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"Pero lo que tengo claro, mi amor, es que ninguna es ni será nunca, como tú."

***

Me despierto gracias a la voz de Alex repitiendo mi nombre, mis ojos se abren lentamente, mis ojos se encuentran con un Alex ya bañado y arreglado.

    — Es hora de seguir — me siento en la cama y me tallo los ojos, aun no entra luz de día por la ventada. 

    — ¿Que hora es? — 

— Las cinco de la mañana —  me avienta un blusa y la atrapo en el aire  — la conseguí en la tienda de recuerdos, estarás más cómoda y también compre esto — me da ropa interior, y siento que me pongo roja.

— ¿Esta abierta a esta hora? — 

— No, pero le ofrecí a la señora el doble por vendérmela — asiento.

    — Te la pagaré — 

— No te estoy cobrando Leni — se pone sus tenis  — iré a revisar que todo este bien con la moto, te espero en 15 minutos afuera — sale dando un portazo. 

Me lavo la cara, me paso las manos por el cabello tratando de acomodarlo pero es un desastre total, así que lo amarro, es cortito pero por suerte puedo hacer bien una coleta, me cambio la blusa y la ropa interior, guardo la que tenia puesta en la mochila.

Salgo del cuarto diez minutos después, Alex esta afuera recargado en la moto, habla por teléfono con alguien, en cuanto me ve asiente.

    — ¿Todo bien? —  

— ¿Tienes tu celular?    — asiento y lo saco de mi pantalón. Sin permiso, lo toma  — Lo siento, tengo que hacerlo — 

— ¿Hacer que? —  Me sobresalto cuando estrella mi celular en el piso, veo como salen piezas de el volando  — ¡Que te pasa! ¿estas loco? ¿sabes todo lo que mi mamá se esforzó para comprármelo? — lo levanto, esta la pantalla destruida.

 —Toma — me pone su celular en el oído.

—Cariño — escucho la voz de Jeff del otro lado de la bocina  —no hables, solo quiero decirte que solucionaremos esto pronto, mi papá me quito mi celular, estaba tratando de rastrear el tuyo, por eso le pedí a Alex que lo rompiera, estoy bien y tu también lo estarás ¿si?, el no te hará daño, solo quiere de vuelta los papeles que tomaste, no podemos arriesgarnos a que se quede con un pueblo que no le pertenece  —asiento aunque no puede verme  —nos veremos pronto, te amo —

Cuelga y le regreso su celular, la voz de Jeff me hace sentir segura, era lo que necesitaba.

    —Vayámonos — subo y la moto arranca.

Una hora después, empiezo a reconocer el lugar, si no me equivoco vamos a la ciudad ¿veré a mi mamá? ¿iré a mi antigua casa? ¿que hacemos aquí?

  — ¿Iremos a mi casa? — niega pero no dice nada más.

Veinte minutos después entramos al estacionamiento de un gran edificio, luce muy lujoso.

    — ¿En donde estamos? — pregunto bajando de la moto, Alex deja los cascos arriba del asiento y camina, se detiene en frente del elevador y presiona el botón.

    —Estamos en un departamento que mi papá renta, por suerte esta desocupado ahora mismo  — entramos al elevador, presiona el numero 10.

— ¿Que hacemos aquí? ¿Porque no fuimos a mi casa? — el elevador se abre y sigo a Alex por un gran pasillo.

NO ES UN MONSTRUODonde viven las historias. Descúbrelo ahora