Ethan povEran las 5 de la tarde y yo apenas había colgado con Ruth.
Fue muy entretenido a decir verdad.
Bromeamos, jugamos, hablamos seriamente y a veces hasta fingimos coquetearnos.
Pero hay algo que no voy a olvidar de sus ojos mientras decía esas palabras; Desilusión, tristeza, aflicción.
“no todo está tan vivo como crees que está o vivirá tanto como imaginas que vivirá” –pronuncio ella callando mi vomito de palabras.
Después de eso hubo un silencio sepulcralmente incómodo.
¿A qué se refería Ruth al decir eso? ¿Lo dijo por decir o algún ser cercano le sucedió eso?
Su mirada transmitía tanta seriedad que dudo que lo haya dicho solo por decir.
Ella cambio el tema rápidamente al notar lo incomodo de la situación.
-Ethan –escuché a Van tras la puerta
-pasa –permití.
Van entró con una sonrisa radiante que desapareció al verme.
-¿estás bien? –preguntó con angustia. Yo solo asentí.
No estaba mal.
Solo un poco desconcertado.
-bien, te creo porque la tristeza no ha llegado a mí ni tampoco ningún tipo de dolor.
Sonreí sinceramente -¿Qué pasa?
-mamá quiere que hagas tus tacos para esta noche, quiere algo diferente pero delicioso –habló con entusiasmo.
-¿tacos? No es la comida más formal y sofisticada del mundo como suelen ser sus platillos cada que los Andersson vienen a cenar. –y es verdad. Mis tacos son muy buenos pero no lo usual.
-SIP –resaltó la p –pero esta cena no es normal. Viene la tía Briseida de D.F y creo que vienen los primos Hudson de california. –la tía Briss es muy bonita pero tiene un carácter muy fuerte.
Los primos Hudson son en realidad primos de Marks pero son como de la familia también.
-guao –reaccioné -¿a qué se debe el honor?
-creo que quieren celebrar que la tía Briss está embarazada –dijo con un fingida inocencia. Como si lo que acabara de decir no fuera importante.
Yo brinqué de la cama con una gran sonrisa.
-¿Qué dijiste? –pregunté con incredulidad.
-SIP, la tía Briss está embarazada y los primos Hudson vienen a estudiar el resto de la universidad aquí. Creo que los corrieron de UCLA –añadió con diversión.
-¿Qué hicieron esta vez? Espera –pensé rápido -¿las mellizas Maddie y Amelie también? –el asombro en mi rostro era evidente.
-no –respondió divertida –yo me quedé igual. Solo corrieron a Zach, Daniel y Jonah.
-¿solo? –Pregunté con diversión -¿entonces Maddie también estudiara aquí o no? –mis mejillas se tiñeron de rojo y Van lo notó.
-calma tigre –golpeo mi hombro y tomamos asiento en mi cama –Maddie estudiara aquí pero ya tiene chico y estudia nuestra escuela.
-oh –la desilusión llenó mi rostro.
Maddie había sido algo así como mi crush desde que éramos chicos. Cada vez que la veía de nuevo estaba más bonita.
-bien –interrumpió mis pensamientos –vamos a comprar todo para los cientos de tacos que harás –bufé cansado.
Los trogloditas de los Hudson –incluidas las mujeres –comían alrededor de 5 tacos cada uno. Aunque las mellizas eran muy bellas, no cuidan lo que comen porque su genética es lo suficientemente buena como para decidir si hacen dieta o no. y como punto extra para ellas, los 5 van al GYM solo para tonificar.
A esos 25 tacos de solo los Hudson como mínimo le agrego los de los demás así que sí; debo hacer muchos tacos más.
Ya me cansé y toda vía no empiezo.
-¿cuando…? –mi pregunta fue interrumpida por los bullicios del primer piso. –creo que ya llegaron.
Van y yo sonreímos –vamos ogro.
Bajé las escaleras y sí. Mi tía Briseida llegó junto a su esposo Tomas –sí, se llama igual que mí… que el padre de Marks-.
-Ethan –la voz de mi tía sonó y pronto un pequeño cuerpo estaba encima de mí abrazándome –cuanto has crecido. Tan guapo, ya has de tener novia –me guiño un ojo.
-Eh… yo…
-déjalo Briss –mi tío me salvó -¿Qué tal renacuajo? ¿Listo para perder en basquetbol? –mi tío es mayor que yo 18 años pero aun así era fascinante tenerlo, es muy divertido y sabe escuchar.
Es uno de mis tíos favoritos.
-¿perder? –Fingí pensar -¿Qué es eso? –mi tío carcajeo contagiándome y entonces pasó.
Ella pasó.
No hablo de Maddie, no.
Hablo de la sobrina de tomas.
La chica que rompió mi corazón a los 15 años.
Desde entonces no había vuelto a verla.
Chloe Collier.
La recordaba gordita, castaña, ojos verdes, chaparrita.
Hoy estaba mucho más bella.
Una figura que mata a cualquiera, sus ojos verdes y grandes. El cabello liso y castaño con pequeños rayos dorados y sigue siendo más bajita que yo.
Está hermosa.
Tragué fuerte.
No sabía que vendría.
-Chloe –susurré. Sus ojos me miraron y la sorpresa fue clara en ambos rostros.
-¿Ethan? ¿Eres tú? –preguntó con una sonrisa.
-pues… si… supongo –dije aun en shock.
-cuanto tiempo…
-sí, desde que lo engañaste con “tu primo” –interrumpió Van con un enfado evidente.
-Van… -regañé.
-oh, Vanessa –habló Chloe con un sonrisa más falsa que un billete de 3 dólares –sigues sin olvidar ese pequeño detalle. –miré a mi alrededor y por fortuna no había ningún adulto.
-chicas por favor no…
-¿pequeño detalle? –Van se puso a la defensiva dando un paso amenazador hacia Chloe. Por fortuna la detuve antes de que la golpeara –suéltame Ethan, he soñado con esto por mucho.
-no te tengo miedo –contestó Chloe -adelante, ven –incitó.
-Chicas, basta –me puse en medio de ambas –en primer lugar no fue algo tan pequeño –miré a Chloe a los ojos y una amarga sonrisa se dibujó en mi rostro mientras ella solo borraba su sonrisa reemplazándola con una mueca de tristeza.
-no, no lo fue –habló Vanessa detrás de mí.
-en segundo lugar –ignoré a mi hermana –están aquí para convivir y no van a arruinar eso con cosas del pasado. –miré a Van.
-pero…
-y por ultimo –interrumpí a la sobrina de Tomas –cuando los Hudson lleguen tengo que tener la comida lista y no puedo perder tiempo con estas tonterías –intercambie miradas entre las chicas y me alejé.
-¿A dónde vas? –preguntó Chloe.
-a comprar los ingredientes para cocinar el mismísimo cielo –respondí sin mirarle.
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Eclipse
Teen Fiction¿y si Nada Es como lo imaginabas? Acompaña a Ethan a descubrir su historia de... ¡esperen! ¿Ethan tiene historia de amor? ¡Descubrelo!