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"Tantas palabras tan jodidamente bonitas en nuestro lenguaje y ninguna puede describir lo que tú me haces sentir"

***


—¡Leni! — volteo a ver a Jeff, tiene la mirada en mi vientre, bajo la mirada y veo que mi vestido tiene una mancha roja.

Mi vista se comienza a nublar y siento que me desvanezco.

—Leni... no cierres los ojos, por favor, no los cierres... —

Escucho demasiado ruido a mi alrededor pero no puedo analizar con claridad que es lo que esta pasando, veo borroso y Jeff me esta sosteniendo recargada en sus piernas.

Trato de mantener mis ojos abiertos pero de un momento a otro empiezo a sentir mucho sueño y mis ojos se cierran por voluntad propia.

—¡No, Leni! Ábrelos, ya esta aquí la ambulancia, no te duermas, por favor cariño— 

Lo miro a los ojos, muestran preocupación y tristeza, veo como una lagrima baja por su mejilla.

—Estaré bien— trato de decir, pero apenas las palabras salen de mi boca —lo prometo— miro a mi alrededor, todos me miran, mi mamá esta hecha un mar de lagrimas al igual que Mall y Lucí.

Veo a un par de paramedicos acercarse con pasos rápidos, le piden a las personas que se dispersen, toman mis pulsos.

—Están bajos, debemos llevarla al hospital ahora mismo— escuchó con una voz que suena más lejana de lo que realmente esta. 

Me suben a la camilla y me colocan una mascara de oxigeno, trato de seguir despierta pero me es imposible, mis ojos se cierran lentamente y ya no hago un esfuerzo por abrirlos.

Minutos después el ruido vuelve, me cuesta trabajo abrir los ojos pero lo intento, veo las luces del hospital pasando una por una, mi mamá camina a mi lado tomando mi mano, mis ojos se cierran de nuevo.

                                       

                                                                                        ***

Abro los ojos lentamente, un dolor en mi estomago me hace hacer una mueca de dolor.

—Tranquila— es Alex.

—¿Que paso?— lo miro por varios segundos pero no responde —¿Alex...?—

—Te dispararon— traga saliva.

Los recuerdos llegan a mi, el tipo con el que hice contacto visual, fue él...

—¿Que me hicieron? Duele mucho— me quejo.

—Tuvieron que sacar la bala, te hicieron una pequeña cirugía, ten— me da una pastilla y un vaso de agua— la doctora dijo que eso ayudará con el dolor— me la tomo.

—¡Leni!— entra mi mamá al cuarto y se lanza sobre mi.

—¡Auch!— 

—Perdón— me toma de la cara y me llena de besos —¿como estas? ¿te sientes bien?— 

—Me duele un poco, pero estoy bien— 

—No puedo creer que te hayan hecho esto— sus ojos se cristalizan — no puedo dejar que sigas en este peligro— 

—¿Que? ¿que quieres decir?— 

—Hija, he tomado la decisión de que nos iremos— la miro con desdén.

NO ES UN MONSTRUODonde viven las historias. Descúbrelo ahora