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"Bésame antes de que me vaya al infierno, que allí dan cerveza gratis si se besa a un ángel"

                                                                                         ***

Ahora mismo me encuentro en mi casa, acostada en mi cama boca arriba, pensando en la canción de Jeff, maldito, no le basta con ser jodidamente sexy y guapo, ahora también se cree cantante. 

Tal vez debí esperar a que saliera del café y preguntarle cuales eran sus intenciones, pero los nervios siempre me ganan y decidí regresar.

Me pongo un short y una playera holgada como pijama y lavo mi cara, necesito que este día acabe, demasiadas emociones por hoy, nunca creí tener que pasar por esto, no quiero perder a Alex, es un gran amigo y con Jeff no tengo ni idea de que hacer, podría enviarle un mensaje y alagar su canción.

Desbloqueo mi celular y vacilo un poco antes de escribir el mensaje.

Mi corazón se acelera, bloqueo el celular y lo aviento a la cama, me pongo unas pantuflas, me acomodo un poco el cabello y respiro varias veces antes de bajar.

Abro la puerta y lo encuentro recargado en el marco.

    — Hola —  dice en cuanto me ve.

— Hola — le respondo cortante, después de todo aun no se me olvida lo que me dijo en el estacionamiento. 

    — ¿Estas sola? — inclina un poco la cabeza para ver adentro, asiento  —  ¿puedo pasar? —

    — Jeff, son mas de media noche y estaba a punto de dormir —  cruzo mis brazos y el me ve de arriba a abajo.

— Bonita pijama —  sonríe de lado y giro los ojos  —  vamos Leni  —  me pica el estomago y le doy un manotazo. 

    — Tienes diez minutos —  me hago a un lado para dejarlo pasar, el sonríe y  entra, se sienta en el sofa y yo lo imito  — ¿Y bien? —  trago saliva.

    —Entonces ¿te gusto la canción?  — se recarga en sus piernas y mueve sus manos, parece nervioso, al igual que yo.

— Si, es muy buena — me limito a decir.

— Nick fue de gran ayuda, encontró las palabras que yo no podía descifrar —   

    — Tu amigo, Nick, lo he visto en otro lado pero no recuerdo en donde —   asiente.

    — Si, el estaba el día que fuiste a la feria con Emilio, la banda en realidad es de él, yo solo les ayudo en la parte económica y cuando algún miembro no puede ir a aventos — asiento y nos quedamos callados.

    — Bueno, pero no viniste a hablarme de eso ¿o si? — niega, se levanta y se sienta en el mismo sillón que yo.

— Solo quería disculparme — alzo las cejas  — ya sé que lo he hecho miles de veces, pero creo que no puedo dejar de actuar sin pensar —

    — Tu no sabes lo que quieres —  

— Te quiero a ti —  me mira  — conmigo — 

— Ya no sé si creerte —  se acerca mas a mi, toca una de mis manos y empieza jugar con mis dedos.

— Créeme, nunca había hecho tantas cosas por alguien —   su celular suena y lo saca de su chamarra  — ¿que pasa? —  alcanzo a escuchar la voz de un hombre —  no se te ocurra irte en mi moto Nick  — escucha unos segundos a través de la bocina — te dije que no vinieras pero insististe, bien, espera  —tapa la bocina con su mano  — Es nick, dice que si puede pasar, se esta congelando allá afuera.

NO ES UN MONSTRUODonde viven las historias. Descúbrelo ahora