" Toda mentira tiene su castigo sobretodo cuando afecta la vida de los demás"
Hace tiempo que no despertaba tan bien, relajada, tranquila,feliz y todo se lo debo a Thomas.
Me volteo y veo su lado de la cama vacío pero aun esta caliente y huele a él; increible que haya dormido y amanecido aquí,a mi lado, en mi cama, en mi casa a un paso de los niños.De repente caigo en cuenta que ya amaneció, Thomas no está en la cama y mis hijos deben estar despiertos.- Demonios¡ - me levanto corriendo y me visto con una levantadora salgo corriendo al cuarto de los niños y no están ninguno en su cama y mi corazón creo que se acaba de desbocar, escucho ruidos en la sala y ahora se que estoy en serios problemas.
Me dirijo hasta allá solo veo el televisor prendido,en noticias? El que le gusta a Thomas eso es raro, a esta hora los niños ya ven su serie favorita y no hay manera de que alguien los quite de ahí.
Escucho ruidos en la cocina y jamás he tenido miedo hasta hoy porque se que voy a encontrar mis tres amores juntos y no se que decirle a Thomas.
Entro con cautela, me asomó primero y ahí dejo de latir mi corazón con la imagen mas hermosa pero más temida.
Mis hijos sentados en su sillas desayunando panqueques con miel y huevos con jugo de manzana, la especialidad de Thomas y veo a mi hombre, el padre de mis hijo de espalda terminando de cocinar, una imagen perfecta y ahora no se que hacer. Solo me quedo ahí contemplando la imagen hasta hasta que la magia se rompa y empiece el caos.
- Están buenas - dice Mía, cuando una comida para ella sabe mal?, si de ella dependiera se come la despensa completa en menos de dos hora.
- Si saben a las que hace mamá pero mas ricas y sin miel porque dice que mucha azúcar.- ambos se ríen y Thomas solo sigue sacando panqueques del sartén.
Esta molesto, conozco su actitud las vi tantas veces cuando era yo quien lo molestaba.
- Oye?¡ - le habla Edwin a Thomás, - aun no me dices porque nos estas haciendo el desayuno y como dejaste que mi mami te diera permiso de entrar ahí.
- Cierto, mami siempre nos regaña cuando nos ve en la cocina dice que esta prohibida sobre todo si hay fuego.- completa Mía con su boca llena.
- Bueno porque soy un poco más grande, quería sorprenderla. Quieren más panqueques?
- Si,Si !.- Gritan ambos al tiempo, mientras escucho la risa de Thomás.
- Mami nunca duerme tan tarde a menos que este enferma, mami esta enferma?.- dice Edwin.
- No, solo sigue dormida- le dice Thomás
- Que raro, ella siempre está despierta ante que nosotros. Con su vestidos hermoso para trabajar y nos deja todo listo antes que llegue la abuela o Dani.- responde Mía.
Es la primera vez que los veo interactuar con un extraño tan natural, tal vez eso de que la sangre llama es cierto.
- Bueno hoy les cocino yo para los cuatro.
- Oye, pero aunque nos cocines y estén buenos los panqueques el hombre de esta casa soy yo y mi mamá es mía.- río porque este hombrecito es un amor.- y yo la cuido, bueno a las dos.
- Me parece bien que las cuides ese es el deber de todo caballero.
Mia se voltea y me ve
- Mami!!- en eso voltean mis dos hombrecitos y la cara de Thomás es furia a mil. Conozco esos ojos, esa actitud y se que se esta conteniendo por los niños.
Corto nuestro cruce de mirada por la voz de mis hijos así que camino hacia ellos.
- Mira mami tu amigo nos hizo panqueques están deliciosos.- dice Mía veo a Edwin y veo su cara de molesto los mismos gestos del padre
- Esa carita señorito? escuche que te gusta el desayuno.
- Si está rico pero rompiste la regla mami.- lo miro extrañada porque no se de que habla, Ed mira a Thomas y yo le sigo con sus brazos entre cruzados, sus brazos prominente pero una mirada que me quiere matar.
- Dijiste nada de hombres a dormir en esta casa excepto mi Tio y mi abuelo.- Señala a Thomás- el no es ninguno.
- Ed! No señales a las personas, te lo he dicho es de mala educación- me mira y vuelve a sus panqueques.
- No soy tu Tio ni tu abuelo campeón pero soy algo mucho más...- termina diciendo la última parte mirándome.
- Y no van a desayunar con nosotros?- pregunta Mía y le sonrio
Tomás sirve dos platos más en la mesa al lado de nuestros hijos, me sirve el chocolate y el su café, y aquí estamos como una familia, como debió ser.
La mirada de Thomas son puñales, no se ni que decirle solo sonríe con las ocurrencias de los niños, se que me va pedir una gran pero gran explicación.
- Oye amigo - le dice Mia - no le pares a mi hermano el es algo...-pone su cara pensativa buscando que decir - eso que siempre dice mi abuela pero nunca deja que mamá se le acerque nadie de broma y me deja a mi. - nos reímos excepto Ed.
- Porque ella es mi mamá osea mía ya suficiente la tengo que compartir contigo.
- Bueno niños no peleen que dirá Thomas de ustedes...- el me mira con ganas de matarme sólo desvío la mirada.
- Que mía come como elefante -dice Ed
- Y tu que eres un tonto fastidioso.
- Claro que no.
- Niños por favor no peleen - interviene en la disputa Thomas- de hecho pienso que usted señorita es muy hermosa y parlanchina.
- Demás - le respondo - de hecho esta cayada.
- Si mi mami dice que aveces parece radio.- nos reímos y mía le saca la lengua a Ed.
- Esta bien, usted señor pienso que hace muy bien en cuidar estas dos mujeres y que seas todo un hombrecito de familia y que las represente
- Gracias, mami dice que lo llevo en la sangre.- miro directo a Thomas y el a mi asintiendo.
- Si mami dice que lo saco de mi papá porque también la quería para él. - responde Mía.
El me vuelve a mirar. Terminamos desayunando en silencio hasta que Mia recordó su comiquitas y Ed la siguió a la sala dejándonos a Thomás y a mi solos.
Y ahora así enfrentarse a lo que viene reclamo y queja y con toda razón.
- Thomás... yo...
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De nuevo en sus brazos.
RomanceValeria Dunner es una excelente abogada que se ha forjado su camino con determinación, astucia y esfuerzo, con una gran convicción de que el amor es un obstáculo en sus planes. Tiene toda su vida bien organizada entre las responsabilidades del bufet...