Capítulo 122 : Expedición al bosque prohibido II

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-Pie de manzana.

La contraseña hizo que la gárgola que vigilaba la entrada a la oficina del director abriera el paso, Madame Maxime dio cortos pasos por el estrecho camino en forma de espiral ascendente, detrás de ella venía la campeona de su escuela, Fleur Delacour y el agente Jean Luke Picard, los tres habían sido convocados para una reunión sumamente importante, los tres pensaban que probablemente se trataría de las olimpiadas mágicas.

-Bienvenidos.-dijo el profesor Dumbledore con su habitual tono amable y bonachón.-por favor tomen asiento.

Junto a él se encontraban John Stark, el jefe del MI7, Harry Potter y una niña de pelo rubio que levitaba por el aire. 

-Por favor Nimue procede a contarles lo referente a la profecía a nuestros invitados.-solicitó el director.

El hada empezó a contar todo lo relacionado a la batalla de la torre de Gryffindor, como luego de eso la profesora de adivinación proclamó una profecía que hablaba que siete individuos se alzarían para hacerle frente a Morgana y a los siete seguidores suyos.

-Creemos que la campeona de los Galos es usted señorita Delacour.-concluyó el profesor Dumbledore.

La joven que estaba sentada al medio de sus dos compatriotas quedó impactada ante la noticia, pues nunca se imaginó formar parte de algo como eso, Fleur durante toda su vida había luchado contra su condición inherente de ser una Veela, luchar para demostrar que ella era más que un rostro bonito, con esa convicción se esforzó en sus estudios y otras actividades académicas para poder mostrar lo que valía, el ser elegida como campeona de las primeras olimpiadas mágicas luego del fin del estatuto de secreto mágico era para ella la culminación de años de esfuerzo y sacrificio, pero ahora esa perspectiva se volvía un poco más oscura, recordaba haber visto un montón de veces junto a su hermana Gabrielle escenas de la batalla de Hogwarts y de Londres, a ella le dio miedo todo eso, pues una cosa era un competencia mágica donde todo estaba reglamentado y no saldría mayormente herida, pero otra cosa muy distinta era una guerra, donde podría morir o tener que matar a alguien para sobrevivir. 

Miró hacia los tres hombres frente suyo esperando que fuese alguna broma, más sus semblantes no parecían dar pie a ninguna broma.

-Esto...es muy difícil de asimilar señor.-exclamo sacando valor la francesa.

-Al menos solo has sido parte de una profecía, yo he sido parte de dos.-pensó Harry para si mismo.

-No eres la única persona que a venido a las olimpiadas mágicas y que a resultado ser uno de los siete escogidos de la profecía, tu amigo Sebastián Araya es otro.-comentó Nimue intentando reconfortar un poco a la rubia.

-¿En serio?.

-Así es, a él le tocará luchar contra alguien a quien se le asociará el pecado de la pereza, de la misma forma que a ti te tocará enfrentarte a alguien que encarne el pecado de la lujuria.

-Eso es un poco irónico, ¿no lo creen?.-señaló con una risa nerviosa. 

-Hemos hablado con el servicio anti-mágico francés y están al tanto de tu nueva condición, ellos ya están haciendo preparativos para que si decides volver a Francia ellos te protegerán día y noche.-afirmó John Stark. 

Fleur se llevó las manos a la cara mientras apoyaba sus codos en sus rodillas, sentía como en un momento una fuerza superior la había amarrado a una carga que ella no pedía, inhalo y exhalo durante unos instantes para luego volver a tomar la palabra.

-Esta Morgana...es la de las leyendas, ¿no es así?, ¿como es posible siga viva?.

Ahí fue turno de Harry de explicarle con lujo de detalle lo que él y sus amigos habían visto cuando exploraron las memorias de sus predecesores, hasta llegar al punto culmine con la reaparición de Morgana posterior al fin de la batalla de Hogwarts. 

Harry Potter y su conquista del mundo mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora