Capítulo 4.

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Luke;

Aparqué mi coche justo en el mismo sitio que el día anterior y, aunque no vi nada a mi izquierda, pude imaginarme la moto color pastel de Alice. Representaba perfectamente lo que era ella: presumida, estirada e intensa. Me quedé unos minutos observándola. De siempre me habían encantado las motos y la velocidad, habían sido mi perdición durante mucho tiempo hasta que todo cambió. Entonces fue cuando me vi obligado a desprenderme del peligro que ello conllevaba.

Cogí mi mochila y la colgué de mi espalda, colocándola por encima de mi chaqueta negra. Hacía algo de frío esa mañana y a mí me venía perfecto. Desde que estaba en Rutgers intentaba ocultar cualquier trozo de mi piel, ya que dejarían a la vista las cicatrices que tenía y que hoy en día continuaban narrando una historia que no había llegado a su final.

Cerré mi coche y me dispuse a caminar hacia la universidad, que se encontraba a tan solo un par de minutos andando. En la entrada, justo en la parte derecha, no tardé en identificar a Jack. El novio de Alice se encontraba charlando con un grupo de chicos que le rodeaban y se convertía en el centro de atención de todos ellos. Según lo que había escuchado, los dos eran iguales. Ambos se movían por intereses, buscaban llamar la atención y convertirse en un ejemplo para Rutgers, por eso eran los más populares de la universidad.

'Son la pareja perfecta', recordé las palabras de Gina. Si ella supiera... y si todos supieran... lo que había visto yo ayer me dejó bastante claro que estaban muy lejos de serlo. Cuando me percaté del estado de shock en el que había entrado Alice me dio tiempo a girarme y a ver todo. El novio de Alice se besó con otra chica, ni siquiera sabía quién era con certeza pero me sonaba de haberla visto por los pasillos. Tenía el pelo negro y físicamente era muy diferente a Alice. O, al menos, eso fue lo que pude ver.

¿Cómo se sentiría ella después de lo que había pasado? Era algo que me llevaba preguntando desde ayer y no entendía el por qué. ¿Qué más me daba? ¿Acaso si hubiera sucedido al revés ella se hubiera comportado igual conmigo? Por supuesto que no, por eso mismo me molestaba que desde que todo había sucedido mi cabeza diera vueltas por su culpa.

Intenté quitármela de la cabeza y caminé decidido hacia la planta donde estaba mi taquilla. Los estudiantes se concentraban allí. Unos charlaban animadamente mientras que otros cargaban con los libros que iban a necesitar. A veces me sentía un extraño entre tanta gente desconocida.

—¡Luke! —una voz femenina me llamó y enseguida reconocí que se trataba de Gina.

Me giré y no tardé en encontrarme con su simpática sonrisa.

—Hey —le saludé.

—¿Qué tal? —me preguntó, apoyándose contra una taquilla llena de pegatinas de colores.

—Pues de buena mañana no muy bien —admití, frotándome un ojo—. Tengo demasiado sueño, ¿y tú?

—Igual —un bostezo partió de su boca y fue corriendo a cubrirlo con su mano—. Esto debería ser ilegal —rió.

—Pues sí, pero más ilegal debería ser la asignatura que me toca ahora —arrugué mi nariz, haciendo una mueca—. Es un tostón.

—Vaya, pobrecito —se compadeció—. A mí me gusta la asignatura que tengo a primera hora, pero no la profesora.

—En ese caso tienes más suerte que yo.

—Hmm... tampoco lo afirmaría mucho —hizo una mueca.

Cogí un par de libros que necesitaba y cerré mi taquilla.

—¿Nos vemos en el descanso? —le pregunté, con la intención de evitar que la conversación se alargara. No quería llegar tarde.

—Por mí perfecto —sonrió—. Quería tomar algo en la cafetería, así que...

Nunca te busqué.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora