Capítulo 108 : Días del pasado futuro IV

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-Y así es como debes tratar a una dama cuando tengas tu primera vez.-concluyó Luis quien estaba recostado a un lado de las ventanas de la torre de astronomía.-lo curioso es que todo esto me lo dijo mi papá cuando él me dio la charla.

-¿Mi tío?, me sorprende que le sacarás más de dos palabras, generalmente el siempre responde con...

-¿Gruñidos?, si, ese es mi padre, pero a pesar de no ser muy elocuente si es muy observador, aunque tengo que agradecerle a mi tío  que me enseñara un poco de poesía, nunca subestimes la cursilería clásica en lo que a romance se refiere y...¿que estás viendo?.

Sebastián miraba fijamente hacia el bosque prohibido, él podía escuchar algo, lo llamaba, como un susurro, cerró los ojos y se concentro, se dejó guiar por ese llamado, imágenes empezaron a venir a su cabeza, se vio inmerso en lo más profundo del bosque, ahí vislumbró una cueva, se dispuso a caminar dentro de ella donde vio un hombre que usaba una gastada armadura que velaba por una espada majestuosa clavada en el piso, este hombre lo miró desde su yelmo y lo dejó pasar, en ese lugar había una pequeña niña,  lloraba amargamente y le dijo:

-Véngalos..véngalos..véngalos.

La escena cambió, apareció una aldea entre los árboles del bosque, niños jugando, parejas felices, gente que se unía a la naturaleza en armonía, luego...desde el cielo cayó fuego, una figura con alas de mariposa de color cobre reía maniaticamente, los hombres intentaban luchar, convocaban a los elementos de la naturaleza, relámpagos, ráfagas de vientos, lanzaban rocas y partes de árboles, pero aún cuando lograban nulificar ciertos ataques, la diferencia de poderes era abismal, los rostros de la gente gritaban en agonía mientras sus almas eran extraídas desde su cuerpo, primero una, luego otra, hasta completar cientas, estas se arremolinaban en tres objetos, una varita, una piedra y una capa, a él, la visión volvió a cambiar, los rostros de las personas se arremolinaron ante él y gritaban desesperadas:

-LIBERANOS!!.

-SÁLVANOS!!

-NO LO RESISTO MÁS!!

-ESTO ES UN INFIERNO!!

Cada vez se oía más fuerte, cada vez podía sentir más fuerte sus emociones, cada vez era más fuerte la desesperación que sentía.

-Si creen que son los primeros infelices en intentar destruir mi mente...se pueden ir al demonio.-pensó con todas sus fuerzas mientras cortaba la conexión con el bosque.

-HERMANO ESTOY AQUÍ, NO ESTÁS EN PELIGRO!!.-dijo en tono fuerte pero intentando mantener la calma. 

-Magia elemental...en el bosque...-fueron las palabras que alcanzó a decir Sebastián mientras respiraba aceleradamente para luego desplomarse agotado.


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-A partir de ahora la historia diverge, por una lado Uther e Igraine se casaron, al poco tiempo tuvieron a su primogénita, Morgana, su nombre viene de la unión de los nombres de los padres de Uther, Morg y Ana, ella nació con habilidades mágicas sobresalientes, por otro lado, yo en esa etapa de mi vida terminé mis estudios en Hogwarts, había aprendido todas las artes mágicas disponibles en esa época, Salazar no podía estar más orgulloso de mi, prefecto y premio anual, tanto como alumno de su casa como por ser su hijo, pues él llegó a adoptarme, me declaró su heredero, por años intento que me casara con su única hija, más mi mente estaba enfocada en otra cosa, en venganza, al igual que Voldemort, quise aniquilar a los muggles, pero sabía que no podría hacerlo solo, empecé lentamente a reclutar gente, huérfanos al igual que  yo, otros se unieron porque creyeron que podían obtener más poder y otros fueron obligados por mi voluntad, empecé a hacer redadas en aldeas muggles, no me satisfacía el hecho de simplemente aplicar la maldición asesina, no, yo los obligaba a matarse entre ellos, hombres que desgarraban los vientes de sus mujeres, madres que ahorcaban a sus hijas, en mi locura organizaba "torneos" donde niños muggles luchaban entre si por comida, solo quien sobreviviera recibía su sustento, utilicé los cadáveres de los fallecidos para practicar necromancia y lanzarlos en búsqueda de sus parientes vivos que lograban escapar, me deleitaba en aplicar la maldición cruciatus , de la cual...soy lamentablemente su creador, junto con las otras dos maldiciones imperdonables, verán, antiguamente existían dos formas de realizar encantamientos, la primera era usando magia no verbal, en donde simplemente visualizabas lo que querías hacer, como ustedes ya sabrán, esto era una habilidad muy difícil de lograr, la segunda forma era a través de "oraciones", eran una serie de palabras que describían lo que querías hacer, pero este método tenía la debilidad de ser poco práctico en combate, yo en mis años de estudiante logré encontrar una relación entre palabras cortas y poder, de ahí nace la forma moderna de los hechizos, me llegaron a llamar el príncipe de los encantamientos.-dijo con vergüenza.

Harry Potter y su conquista del mundo mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora