La Guerra por el Trono

Instinto De Pelea

En la actualidad.

Toda la banda había salido a la ciudad portuaria del país de los gigantes, buscando abastecerse de recursos para el viaje, y la batalla.
Por las venas de todos corría la adrenalina y la euforia previa a un combate, tenían la orden de conseguir lo más que pudieran y volver al barco lo antes posible, tenían que ganarle distancia a Barbanegra.
Pero, justo antes de que se fuera, Luffy detuvo al ingeniero de su tripulación.

-Franky.
-¿Eh? ¿Que pasa Luffy?
-Quiero todos los den-den mushi que puedas conseguir.

El cyborg lo miró sin entender al principio, se subió sus lentes oscuros buscando sentido a sus palabras. Y en cuanto entendió qué pretendía su capitán, no pudo evitar sonreír.

-Ya veo. ¿Vas a llamarles, no?

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Lejos de ahí.

-¡Deprisa! Encontré su olor.

Gritaba Natsu, con el corazón latiendo a mil por hora. Había conseguido un rastro luego de días.

-¿Estas seguro cabeza de carbón? No queremos otra pista falsa.
-¿¡Qué dijiste heladera con patas!?

Chocó la cabeza con Gray, pero rápidamente fueron separados por Erza.

-¡Basta ustedes dos! Concentrense en lo que tenemos entre manos.
-Esta bien...

Los tres se asomaron a la ciudad a la que habían llegado, era imposible no verla, con sus edificios de tamaños increíbles, todos hechos de madera y paja, como las antiguas casas de los vikingos, y varias razas, pero mayormente gigantes, caminando sobre sus calles.
Los tres magos habían logrado llegar a Elbaph, siguiendo el rastro de Lucy.

-¿Estás seguro Natsu?
-Cien por ciento, mi olfato nunca falla. Luce esta en esta ciudad.

Dijo Natsu, ansiando el poder volver a Lucy, y sintiéndose culpable por lo sucedido, ¿como había podido hacerle algo así, si se suponía que era la persona más importante para él?
No podía pensar en aquel momento, la rabia inundaba todos sus pensamientos.
Erza también sintió un vuelco al corazón...
Dos semanas después de haber corrido a Lucy del gremio, el maestro llegó, y al enterarse de lo que había sucedido, procedió a interrogar a Lisanna.
Todo había sido una farsa, la chica albina no sólo había montado ese pequeño numérito para que expulsaran a Lucy del gremio, sino para quedarse también con su casa.
Sus celos por Natsu la habían llevado a traicionar a su familia, y sabía que Lucy dejaría la ciudad, estaba convencida de ello.
En cuanto se supo, Mira lloró por la culpa, al igual que Levy, quien sabía que algo no andaba bien aquel día, pero no quizo ir en contra del enojo de Erza.
La culpa y el remordimiento asaltó a todos en el gremio, ¿como habían podido hacer algo así...?
El maestro estaba a punto de expulsar a Lisanna cuando Laxus llegó al gremio, con un papel en mano.

-Oye viejo, mira esto.

Y le extendió un cartel de color apagado.
El maestro lo tomó, y no pudo contener su impresión frente a todos sus hijos.

-¿¡Pero qué...!?
-Maestro, ¿que sucede?
-¿Que tiene en las manos anciano?

Preguntaron Erza y Natsu al mismo tiempo.
El maestro, con los ojos desorbitados por lo que veía y un sudor frío corriéndole por su frente, Leyó el cartel.

-"Se busca a Lucy Heartfilia, miembro de la tripulación del Emperador del Mar Mugiwara no Luffy" y ofrecen 166,000 por su cabeza...

Les mostró el cartel, en el que aparecía Lucy, con un parche negro en el ojo, y una mirada de furia en medio de una batalla.
Todos miraron el cartel atónitos.