La Leyenda del Rey de Los Piratas.

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10 años después.

Que curioso resulta el mundo... Él habría jurado que después de la gran guerra de los Celestiales, como fue llamada la batalla del Rey de Los Piratas contra el Gobierno Mundial, el mundo entero llegaría a su fin.

No sólo por las explosiones volcánicas, los enormes terremotos y maremotos y cambios tectonicos que sufrió el planeta por el uso de las armas ancestrales y los poderes dignos de dioses que fueron desatados, también por la desorganizacion y el caos entre las naciones, ya que decenas de países entraron en guerra ahora que no había nadie que pudiera detenerlos.
Hubo dictaduras, conquistas, revueltas, incluso batallas para ocupar los lugares de los antiguos Yonkous...

Y ahora a Luffy, diez años después, todo esto le parecía tan lejano, casi como si hubiera sido un mal sueño, mientras leía las nuevas noticias del día.

"El almirante de flota Smoker reforma a la nueva armada de la Marina, manteniendo la transparencia y el honor"

Rezaba el encabezado.

-Estás haciendo un buen trabajo Smoker...

Dijo con una sonrisa.

Después de la guerra, Smoker y Fujitora decidieron apartarse un tiempo de la flota para reconstruir a la Marina, como siempre debió ser, justa y dispuesta a defender a los inocentes de piratas malvados.

Además, esta nueva Marina fue cimentada con apoyo del ejército Revolucionario, pues requerían de hombres y barcos para devolver el orden al mar.
Y al final todos mantuvieron su promesa, y no se volvió a crear algo como el Gobierno Mundial.

Luffy miró al cielo sobre la isla de Down, sentado en la cima del risco donde él y Ace prometieron salir al mar... Y suspiró.
Cuántas cosas han cambiado desde ese día... Y para bien.

Él seguía siendo el Rey de los mares, y su flota crecía todos los días con sus capitanes que continuaban reclutando fuertes guerreros y fans de la tripulación (esto era más trabajo de Bartolomeo).
Y a pesar de que que el Nuevo Mundo tenía nuevos como nuevos Emperadores a los nuevos piratas de Katakuri, Doflamingo y Kid, ninguno buscaba problemas con el otro. Cada quien se mantenía en su territorio, y con sus negocios.
Tal vez no eran amigos, pero no podían volver a ser enemigos luego de luchar codo a codo.

Naciones como Arabasta, Dressrosa, y el reino Ryugu prosperaron enormemente, más ahora que no debían pagar el tributo a los dragones celestiales, y se convirtieron en grandes potencias del Grand Line.

Todo marchaba de maravilla... En especial para la tripulación.

-¡Tío Luffy!

Alguien le llamaba, él se giró, y vio a un pequeño niño de cabello verdoso que subía la colina en su dirección. Luffy no perdió tiempo, y con una sonrisa se levantó de un salto para correr y cargarlo en brazos.

-¡Hola Corazón!

Saludó al niño, el cual tenía una enorme sonrisa.

-Tío Luffy ¿ya me vas a llevar de aventura al mar?
-Mmh no lo sé... No sé si Monet y Torao quieran llevarte, aún eres pequeño.
-¡Si, mamá y papá ya dijeron que si me van a llevar!

Exclamó emocionado.

-Oh, ya veo... Esas son buenas noticias.

Luffy subió a Corazón a sus hombros, ya había estado demasiado tiempo fuera de casa.
Entre risas y juegos ambos subieron por la colina en medio del bosque, se dirigían a la vieja casa de los bandidos de la montaña, que ahora le pertenecía a él.

-Bueno, entonces creo que si iremos todos... Será mejor que te vuelvas fuerte, o los reyes marinos te va a comer.
-¡Claro que no, tengo al tío Luffy para que me proteja!

La Guerra por el Trono Donde viven las historias. Descúbrelo ahora