Capítulo 28 : Días del futuro pasado I

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Draco abrió los ojos lentamente, le pesaban, todo el cuerpo le pesaba, pudo sentir la brisa de una ventana abierta, su vista se fue tornando menos borrosa, ahí pudo notar que no estaba solo, se encontraba ahí su madre, durmiendo en un sillón de la habitación.

-Ma...dre...-dijo con poca fuerza, parecía que su garganta no había producido sonido alguno en un buen tiempo.

La mujer abrió los ojos de improviso y miró hacia la cama de su hijo, lo vio despierto, sus ojos pestañearon rápidamente, su boca se abrió un poco.

-Draco...-dijo casi en un susurro.

Se paró rápidamente y fue a abrazar a su hijo, lágrimas corrían libremente por las mejillas de Narcissa Malfoy.

-Maaa..madre, me aplastas.-dijo Draco sintiendo que le faltaba un poco el aire.

-Oh lo siento hijo mio, solo que estoy muy contenta que despertaras, yo tenia mucho miedo.-dijo evidentemente angustiada.

-¿Que me paso?, lo último que recuerdo es haber estado en el tren junto a Hermione y luego todo se puso oscuro.

-Bueno, luego de que te desmayaste, esta chica...Hermione, llamó rápidamente a los prefectos, estos quisieron despertarte pero tu no reaccionaste, luego los profesores te trajeron a San Mundo, ahí fue cuando nos llamamos, los sanadores estaban preocupados, pues cada tratamiento que te aplicaron no hacia más que empeorar tu condición, cada poción o hechizo te hacia gritar de dolor, casi embrujo un sanador por causarte tanto dolor, finalmente una medi-mago pudo estabilizarte, gracias a ella has estado mucho mejor, has estado durmiendo por más de una semana, hace unos días que terminaron las vacaciones de navidad..

La puerta se abrió, una medi-maga entro, tenia el pelo castaño amarrado en una trenza, vestía el uniforme del personal de San Mungo, usaba lentes que cubrían unos ojos de una mezcla entre azules y verdes.

-Me alegra ver despierto a nuestro paciente, ¿como te sientes?.

-Me siento muy adolorido y cansado.

-Voy a revisarte. -dijo mientras sacaba su varita y examinaba al niño.

Pasaron unos minutos, luego, la sanadora guardó su varita y le habló a la señora Malfoy.

-Su hijo esta mucho mejor, como recomendación, le sugiero hacer el mínimo de magia posible, eso le ayudara, creo que ya podría volver al colegio.

-¿Sabe que es lo que tiene mi hijo señorita Anderson?.

-De momento solo especulaciones, nada concreto, pero con el tratamiento que le dimos debería sentirse mejor, iré cada quince días a Hogwarts a hacerle algunos exámenes, ¿no hay problemas con eso?.

-No para nada, muchas gracias por su labor, por lo visto es la única persona competente en todo este hospital.-dijo un poco molesta Narcissa.

En ese momento, la puerta de la habitación fue tocada, Narcissa dejo que pasara , ahí entró Lucius Malfoy, vestido elegantemente con una túnica negra con algunos toques de plata en los bordes, caminaba pomposamente con el bastón donde guardaba su varita mágica. Ahí vio con satisfacción que su hijo estaba despierto.

-Buenas tardes a todos, me complace verte despierto hijo, ¿como te sientes?.

-Un poco cansado padre, pero mejor que antes.

-Me alegra saberlo, tengo un presente para ti, te compre una nueva Nimbus 2001, pero solo la usarás cuando estés completamente bien, si es que la sanadora lo autoriza claro.-dijo de forma educada mirando a Elizabeth.

Las miradas de los dos adultos se cruzaron, por un momento Elizabeth vio genuina preocupación de el padre por su hijo, pero luego recordó que por culpa de este hombre su esposo estaba en coma y sus suegros estaban muertos , por su culpa su cuñado había crecido sin su familia y su hija sin un padre, por su culpa ella no podía estar con el hombre que amaba, la poca empatia que había sentido por el sufrimiento de Narcissa al ver a su hijo que no despertaba se fue, usando toda su fuerza de voluntad mostró una sonrisa.

Harry Potter y su conquista del mundo mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora