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"Solo un ángel controla lo incontrolable y pone a todos mis demonios a pedir perdón en un beso. Tú, mi ángel."

***

Vamos de camino al pueblo, un conocido de Jeff le presto su carro ya que la camioneta se la llevaron mis amigos, tengo los pies arriba del tablero. Por suerte Kyle llevo mi celular a la cabaña antes de regresar así puedo poner música, pongo mis canciones favoritas y las canto, Jeff se sabe algunas y me hace coro. 

Lo miro como maneja, sigo sin creer que este chico tan hermoso sea mi novio, siente mi mirada y me guiña un ojo, le saco la lengua y siento mis mejillas calientes al recordar la noche anterior.

  — Ahora quiero ver como te ves tú— su sonrisa se desvanece y ahora yo me divierto con su cara.  

Bajo del colchón inflable y lo jalo de las piernas con una sonrisa picara, el me mira con los ojos muy abiertos, su respiración esta muy acelerada, me hace sentir sexy y empoderada.

Me hinco en el piso de madera y lo miro directamente a los ojos.

  — Diablos Leni ¿que estas haciendo?— dios, como si no supiera.

 Jalo sus pantalones para que bajen más, Jeff sigue mirándome, me pone nerviosa pero no pienso detenerme, necesito hacerle sentir lo que él me hace sentir a mi.

Lo veo estremecerse cuando lo toco y echa la cabeza hacia atrás. Empiezo a mover la mano de arriba a abajo, la forma en la que respira me hace querer hacerlo más rápido pero me controlo, la forma en la que pasa su lengua por sus labios y después los muerde me hace sentir increíble.

Mi mano se cansa y me detengo unos segundos.

  — No te detengas, nena— sonrió ante su deseo.  Vuelvo a mis movimiento — más rápido— dice en un gruñido.

  Hago lo que me pide, su respiración se acelera cada vez más, no puedo quitar mi vista de él.

  —  Si no quieres que te embarre, deberías detenerte—

Mi corazón se acelera ¿deberías detenerme? 

No leni, no te detengas, hazlo sentir lo mismo que él provoca en ti.

Jeff gruñe, lo miro, con los ojos cerrados y los labios apretados, veo que aguanta la respiración algunos segundos pero no detengo mis movimientos. Se ve perfecto, sus mejillas están ruborizadas y algunas gotas de sudor caen por su frente.

Siento un liquido en mi mano, bajo la mirada, wow, ahora yo me siento ruborizada.

Regreso la mirada a Jeff, quien me mira con una enorme sonrisa, me toma de los brazos y me recuesta a su lado.

  —  Ahora quiero sentirte en mi, de nuevo—

Ya llegamos al pueblo, siento que la magia se va, Jeff me da un apretón el la pierna, creo que el siente lo mismo que yo, le sonrió levemente.

  — Te llevaré a tu casa, tengo que ir a arreglar unas cosas— asiento — ¿estamos bien?— 

— Mejor que nunca—  le doy un beso en la mejilla.

NO ES UN MONSTRUODonde viven las historias. Descúbrelo ahora