capítulo 38

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-porque puede morir en 4 meses –susurra Vanessa.

-¡ella no morirá! –expresa Marks con desespero.

-no –contesta mi hermana –ella no morirá. Pero tampoco vivirá feliz del todo. ¿Sabes lo que es saber que el chico a quien amas también te ama pero aun así está con alguien más? ¿No? ni yo tampoco, pero debe ser horrible –responde.

-pero Ethan, ¿no fuiste feliz conmigo? –pregunta con dolor.

Le miré atento, me acerqué y besé sus labios lentamente. Lo cual no dudó en corresponder.

-fui muy feliz contigo –respondo con sinceridad.

-¿entonces? ¿Por qué me estás dejando? –pregunta de nuevo, con tristeza.

-porque te mereces a alguien que esté entera y completamente para ti, que te amé y cuide y no que esté dividido entre tú y alguien más –contesto –y menos que esa persona sea tu hermana. Yo enserio que te amo, pero la consciencia no me deja estar contigo sin sentir culpa de saber que no estoy dando ni la mitad de lo que mereces. –me acerco y susurro: -yo no te merezco Marks.

-claro que si –ataca Vanessa –tú te mereces el mundo entero, mereces ser feliz estos…

Pensaba interrumpirla pero el sonido de la puerta abriéndose estruendosamente por Ruth lo hace por mí.

-¡YA ENCONTRARON A UN DONADOR! –gritó con emoción. En su mano izquierda pude observar como sostenía su teléfono con fuerza.

-¡¿Qué?! –contesta Marks sin poder creerlo.

-un donador –las lágrimas comenzaban a Salir y en automático miré a Vanessa quien abrazaba fuerte a Ruth.

-un donador  -repite la pelinegra.

Las lágrimas de las tres personas que más amo estaban al borde de ser derramadas, sin embargo fui yo quien las dejó caer primero.

-eso es estupendo –contesto acercándome a ella –yo sabía que tu vivirías –repito llamando la atención de mi hermana obteniendo una triste sonrisa llena de melancolía y aprobación.

-¿pero quién es? –pregunta el castaño con incredulidad.

-no lo sé. El doctor me dijo que por políticas de seguridad del hospital no puede darme el nombre, pero que no hay ningún riesgo. –Responde con emoción –debo ir más tarde para que me dé las indicaciones para la operación y si todo sale bien en dos meses…

-tú ya estarás siendo operada –interrumpo con alegría. 

-así es –me mira por  primera vez y por sus ojos pasaron mil cosas que no pude soportar.

Aparté la mirada.

-¿y que estás esperando para alistarte? Yo te llevaré –dice Marks con urgencia derivada de la emoción.

-sí, ¿puedo ir también yo? –pregunta Vanessa.

-¿A dónde vamos? –dice Daniel entrando a la habitación y abrazando a Van por la cintura.

-a comprar unas cosas –responde Ruth y todos le miramos con el ceño fruncido.

-vaya, si Vanessa va también yo –informa.

-ahora que recuerdo –dice Van confundida –te tengo una sorpresa a ti, quizá otro día podamos ir con ella –pronuncia.

-cuidadito con esas sorpresas Vanessa –aviso cauteloso esperando algún sonrojo que me indicase que solo estaba mal pensando.

Pero nada pasó y al obtener su respuesta me tranquilicé: -a menos que en una guardería se pueda tener sexo, todo estará bien.

-si se puede –dice Marks y todos le miramos sorprendidos –me han dicho –habla alzando las manos inocentemente.

-entonces si preocúpate, cuñadito –responde Daniel haciendo que me sobresalte por su apodo.

-cuñadito tu…

-¿tu si vas con nosotros Ethan? –interrumpe Ruth. Lo que logra sorprenderme.

Todos entienden el por qué me quedé en shock al escuchar que se dirigía a mí.

Lenta y meticulosamente; asiento.

-entonces yo iré a alistarme –informa y sale de la habitación como un pedo.

-nosotros los dejamos –avisa Dani elevando y bajando las cejas lo que provoca que Marks ría y yo me cruce de brazos.

-cuidado donde tocan esas manos, Daniel –grito.

-déjala crecer –se burla Marks.

-nunca –reprocho –ni cuando muera –digo con un puchero.

-¿puedo pedirte un favor? –cuestiona serio a lo cual me acomodo para verlo mejor y asiento.

-dime –pido.

-yo sé que aun sentimos algo muy fuerte el uno por el otro…

-Marks. –interrumpo.

-déjame terminar –suplica –también sé que será muy difícil tener que saber que quizá tenga que verte con mi hermana –lo dudo –pero algo que tengo muy en claro es que no puedes presionar las cosas y a las personas. Que si no quieres…

-no es que no quiera –interrumpo de nuevo.

-bien, si no puedes –corrige –si no puedes quedarte, yo lo entenderé. Pero no quiero que una amistad de casi 20 años se vaya a la basura. No quiero perderte, me conformo con verte y saber que lo que haya durado fue hermoso para ambos –me acerco a él y tomo sus mejillas acariciándolas lentamente.

-ha sido lo más hermoso que me ha pasado, créeme –aseguro mirándolo a los ojos.

-quizá sea masoquista pero quisiera…

No dejo que termine cuando ya estoy besándolo. Es cierto que también amo a su hermana, es cierto que hoy lo estoy dejando; pero también es cierto que lo amo, que siempre estuve enamorado de él y que… cada mínimo momento a su lado siempre ha sido único y eso no cambiará.

No al menos hasta que entierren mi cuerpo seis metros bajo tierra y tapen mi infierno con cemento.

Porque han de saber que infierno no significa un lugar de fuego a dónde van los malos.

Infierno es un lugar al que vamos todos, y es el hoyo en el que nos entierran al morir.

-gracias –susurro y al no tener respuesta y sin abrir los ojos, continúo: -por entenderme. Pero sobre todo por nunca dejarme.

-jamás te dejaré –reafirma lo que tantas veces me ha dicho.

-lo sé –aseguro.

La vida es corta amigos.

Aprovechen a los que le rodean porque no saben si mañana estarán por no sé qué situaciones de la vida.

En menos de dos meses una persona morirá para que Ruth viva, lo que ella no sabe y jamás sabrá es cuanto esa persona la amó y amará siempre.

Yo por esa chica, no sé si ya saben pero haría de todo.

EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora