Prólogo.

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Cuando todo se derrumbó fuiste el único que se quedó a mi lado. Cuando me visitó la ansiedad, las ganas de terminar con todo, de romperme en mil pedazos... me reconstruiste sin tocarme.

Dicen que las mejores cosas suceden cuando menos las esperas, pero... ¿y las peores? En mi caso todo se juntó y se volvió oscuro, pero apareciste tú. Me encontraste, te encontré, nos encontramos. No sé si las casualidades existen pero rezaría al mismísimo cielo para que no nos volviéramos a convertir en extraños. Aunque, a decir verdad, ya no sé ni qué es lo que quiero... Y es que nunca llegaré a entender cómo me enamoré de ti. Eras lo que nunca buscaba, el tipo de chico al que temía porque a mí me encanta tenerlo todo bajo control.

¿Quién me iba a decir a mí que después de tener una vida perfecta llegarías tú y lo ibas a desordenar todo? Nadie te dio permiso, nadie. Y solo yo aquí podía saltarme las reglas.

¿Cuándo llegaré a entender que ya no soy la misma, que te di permiso para destruirme el corazón? Yo no buscaba esto... nunca imaginaba llegar a este punto; pero menos que alguien en silencio comenzara a hacer tanto ruido en mi cabeza.

Y ahora hasta cuando cierro los ojos te veo en la oscuridad.

Nunca te busqué.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora