La Guerra por el Trono

Epílogo: El Fin de Nuestra Historia.

... ¿Cuantos años han pasado desde aquel día, en que la aventura volvió a comenzar?

Cierta persona, sentada en la cima de una de las verdes colinas del archipiélago Sabody no podía recordarlo.
Era un hombre de edad avanzada que bebía de una botella de sake, llevaba puesto un yukata de color negro, con bordados típicos de la tierra de Wano, aquél anciano parecía un auténtico samurai, pues llevaba su pelo canoso recogido en una coleta, y tres katanas adornaban su cintura.
Y algo destacable, era que cierto sombrero de paja descansaba sobre su pierna derecha...

Mientras esperaba a cierta persona se entretenía mirando al puerto, donde los barcos Piratas de esta nueva generación se disponían a cruzar al Nuevo Mundo.
Muchos no lograrían sobrevivir más allá de la isla Gyojin, tal vez los años pasan, pero ese mar continúa siendo el más peligroso de todos...
Aún hoy las únicas tripulaciones que pudieron zurcarlo completamente fueron las de Roger y los Mugiwaras.

-¡Hey, Zoro!

Alguien llamó su atención, un hombre alto con una tupida barba naranja, y que cargaba dos espadas se acercaba a él.

-¡Ichigo!

Lo llamó, y éste fue corriendo a su encuentro.
Ichigo sonreía ampliamente, han pasado años desde que vio por última vez a su vice capitán, aunque también sintió una punzada dolorosa por verlo tan envejecido.
Para él pasaron sólo unos cuantos meses...

Zoro se levantó con trabajo, ahora era mucho más viejo de lo que alguna vez fue Rayleigh, él ya no estaba en condiciones de volver a luchar.

-Ha pasado tiempo amigo...
-Demasiado. Te ves bien con la barba, te hace lucir mayor.
-Ah, esto... Rukia la odia, dice que le pica cada vez que la beso, pero Kazui dice que me hace ver genial.

Zorio sonrió, y encaminó a su antiguo nakama hacia una enorme raíz que fungía como asiento.

-Cuéntame, ¿como esta tu familia? ¿Y la sociedad de almas?
-Todo marcha excelente... Kazui cada día se vuelve más fuerte, ahora ya puede controlar su máscara hollow.
-Espero que no se transforme en un maldito monstruo igual que tu...
-Aun no, pero según Urahara su forma Vasto Lorde no está lejos de desarrollarse.

Zoro suspiró... Se alegraba por él, pero pensar en el pequeño Kazui con una máscara con grandes cuernos no le hacía tanta gracia.

-¿Y que tal el mundo ahí fuera? No he salido del archipiélago en un buen tiempo.
-Los mares se siguen llenando de gente fuerte...

Ichigo miró al mar, reflexionando.

-Hace poco conocí a un chico, Midoriya, es un buen muchacho, y tiene mucho potencial. De cierta forma me recordó a Luffy, aunque es más llorón.
-¿Marine o Pirata?
-Marine.
-Bah, entonces no me importa...

El shinigami rio.

-Si hubieras visto la cantidad de cosas que han cambiado últimamente... Aparecen sujetos cada vez más poderosos, una chica llamada Ryuko estuvo a nada de acabar con Karin el otro día, los nietos de Katakuri heredaron su fuerza de voluntad monstruosa... Asta, Midoriya, Dai, Jotaro, Eren... Tantos nombres que están ganando reconocimiento en todo el mundo.
-Al igual que pasó con Roger y Barbablanca... Nuestra era pasó hace mucho tiempo. Nos hemos vuelto fantasmas del mar.

Ichigo miró mejor a su viejo nakama, su rostro ya estaba invadido de arrugas, su único ojo lucia melancólico, algo extraño en él, y las fundas de sus tres espadas ya estaban descoloridas.
Pero sobre todo, lo que llamó su atención fue el sombrero de paja.

-Ese es...

Zoro lo tomó, y lo miró con nostalgia...

-¿Te acuerdas de Luffy?
-Podría olvidar mi nombre, pero jamás al capitán.
-Si... Él fue el primero de todos en irse, todos esos años llevando su cuerpo al límite y abusando de su fuerza al final le pasaron factura. Pero aún así el bastardo vivió cuarenta años.