Capítulo 11.

435 45 64
                                    

Alice;

Cerré mis ojos y me eché hacia atrás cayendo contra mi cama de espaldas. Lancé un suspiro y apreté mis párpados con fuerza dejando toda mi visión en negro. Acababa de salir de la ducha y llevaba una toalla enredada en la cabeza, pero a pesar de eso, unas gotitas traviesas decidieron bajar por mi frente hasta llegar a mi mejilla. El agua recorrió mi piel como quien sabe cuál es su camino pero necesita perderse a veces. Así éramos las personas. Así era yo.

No dejaba de pensar en lo que había sucedido entre Luke y yo. Nos habíamos besado. Bueno, más bien me había besado él y yo no me vi con otra opción que no fuera seguir aquel beso. ¿Por qué? Solo me dejé llevar, pero aquello estaba horrible. Era yo misma la que había odiado a muerte a Jack por pensar que había besado a otra chica y ahora era yo la que estaba en su situación, y además de verdad.

Me sentía tremendamente mal, sucia, desnuda... El destino se había puesto en mi contra y todo había cambiado de repente. Quería a Jack. Sí, lo amaba con todas mis fuerzas. Este tiempo a su lado había servido para hacerme creer en el amor de verdad, en el que dos personas se aman sin condiciones. Me había dado todo lo que tenía, me había abierto su corazón y habíamos vivido miles de cosas juntos. No dudaba en que quería compartir con él el resto de mis días, pero entonces... ¿por qué Luke me estaba haciendo sentir algo? Joder, era muy confuso. ¿No se supone que si alguien te completa al cien por cien no hay carencias? ¿Por qué Luke me llenaba, me hacía sentir bien, ponía mi mundo al revés?

Mi móvil sonó y alargué mi brazo rápidamente para estamparlo contra mi oreja.

—¿Diga? —ni siquiera me detuve a mirar quién me había llamado.

—¿Estás borracha o algo? ¡Soy yo! ¡Bonnie! —contestó mi mejor amiga.

Me quedé más tranquila.

—Ah, vale —mordí mi labio.

Tenía miedo de que fuera Jack. Desde que había pasado lo de Luke no me atrevía a quedar con él, no podía mirarle a la cara. ¡Le había engañado! ¡Yo! ¡Había besado a otro chico!

—¿Ya estás lista? —me preguntó Bonnie—. Porque estoy casi en tu casa.

—Mmm... —eché un vistazo a mis pintas. Solo envolvía mi cuerpo una toalla ya repleta de agua—. Dame unos minutos.

—Eso es que todavía no sabes ni lo que te vas a poner.

Me conocía muy bien.

—Eso es que necesito un poquito más de tiempo —especifiqué, sin desvelar mucho más.

—Está bien, pues date prisa.

—¡Sí! —alargué la última vocal.

Terminé con la llamada y me puse en pie de inmediato para buscar algo en mi armario. Tenía algunas ideas sobre qué ponerme, pero nada en concreto y eso me ofuscaba. No podía salir de casa sin antes verme ideal frente al espejo. Daba igual que fuera a tirar la basura o a echar gasolina o a la tienda de la esquina, yo iba a todos los sitios perfecta.

Bonnie y yo habíamos quedado para ir a cenar a una pizzería. Hacía poco que la habían inaugurado así que estábamos deseando probarla. Necesitábamos una noche de las nuestras, a solas, contando cotilleos y riendo mientras bebíamos una copa de vino. Además, nos encantaba la comida italiana así que era una ocasión perfecta para disfrutar de nuestra compañía.

Finalmente me decanté por ponerme una camisa de seda color gris y por encima una falda alta de cuero roja. Para darle un toque más casual me coloqué unas zapatillas Vans negras y una chaqueta vaquera bastante ancha, que parecía ser cinco veces más grande de la talla que usaba. Pero me gustaba así.

Nunca te busqué.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora