NO ES UN MONSTRUO

28

  "Estas ahí, entre mis ganas de arriesgarme y el miedo a enamorarme"

                                                                                                         ***

Camino con Lucí tomando mi brazo hacia el estacionamiento, sabe que estaré con Jeff por que arrebato mi teléfono para leer  lo que me había escrito, agradezco que por ahora este aceptando mi relación con el, le conté que me pidió ser su novia de manera extraña.

  —¿Su ángel? ¿te preguntó si quieres ser su ángel?— pregunta y asiento apretando los labios, Lucí me ve un par de segundos y suelta una carcajada que hace que todos nos volteen a ver y que la maestra de química nos eche una mirada fría.

— No te rías, fue tierno—    trato de convencerme a mi misma de mis palabras.

  — Jefferson Cass, el tipo rudo, lleno de tatuajes y que aterroriza a todo el pueblo, diciéndote eso, perdón pero no puedo imaginármelo—   trata de no reír otra vez y yo también me esfuerzo por no hacerlo — aunque tal vez lo entiendo, en el tiempo que lleva aquí no ha tenido ninguna relación formal—

  — Tal vez sea por eso—  

— ¿Los chicos ya saben?—  niego — debes de decirles antes de que se enteren por otro lado. 

                                                                                         ***

— No lo veo, ¿tu lo ves?— lucí niega y sigue buscando con la mirada 

Escucho que un carro toca el claxon y volteo hacia mi izquierda, es el carro de Jeff, en cuanto lo veo sonrió y el me guiña. Baja del carro y camina hacia nosotras.

— Hola— me toma de la cintura pegándome a el y le sonríe a Lucí —¿Lista?— 

— Si— abrazo a Lucí — nos vemos mañana—  

— Vale, diviértanse chicos — se da vuelta y regresa por el pasillo.

— Oh ¡Oye Lucí!— Jeff le grita y vacila en regresar.

—¿Si?— me mira a mi y yo me encojo de hombros, también quiero saber que es lo que le quiere decir.

— Tengo un amigo, Jorden, ¿Lo conoces? —asiente— bueno, él quiere salir contigo ¿aceptas?— yo sonrió, nunca he visto a Lucí con alguien.

—¿En serio?— Jeff asiente —Lo pensaré— 

—Si aceptas podemos ir los cuadro a algún lado— Lucí lo mira con los ojos abiertos y solo asiente mientras retrocede y se va. 

— Vamos— me toma de la mano hasta la puerta de su carro y abre la puerta para mi.

—Gracias— sonrió y entra en el asiento del piloto — ¿ya me dirás a donde vamos? 

— Noup, ya lo sabrás— enciende el motor y arranca.

 Media hora después estamos en la carretera, en el radio suena "Back to black" de Amy Winehouse, la tarereo  y veo que Jeff me mira de reojo.

— ¿Falta mucho?— preguntó por quinta vez.

— Eres muy desesperada ¿sabias?—

—Si me dijeras a donde vamos o por lo menos cuanto falta para llegar, no lo estaría—

—Faltan solo cinco minutos— los nervios me consumen, Jeff pone su mano en mi pierna y le da un suave apretón. 

A lo lejos veo un enorme arco, dice "bienvenidos" con letras grandes, creo que estamos en el siguiente pueblo, pero este luce mas tranquilo y mucho mas pequeño, hay puestos de todo tipo en las calles, niños jugando con pelotas y perros callejeros siendo alimentados por señoras.

— Wow, es muy bonito— digo aun viendo por la ventana

—Es mi lugar favorito, aquí vengo cuando necesito olvidarme de todo—gira en una pequeña calle con piedras —Llegamos— dice señalando algo.

Es una pequeña casa de madera arriba de un cerro, esta rodeada de pasto y arboles.

— ¿Vamos ahí?— pregunto aun anonadada.

— Si,  te gustará—   se estaciona y bajamos.

No puedo dejar de ver la casa, es hermosa, el lugar perfecto para descansar.

—¿Es de tus padres?— 

—No, es mía, hace dos años mi papá me pregunto que quería de regalo de cumpleaños, un viaje o un nuevo carro, le dije que quería un casa en donde olvidarme de todo y mando a construir esta para mi— saca una mochila de la cajuela y me guía adentro de la casa.

Prende la luz atrás de mi y me sorprendo al ver lo hermosa que es también por dentro, tiene un sillón enorme alado de una gigantesca ventana, luce muy cómodo, una televisión pegada a la pared y varios videojuegos regados por la mesita de noche, hay una mesa alado de la estufa y unas escaleras que supongo llevan a el cuarto, es pequeña pero muy confortable.

— ¿Te gusta?— 

—Es hermosa, si yo fuera tu estaria aqui todo el tiempo—

—Podemos venir cuando quieras— me toma de la cintura y me gira para estar frente a frente.

Se inclina y me besa suavemente.

— ¿Quieres ir a caminar por el pueblo? podemos recorrerlo todo en menos de una hora— 

Caminamos tomados de las manos, es el pueblo más hermoso que he visto,  las calles están muy limpias, la gente es educada, no hay ruido, aunque he notado que varias personas ven a Jeff.

— ¿Que te parece si mientas vas por unos helados yo aparto esa banca de ahí—  es una banca que esta en la orilla de un barranco

— Me parece bien ¿de que quieres tu helado?—

—De  nuez, toma— saca su cartera.

— Yo puedo pagarlos Jeff— me quejo.

— Claro, el empoderamiento femenino — bromea y pongo los ojos en blanco.

— No tardes que ya te extraño— grita detrás de mi haciendo que las personas volteen a verme.

— Hola— entro al negocio y un viejito tierno me sonríe.

— Buenas tardes señorita ¿de que sabor quiere sus helados?

—Quiero uno de nuez y otro de chocomenta, por favor—  abre los refrigeradores y pone las bolas de helado en los conos— ¿vienes con Jefferson?— ¿que?

— Eh, si... ¿Lo conoce?— 

—El es el fundador de este pueblo— 

— ¿El pueblo es de él?— el me mira como diciendo que es lo que me acaba de decir.

— Así es, aquí venimos las personas que ya no podemos estar en los otros pueblos...—

"Las personas que ya no podemos estar en otros pueblos" esa frase se repite como tornado en mi cabeza...

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