Jackpot

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Luffy hizo girar su bastón tan rápido como pudo, lo levantó por encima de su cabeza dando un grito de furia, y golpeó a Im con todas sus fuerzas.
La espada de Im chocó contra el Haki perfecto del rey de los piratas, y ambos se repelieron, retrocediendo varios metros.

Estaban cansados, el aire contaminado y tóxico producto del humo y las explosiones los estaban asfixiando, pero no estaban dispuestos a ceder.
Luffy tenía el cuerpo lleno de heridas, cortes y golpes, Im no estaba mejor, pero aún así se veía que aguantaría mucho más que él.

-No puedes ganar esto Mugiwara...

Dijo, jadeando.
Miró a su alrededor, las armas ancestrales seguían disparando a toda su capacidad, pero había recibido noticias de que ya estaban sobrecalentadas, solo les quedaban unos cuantos disparos hasta que dejaran de funcionar, o explotaran...

Era la primera vez que Luffy se sentía desesperado por ganar, ni en Ennies Lobby, ni siquiera en Marineford había sentido tanta ansiedad por no poder ganar una guerra.
Porque esta vez, si su tripulación caía, no caerían solos... El mundo caería con ellos.

-Nosotros... Vamos, a ganarte.
-Lo creería, si tan solo pudieras mantenerte en pie...

Estaba preocupado por Nami, pues desde que Lucy fue ejecutada no volvió a verla, se perdió en las miles de peleas que se estaban librando a sus pies.
Por lo poco que alcanzó a ver, una bala de cañón explotó muy cerca de Hancock cuando intentaba ayudar a unos magos heridos, Law había caído, Chopper también, el maestro Makarov, Kyoraku, y el resto de sus abanderados no soportarían mucho más castigo.

-Todo lo malo en este mundo... La pobreza, la injusticia... Todo esto es culpa suya...

Luffy se levantó nuevamente, y un vapor color rojizo comenzó a transpirar violentamente de su cuerpo.
Su respiración era agitada y ronca, y cuando caminaba trastabillaba, pero aún así no soltaba su báculo.

-No tienes la fuerza para enfrentarte a dioses como nosotros, nunca la has tenido. Por eso obligas a tu cuerpo a ir más y más lejos a cambio de tu esperanza de vida...

Luffy aceleró el paso, poco a poco, ganando fuerza y velocidad.

-Aún si este último golpe pudiera derrotarme... ¿Cuántos años de vida crees que te costará? De una forma u otra, tu sales perdiendo Mugiwara.
-¡Eso no me importa, lo único que sé es que te voy a derrotar aquí y ahora!

Las pisadas furiosas de Luffy convertían el suelo en goma, y lo deformaban a voluntad para hacer que Im perdiera el equilibrio.
El vapor se intensificó, el Haki dorado de Luffy resplandeció igual que la Skull Clad de Ichigo, nuevamente estaba usando todo su poder, todas sus fuerzas y toda su voluntad para acabar con Im.
Como lo hizo con Lucci, con Big Mom, con Kaido, con Barbanegra...

-Será intul Mugiwara... Este lugar será tu tumba.

Luffy saltó, rompiendo el suelo a sus pies, y levantó su báculo tan alto como pudo.
Im estiró su brazo hacia atrás y cubrió su espada con su Haki perfecto.

El báculo se dirigía a la cabeza de Im, y la espada al corazón de Luffy.

-¡IM!
MUGIWARA!

Luffy descendió...

Im levantó su espada...

Y la sangre comenzó a brotar por montones.

La Guerra por el Trono Donde viven las historias. Descúbrelo ahora