Capítulo 88 : La batalla de Londres IV

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Mientras su esposa se enfrascaba en una lucha contra Bellatrix Lestrange el ex-cazador de Hufflepuff tenia su propio enfrentamiento, contra Lucius Malfoy, ambos al principio parecieron analizarse, preparándose para el ataque del otro, Daniel se movió lentamente, su rival lo imitó, ambos formando un circulo con sus movimientos, hasta que al igual que en una película de vaqueros ambos desenfundaron lanzándose encantamientos, el intercambio de ataques fue detenido cuando oyeron algo caer, era un avión de combate, una bruja en una escoba le había lanzado un finite incantatem para romper el efecto de la maldición imperio  al piloto, más este solo pudo reaccionar cuando estaba a escasos metros del suelo y se eyecto, siendo salvado por uno de las cazadores de mortifagos.

El patriarca Malfoy aprovecho la distracción y le hizo una señal a sus tropas para que vinieran a apoyarlo, en total eran cuatro, Daniel por su parte recordó, como ese fatídico 17 de Julio atacaron su hogar, esta vez al igual que la anterior vencería aún cuando estuviera en inferioridad numérica.

Los mortifagos lanzaron maldiciones hacia el castaño, ante lo cual se tuvo que esconder en un callejón, las explosiones de los hechizos empezaron a trisar la pared de ladrillo junto al edificio entero, por el rabillo del ojo vio como Lucius escapaba, decidido, el adulto salio de su escondite y apunto rápidamente un hechizo explosivo al pie de dos de los atacantes, estos volaron varios metros y cayeron inconscientes por la onda expansiva, ahí pudo ver como Lucius se alejaba, ya que pudo apreciar que los agentes MI7 estaban siendo acorralados por varios mortifagos.

Los agentes hacían lo que podían para aguantar la lluvia de hechizos que les caían encima, Lucius guió a sus fuerzas para eliminar a ese grupo, Daniel los seguía de cerca, necesitaba abrir una brecha, había un hechizo que le serviría, más nunca quiso hacerlo, en lo personal no le gustaban para nada las artes oscuras, aún cuando les encantamientos se le daban bastante bien, el castaño recordaba que en la escuela era bastante vago, de haber querido pudo haber sido el mejor de su generación, más el poder estar en una escuela mágica ya consumía toda su atención.

Recordó como había empezado todo su camino, un 24 de Julio celebra su cumpleaños número once, su mamá le había hecho un pastel el día anterior y su padre le había preparado huevos fritos con su receta secreta, fue a la "escuela de niños ricos y tontos" como le gustaba llamar al colegio al que su madre había insistido que fuera para obtener una buena educación, ahí sus amigos le habían traído regalos, incluida su maestra, en la tarde celebraron su cumpleaños, vinieron sus abuelos que le trajeron muchos regalos como era costumbre de estos, el que más le gustó fue un barco para construir, tenía el pasatiempo de armar diferentes cosas con su padre, era el punto de unión entre ambos, ya que el era historiador, mientras que a Daniel le gustaba trabajar con las manos, luego de armar cada modelo lo exponían en la sala, que cada vez parecía más un museo pues tenían una maqueta del coliseo romano, junto a una replica del avión de los hermanos Wright, todo había sido normal, ya era bastante tarde y sus amigos se habían ido, solo quedaban sus padres y sus abuelos, además de sus regalos, en ese momento le hubiese gustado haber tenido un hermano con quien poder jugar para no sentirse tan solo, su madre fue a atender la puerta que estaba siendo tocada, creyendo que se trataría de alguno de los pequeños invitados, más no era un niño, era una señora que vestía ropas muy, pero que muy pasadas de moda, quizás en los años veinte o treinta, no solo el niño vio extrañado a la visitante, sino también su madre, quien un tanto dubitativa preguntó:

-¿Puedo ayudarla en algo?.

-Si, ¿es esta la casa de Daniel Anderson?.

-Si, ¿es la abuela de alguno de los niños de la fiesta?, ¿se le quedó algo?.

Harry Potter y su conquista del mundo mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora