Capítulo 73 : Juegos de guerra IV

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-Mis muy estimados alumnos, he recibido noticias desde el ministerio de magia, como una forma de contribuir a la seguridad mundial el profesor Dumbledore a accedido dejar temporalmente su cargo como director del colegio.-dijo con falsa tristeza Dolores Umbridge.-por lo cual tengo el agrado de informar que a petición del mismísimo ministro de magia, ese puesto a sido otorgado a mi persona.-dijo feliz la mujer con cara de sapo.-debido a mis nuevas responsabilidades la clase de defensa contra las artes oscuras será ocupada por aurores LEALES al ministerio, espero que disfruten su desayuno.

-Esto es una locura.-pensaron tanto David como Harry desde sus respectivas mesas al enterarse de la noticia.

-Todo esto es ridículo, el ministerio en vez de tratar de mejorar las cosas se aprovecha de la situación para sacar a Dumbledore de Hogwarts.-dijo Tracey mientras se recostaba en un sillón dentro de la sala de menesteres.

-Le tienen miedo al director, deben creer que intenta apoderarse del gobierno o algo así.-comentó Daphne mientras bebía un poco de té cortesía de uno de los elfos domésticos.

-Ahora con el poder absoluto ella nos hará la vida aún más imposible, de hecho estos días no he recibido cartas ni de mis padres o de mi abuela, lo cual es extraño.-agrego Neville.

-Están haciendo un bloqueo de la información, quiere hacernos creer que todo esta bien, así evitará revueltas, Minerva no a vuelto desde la última vez que la envié, lo único que llega es el profeta que dice que todo esta bien, pero tengo una forma de obtener información sin lechuzas.-comentó el sucesor de Merlín.

-¿Y cual seria esa Harry?.-preguntó su amigo de Gryffindor.

-Debería estar llegando en cualquier minuto.-mencionó mirando el reloj que se movía constantemente dentro de la mágica habitación.

Las puertas de la réplica de la sala común de Slytherin dieron paso a tres personas, estas eran David, Ron y  Sofía, los tres miraban asombrados la habitación.

-Hola a todos, debo decir que esta sala es...fascinante.-comentó el tejón.

-Me alegra que mis indicaciones te hayan sido útiles, por favor tomen asiento, tenemos mucho que conversar.-dijo Harry mientras pensaba en tres nuevos sillones para ellos.-¿que informaciones tienes?.

-Bueno, la conferencia en Ginebra concluyo con un comunica en que varios países, incluido Gran Bretaña solicitaron a Dumbeldore que guiara los esfuerzos contra la amenaza conjunta de Grindelwald y Voldemort, luego esta lo que todos sabemos, que el ministerio aprovechó esto para tomar el control total de Hogwarts, además de cortar todas las comunicaciones tradicionales, pero el ministerio tuvo que ceder en algo, eliminó todas las prohibiciones que quería implantar en el colegio, aunque no pudieron eliminar lo de no enseñar magia defensiva practica, también no eliminaran estudios muggles, por lo cual mi permanencia y la del señor Weasley esta asegurada.

-¿Como te enteraste de todo esto?.-preguntó Tracey.

-Mi reloj tiene una forma de enviar mensajes, me tomaría un poco de tiempo explicar como funcionan, pero a menos que algo muy catastrófico ocurra tendré contacto fluido con el mundo exterior.

-Eso nos será de mucha utilidad, ahora queríamos mostrarte algo que encontré en la biblioteca.-dijo el peli-negro mientras sacaba de su mochila el libro extraño de la sección prohibida.-tiene el símbolo de tu familia, pero ni yo ni la señora Pince pudimos abrirlo, tiene un extraño mensaje en la portada, pensé en algún momento que se podría tratar de un anagrama, pero no encontré ninguna palabra coherente, quizás tu podrías tener una idea.

David tomó el libro, primero paso por encima su reloj.

-Mi reloj no detecta nada, según él, es un libro común y corriente.

Harry Potter y su conquista del mundo mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora