extra

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Mi estancia en el hospital se extendió bastante.

De unas cuantas semanas se convirtieron en tres largos y dolorosos meses.

Y a eso le sumamos la semana que tuve que guardar reposo en mi casa.

Pero hoy por fin pude salir y adivinen a donde fue el primer lugar a donde me dirigí.

No, no fue al panteón, ni a la casa de Ethan ni a ningún lugar en el cual haya estado con él.

Me fui con Easton Wheeler, fuera de la ciudad.

No, no mal interpreten, yo amo a Ethan y no estoy con Easton en una relación, él y yo solo somos amigos de hecho, él me terminó a mi cuando yo estaba decidida a hacerlo; me contó que está comenzando a sentir algo por alguien más y no quiere engañarme, así que sí, somos amigos y estamos bien con eso.

Hoy es novio de nada más ni nada menos que Anahí Smith.

Entonces ¿Qué hago con él fuera de la ciudad mi primer día de libertad?

Cada vez falta menos para que lo sepan.

Salí de mi casa como a las nueve de la mañana y la ciudad a la que nos dirigíamos estuvo a dos horas de la mía. Así que fueron cuatro horas de viaje en total, más lo que duramos allá. Estuvimos regresando a casa como a las dos o tres de la tarde.

-¿segura que quieres bajar aquí? –pregunta por milésima vez.

-si no paras el auto voy a lanzarme de él, no me importa si muero al hacerlo –amenazo.

-solo porque sé que si lo haces –bufa estacionándose y después de mirar mi vestimenta por última vez, decido entrar.

-espera –escucho como Easton corre hacía mí.

-¿Qué pasa? –pregunto.

-se te olvidó esto –dice extendiéndome la caja -¿no llegarás sin darle su regalo de cumpleaños no?

-no, claro que no, gracias –digo tomando la caja café.

-¿quieres que te acompañe? –pregunta atento y yo asentí.

-por favor –pido.

Nos adentramos al lugar y buscando entre los pasillos y mirando diferentes nombres por fin encuentro lo que estaba buscando.

Ethan Douson.
17/12/2001-18/08/2020

-tú eres mi sol y mi luna, eres mi luz y mi oscuridad, pero también eres lo más hermoso y extraordinario que he visto –susurro mostrando el tatuaje en mi abdomen. –feliz cumpleaños "señor doy mi corazón para que te salves" –digo con lágrimas en los ojos.

>>dime, ¿Por qué lo hiciste? Pudiste esperar a que llegara otro donante, no tenías que tomarte tan literal eso de regalarme tu corazón –digo con un nudo en la garganta. Suspiro y sigo: -aquí está la carta que me has dejado, pero no he tenido el valor de abrirla. Quiero leerla contigo.

>> ¿Qué tal señorita "no me gusta el café"? amor, yo sé que debí habértelo dicho, sé que tenías derecho a saberlo y te pido una disculpa por eso. Pero te conozco y sé que te habrías negado completamente. Yo no podía dejar que nada te pasase. En los últimos días una pregunta siempre rondaba tu mente y era: ¿Por qué no podemos ser novios? Esta es la respuesta, princesa. Yo sabía quién era tu donante y pagué para que no te dijeran, tampoco me parecía justo empezar algo que iba a durar nada. Tú has sido libre siempre, no podía quitarte eso. Ser novios y despues morir seria amarrarte a mí. Sé que tienes muchas dudas pero por desgracia no estoy para contestarlas. Pero Ruth, los extraterrestres existen si así lo crees, los elefantes vuelan si así lo quieres y el mar está hecho de lágrimas de corazones rotos si así lo imaginas. Todo lo que tú digas así es, mi orgullosa. No me cansaré de decirte que te amo, y lo haré hasta mi corazón que ahora es tuyo; deje de latir, incluso despues de eso, lo seguiré haciendo. Porque estás en mí y eres parte de cada uno de mis músculos. Te amo demasiado quiero que lo sepas, no quiero que me olvides pero tampoco quiero que te aferres a mí. Déjame ir, pero mantenme en tu mente siempre y con cariño, háblales de mí a tus hijos. Estaré contigo en cada paso que des, solo recuerda que te cuidé y cuidaré siempre. No desaproveches este regalo que te he dado, porque mi objetivo en la vida ha sido amarte y hacerte feliz durante esta. Fui demasiado cobarde y egoísta, porque preferí no vivir si no estás tú. Perdóname. Por favor, no estés triste, porque eso no es lo que quiero. Perdóname por causarte este dolor pero era necesario. Llevo conmigo nuestras llamadas, nuestros besos, nuestros mensajes, nuestras salidas, el perfume de tu piel. Todos y cada uno de los momentos que vivimos juntos los atesoro conmigo. Las fotos que dejo junto al sobre son las que más me fascinan de nuestras salidas. Si, todas son tuyas, porque era mi parte favorita de nuestras citas. El verte sonreír y disfrutar. También vienen unos boletos de tren y barco sin fecha pero con destino asignado, para que vayas a conocer a los pandas, para que esquíes, para que conozcas e imagines que estoy ahí, haciéndote bromas tontas, tomándote de la mano y celándote cuando un muchacho se te acerca o te mira siquiera. Sigue sonriendo y disfrutando, que yo seguiré tomándote fotos mientras lo haces. Te amo, Ratoncita. Ethan <3

-y dime ¿Cómo quieres que sonría y disfrute si tú eras mi sonrisa? –Reclamo -¿cómo quieres que no me aferre a ti si eres lo más hermoso que tengo? ¿Cómo no estaré triste si me has dado un corazón pero me has arrebatado el alma? ¿Cómo no he de hablarles de ti a mis hijos si estoy esperando uno tuyo? –digo en un sollozo. Sacando el sobre de la prueba de embarazo positiva, fotos del último ultra sonido y un pequeño gorro color negro que él mismo había comprado para burlarse de mi estatura.

Abrazo la fría lapida y entre desgarradores sollozos y gritos repito la misma frase: -prometiste nunca dejarme sola, ¿Por qué lo has hecho?

-Ruth –habla Easton –debes tranquilizarte.

-¿Cómo voy a vivir ahora sin ti? ¿A quién llamaré cuando no pueda dormir? –Pregunto llorando -¿a quién les contaré mis locos planes y quien se apuntará en ellos para cumplirlos juntos? ¿Quién seguirá mis metas y sueños como si fueran suyos y hará de todo por hacerme reír?

>>dime quien rayos me hará encontrarle doble sentido a todo, quien me hará sonrojar con solo un "me encantas". Contesta maldita sea, ya puedes salir de tu escondite y reírte de mí por tu maldita broma de mal gusto, ya puedes salir con tu celular y grabarme por llorar como magdalena en tu tumba falsa –rogaba sabiendo que eso no pasaría. –No quiero estar sin ti –susurro sin aliento.

-Ruth –repite Easton.

-por favor, aun tienes que cuidarme e ir conmigo a conocer el mundo, lo prometiste jodido mentiroso, ¡me mentiste! –Lloriquee –me mentiste –susurré.

-le hará daño al bebé –susurra Easton en mi oído y me ayuda a ponerme de píe.

-no es justo que me hayas obligado a vivir sin ti, me ataste a una vida donde ya no hay días buenos, solo días. Me amarraste a una vida donde cada maldito segundo que pasa solo deseo que estés aquí –reclamo con dolor –pero aun así te amo, y eso jamás dejará de ser así. Este bebé y yo, te amaremos hasta el último de nuestros días y te recordaremos como el gran muchacho que fuiste. Eres –me corrijo –porque no morirás jamás. Tú vives en mí.

Despues de dejar la caja con las cosas y sacando el gorro de color negro, beso su nombre y susurro: -no tenías que tomarte tan literal eso de dar tu vida por mí, no necesitaba tantas pruebas. Yo te creía. Pero gracias

-¿estás bien? –pregunta el chico.

-nunca dejes que el orgullo te quite lo que amas, no desaproveches el tiempo que tienes con las personas que amas, porque no sabes si mañana estará de nuevo. Disfruta cada día como si fuera el último, porque solo así, no sentirás culpa cuando esa persona ya no esté. Da todo de ti para hacer feliz a quien amas y, ama con todo tu corazón. –Respondí con tristeza –y tendrás la satisfacción de saber que esa persona fue feliz gracias a ti.

Ethan definitivamente fue mi luz y mi oscuridad. Mi felicidad y mi dolor.

Pero nunca cambiaría los hermosos momentos que vivimos juntos, incluso las discusiones, todo lo recuerdo y guardo y me aferro a él.

Me aferro a las cenizas.

Solo quisiera tener un momento más para despedirme de él como se debe, para decirle cuanto lo amo, pero eso ya no es posible.

Nunca dudes de cuanto puede llegar a amarte esa persona, y hazle saber cuán importante es, porque cuando no esté... te lamentarás y lo desearás.

-no llores más, Ratoncita. Yo sigo estando contigo y ese pequeño Ethan que llevas contigo es la prueba –imaginé que dijo con una sonrisa.

-siempre serás mi eclipse, Ethan. La luz y la belleza que siempre necesité en mi vida. Te amo –susurro.

Beso una vez más su nombre y después de acariciar la fría lapida esperando sentir su calor, imaginando sus ojos y su bella sonrisa y no sentirlo ni verlo... me doy por vencida y con un suspiro cansado me alejo sin dejar de mirarlo.

-feliz cumpleaños, mi eclipse –y entonces me voy. Dejando ahí mi alma, mi felicidad y al amor de mi vida. Enterrado seis metros bajo tierra.

EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora