Harry Potter y su conquista del mundo mágico

Capítulo 98 : Vacaciones mágicas III

-Bien Harry concéntrate, el movimiento de la muñeca tiene que ser grácil, como si estuvieras haciendo caligrafía, el esfuerzo que pongas al momento de dibujar una runa influye mucho en el éxito de su aplicación.-dijo Nimue mientras observaba a Harry dibujando una runa en el piso con ayuda de su varita.

Una vez completado el circulo mágico, el adolescente extendió una linea entre esa runa con otra a unos metros de distancia.

-Le doy el honor de empezar su majestad.-dijo el pelinegro al hada de forma galante.

-Muy amable muchacho, pero el que te hagas el lindo conmigo no hará que disminuya tu carga académica.-respondió secamente mientras activaba el conjunto de runas.

Cientos, sino miles de estas creaciones mágicas se encendieron con un brillo amarillo-dorado, el lugar en el cual habían estado escribiendo era la base central del MI7 en Londres, por petición de Stark había sido necesario proteger el establecimiento en caso de un ataque de Morgana.

-Muchas gracias por su trabajo, valoro todo el tiempo que se tomaron en volver este lugar un poco más seguro.-dijo Stark amablemente.-¿les puedo ofrecer un café?.

-No gracias.-respondió Nimue.-me hace muy mal para la salud.

-A mi me puede dejar la cafetera entera.-dijo cansando el muchacho.

-DUENDE ESTÚPIDO!!.-se oyó gritar a David desde algunos pisos por debajo de donde se encontraban los demás.

-Creo que el café tendrá que esperar, vamos gruñón.-mencionó la muchacha mientras levitaba y hacía lo mismo con su amigo.

Por su parte Harry contenía una lágrima y maldecía a Anderson por lo bajo, en verdad quería ese café, ambos descendieron rápidamente y se dirigieron al área de desarrollo de nuevos equipos, ahí David y Omicron estaban en una nueva armadura tanto para el primero como para Harry, cuando llegaron a la puerta pudieron vislumbrar una discusión acalorada.

-¿NO PUDISTE AL MENOS HABERLA PINTADO DE OTRO COLOR?.-rugió molesto el castaño que presentaba un gran par de ojeras bajo sus ojos.

-Discúlpeme señorito sensible, ¿PERO QUE DEMONIOS ESPERABAS SI USAMOS ESCAMAS DE GALES VERRRRDE COMÚN?,¿QUE FUERA DE COLOR ROSA?.-respondió igual de molesto el duende.

-Veamos si el fuego te ablanda un poco la lengua.-dijo David mientras hacia brotar fuego de su mano izquierda.

Al mismo tiempo Omicon dejaba ver un reloj en su muñeca derecha.

-No sabes como he querido probar esto.-dijo mientras estaba apunto de apretar un botón que relucía en el centro.

-PAREN!-dijo Nimue alzando la voz.

Los dos aludidos se volvieron hacia ella, Harry pudo notar que el laboratorio donde se encontraban estaba sumamente desordenado, restos de comida instantánea llenaban el espacio, el rostro de tanto su amigo como del duende reflejaba cansancio, al fondo de la habitación podía ver dos armadura puestas sobre maniquíes, una se parecía a la de su Galahad, pero ahora con un diseño más estilizado, casi parecía una túnica con guantes y botas de color negro, por otro lado había otra de color verde esmeralda, pero que a diferencia de los Lancelots Alpha y Beta esta no era lisa, sino que compuesta por decenas y decenas de escamas, junto con un diseño más estilizado.

-¿Esta es un Galahad?.-preguntó el joven Potter para cambiar un poco el ambiente tan tenso que habían.

-Galahad Beta para ser más preciso, le hicimos mejoras junto a Omicron, logramos aumentar la densidad del superkeblar, pero sin que presentara un peso mayor, además a diferencia del otro, que vale mencionar que use piezas sobrantes de otros prototipos anteriores del Lancelot Alpha, este si reciba mucho daño irá desprendiendo capas de armadura, como si fuera...