La Guerra por el Trono

No todos podremos volver a casa...

-Estos sujetos... ¡O están locos o están idiotas!

Murmuraba Rob Lucci con una vena saltada en su frente, a nada de estallar en cólera.
Se giró y se dirigió a todas sus tropas.

-¡Apunten todos los cañones al vacío, no los dejen subir!

Miles de marines y agentes del Gobierno Mundial se pararon al borde del Red Line y comenzaron a disparar largas ráfagas, balas de cañón, e incluso los marines gigantes arrojaban enormes rocas para hacer caer a sus enemigos.

Las fuerzas en Marineford habían sido superadas, y ahora por el Red Line, el gran ejército de los ninjas de la hoja y la arena corrían pendiente arriba, desviando los proyectiles con jutsus potentes, protegiendo a los castillos del Germa cargados de soldados, que gracias a sus enormes caracoles podían escalar el muro rojo.

Y algunos de los caracoles remolcaban cuesta arriba al Thousand Sunny, en el cual iban Luffy, Nami y otros miembros de la tripulación.

Ya que no podían subir a Plutón por su inmenso tamaño, lo más sensato era contar con el Gaon Hou del barco y usar a Plutón como mortero desde la bahía.

Y como un extra a su defensa, los bijuus, guiados por Naruto en modo Kurama escalaban y disparaban bijuudamas al cielo, acabando con los cañones enemigos.

-¡Sigan escalando, ya casi llegamos!

Gritó el abanderado, golpeando una bala de cañón que se dirigía a él.

Law también lo acompañaba, iba en el primer castillo del Germa, había creado un gigantesco Room para cortar en pedazos los proyectiles y desviarlos, y hasta ahora le había funcionado, pero eran cada vez más disparos, ni siquiera el podría esquivar todos por mucho tiempo...

No tuvo tiempo de cortar una enorme roca que le dio de lleno al caracol, y lo despegó del Red Line.

-¡TORAO!

El castillo entero comenzó a caer al vacío, junto con todos sus soldados y armamentos.

-¡Mierda!

Gritó Law sin encontrar nada cercano a lo cual transportarse, iba a caer a Marineford... Hasta que unas garras de hielo lo tomaron de los hombros, deteniendo su caída y elevándolo nuevamente.

-No gastes tus poderes tan pronto cirujano, esto apenas está empezando.
-... Gracias, Toshiro-ya.
-¡Capitán Hitsugaya para ti!

Entonces, la tierra frente a ellos volvió a temblar violentamente, sacudiendo a toda Tierra Santa, incluso algunos de los marines al borde del abismo cayeron.

Law y Toshiro miraron hacia atrás, y una sonrisa se formó en sus rostros.

-Parece que ya llegó nuestro caballo de Troya...

La segunda forma de escalar el muro ya había arribado.

Con ayuda de las ilusiones de Aizen, y de la niebla que lo cubría a donde quiera que fuera, Zunesha se había acercado silenciosamente a Marineford, lo suficiente como para subir a la isla cuartel y recargar sus dos patas delanteras en el Red Line, para después estirar su gigantesca trompa al cielo, creando un puente entre Zou y Mariejoa.

Un inmenso caballo de troya por el cual corrían hordas y hordas de magos y piratas, atravesando el bosque Ballena y subiendo por la trompa, y al frente de todos, Natsu los guiaba dando gritos de furia.

-¡Adelante, no se detengan!

Lucci frunció el ceño, sin creer que habían permitido a ese animal acercarse tanto.
Momento de un cambio de estrategia.