capitulo 21

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Cuando mi hermana entró a la habitación pude notar cuan enfadada estaba y que ella sabía que mentía. Pude notar como por un instante el terror era lo que dominaba sus pensamientos, pero eso quizá fue hace unas horas atrás o unos minutos.

No lo sé.

-párate de esa silla ahora mismo –dijo casi gritando, pero no me moví.

-Vane, él... -Ruth trató de ayudarme, sin embargo Vanessa le interrumpió.

-está jugando –declaró.

-no, Vane el sí –Marks fue quien habló. En vano también.

-no –interrumpió de nuevo.

-hola –decidí hablar de nuevo -¿Quién eres tú? –vaya, yo sí que no valoraba la vida. Vanessa enfureció más que Hulk.

-ella es tu hermana –contestó Chloe.

-él lo sabe –me delató.

-¿podemos hablar? –pregunté sorprendiendo a todos.

-déjate de estas...

-por favor –interrumpí haciendo que se callara y dejara de delatarme.

-nosotros los dejamos –dijo Jena y sacó a todos de la habitación lo cual agradecí mentalmente.

-¡¿QUÉ RAYOS TE SUCEDE?! –gritó mi gemela.

-shhh –le detuve.

-¡NO ME SHUSHEES! –sentenció y levanté mis manos en señal de paz. -¿Qué estas planeando y porque? –exigía respuestas y la entendía.

-escucha... cuando estaba esperándote en la salida de la escuela recibí una llamada de Ruth, ella... ella estaba alterada, se escuchaba mal y me dijo que Marks estaba en problemas. Después de eso la llamada terminó y Salí como loco a buscar a Marks, a ti, a Ruth a alguien que me dijera que sucedía pero nada. Después de eso una llamada extraña de parte de Esaú donde me decía que me enviaría una dirección. –relaté susurrando.

-¿Qué? –ella no entendía nada y hasta cierto punto tampoco yo.

-si, el caso es que rápidamente acudí a esa dirección que es precisamente esta. Al llegar, tocar con desespero y notar que nadie me abría; me aventuré a subir la cerca y al llegar al final una descarga eléctrica me hizo caer y perder la consciencia un rato. No sé exactamente cuánto, supongo que unas horas. No se la verdad. El caso es que...

-alto –interrumpió la pelinegra -¿Por qué tanta urgencia en todo esto? –cuestionó.

-por que en la llamada de Esaú escuché un vidrio quebrarse y me asusté más toda vía –respondí.

-¿de acuerdo? –dijo con desconfianza.

-bien –proseguí después de un suspiro cansado continúe: -al despertar escuché como unas personas se dirigían a la habitación desconocida en la que estaba y decidí fingir que estaba inconsciente aun. Escuché la conversación de ellos y... -seguí relatándole todo. Mi plan y el porqué.

-no está bien lo que haces –habló después de un momento de silencio.

-¿y ellos sí? –pregunté con indignación.

-no dije eso –contestó con serenidad.

-¿entonces?

-primero cálmate –ordenó y asentí –después, quiero que sepas que te entiendo pero fingir eso está mal, además ¿invalido? ¿Enserio? –Después de eso ambos reímos y ella siguió hablando –en fin. Eres muy dramático pero no importa, ellos te creyeron. Voy a averiguar el porqué hicieron esto, pero les diré la verdad. –me parecía justo.

-¿Cómo me descubriste? –la pregunta me rondaba constantemente en la cabeza.

-solo sentí el mareo de cuando perdiste la consciencia. Pero yo no sentí nada respecto a pérdidas de memoria o de movilidad –cierto. "cosa de gemelos".

-astuta –admití.

-y hermosa –alardeó saliendo de la habitación.

Yo me quedé ahí, pensando en que hacer y que sentir. No sabía porque lo habían hecho pero nada justifica que me hayan "secuestrado" y engañado de esa manera.

Estaba enfadado.

Muy enfadado.

Mientras estuve sumergido en mis pensamientos Van entró y al parecer estuvo llamándome desde hace un rato.

-Ethan, tierra llamando a Ethan –decía mientras agitaba su mano con lentitud frente a mis ojos.

Parpadee varias veces y hable: -¿Mande? –cuestioné perdido.

-tengo más de 15 minutos hablándote –bufó.

-lo siento estaba pensando en todo. ¿Por qué engañarme así? –Pregunté – ¿Por qué el querer asustarme? –ya no sentía tanto coraje. Era más bien... decepción.

La decepción, la traición amigo.

Van dio un suspiro pesado y rápidamente mi atención se centró en ella.

-¿Qué sucede? –cuestioné.

-lo hicieron para ponerte a prueba –soltó con mucho esfuerzo.

-¿Cómo? –pregunté confundido.

-si –ella tomó asiento a lado de mí en la cama y me miró –querían probar si sentías algo más por Ruth, querían comprobar que ella te gusta como algo más que amigos y, darte celos con Esaú de paso –contó y me sentí tan... confundido.

-¿pero qué...? –fue todo lo que pude decir.

-la idea fue de Jena y Chloe por lo que sé –contestó.

-y ella estuvo de acuerdo –afirmé con molestia.

El silencio se hizo presente y conforme más avanzaba el tiempo peor me sentía.

Un sonido en la puerta llenó el silencio que había -¿puedo pasar? –un señor de unos 45 o 50 años asomó su cabeza por un pequeño espacio de la puerta.

-adelante –habló mi gemela.

-soy Esteban Wheeler –habló y le miré con el ceño fruncido.

-¿es padre de...?

-Easton Wheeler –interrumpió con orgullo.

-bien –finalicé con desagrado.

-vengo a revisar si hay algún síntoma de dolor o quizá una fractura –habló de nuevo el "doctor".

-estoy bien –tajé.

-no seas terco –regañó mi hermana y le miré con una cara de: "tu quieres que me muera ¿verdad?". A regañadientes cedí y este señor me revisó.

No sé para qué si al final solo me recetó unas pastillas para desinflamar posibles golpes y evitar dolores post-caída.

Después de eso salió de la habitación dejándonos de nuevo solo a mi hermana y a mí.

-tengo que irme –hablé al fin.

-pero...

-no quiero estar aquí, en casa de Esaú, donde quisieron engañarme tan descaradamente –interrumpí con enfado y ella solo permaneció callada.

Salimos de la habitación y nos dirigimos a las escaleras. Al bajar noté como Ruth estaba sentada, en su mundo. Miraba la nada cuando notó nuestra presencia.

-Ethan -habló con tristeza.

-déjalo –tajé de nuevo –no quiero y no puedo hablar con ninguno de ustedes ahorita, tengo un compromiso importante.

-¿vas a salir? –cuestionó mi hermana.

-si. Con Ahaní –contesté con simpleza sin mirar a nadie.

-¿Smith? -Preguntó Ruth y pude notar el dolor en su voz.

La miré un momento y cuando estuve por doblegarme para no verla sufrir decidí lo mejor; salir de ahí. Me dirigí a la puerta y la abrí.

-si –contesté y Salí de ahí. Con un gran y feo sentimiento en mi pecho.

Imposible de ignorar.

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