muggles con lanza proyectiles, apuntaron hacia la chica y dispararon, esta les aplicó un hechizo reductor y los hizo polvo, más un tercer individuo lanzó una granada lacrimogena, Harriet empezó a sentir como una picazón muy fuerte invadió sus vías respiratorias, luego fue como si tuviera asma, el respirar se le hizo difícil, en ese momento algo la elevó y la sacó de ahí, para luego ponerle un casco, era el casco del Prometeo de Damian.

-Por Dios no vuelvas asustarme así nunca, ¿vale?.-dijo preocupado el castaño.

-Gracias, ¿donde están los ladrones?.

Los malhechores empezaron a disparar misiles a varias direcciones, por donde transitaban personas en sus vehículos, el adolescente respondió enviando misiles quemadores de oxigeno, al impactar liberaban un compuesto químico que consumía en un instante el oxigeno circundante, con lo cual no se generaba una explosión de mucha magnitud.

-Harriet, los lanza proyectiles, tiene magia en su interior, están creando más municiones, dame una distracción y me encargo de esos tipos.-mencionó al dejarla en el piso y tomar nuevamente su casco.

Harry Potter y su conquista del mundo mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora