🥀 Prólogo

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Azules, azules rodillas



Tn se despertó aquella mañana, se removió bajo las sábanas y miró a su lado, viendo a Haise dormir placidamente, con las sábanas cubriéndolo hasta la mitad de su torso. Se levantó, desnuda, y se encaminó al baño; preparó la bañera y se metió en ella, sumergiéndose en el agua caliente y la espuma.
Haise despertó, abriendo los ojos con pereza. Miró a su lado, notando que estaba solo en la cama. Bostezó y se levantó, comenzando a vestirse; se paró delante del espejo de pie y se arregló la ropa. Al estar listo, se acercó al baño y llamó a la puerta.

– Babe –llamó.

– Pasa, Bae~

Él sonrió y entró al baño, acercándose a la bañera.

– Te levantaste antes.

– Sí –asintió, pasando el jabón por uno de sus brazos. Él sonrió.

– Me voy ya, tengo una reunión.

– De acuerdo.

– Si necesitas algo, sólo llámame.

– Claro. Ya vete, llegas tarde.

– Sí, lo sé –rió.– Bueno, nos vemos.

Haise la besó y salió del baño para irse. Tn suspiró y se hundió en aquella tina.



Sólo porque me diste flores
no cubren el olor del cadáver



Por la tarde llegó Ayato, con quien bebió algo de café y pasó la tarde. Al caer la noche, ambos terminaron en la habitación en otro encuentro sexual.

En la mañana, Tn volvió a llenar la tina con agua caliente y espuma y se introdujo en ella. Ayato se levantó, se vistió, y luego entró al baño, sonriendo ante la agradable imagen.

– Tengo que irme, Tatara me necesita.

– De acuerdo –asintió sin mirarlo.– ¿Nos vemos en la noche?

– No sé si pueda, tenemos una misión hoy.

– Bien, no te preocupes.

– De acuerdo –la tomó del mentón y la besó.– Nos vemos, Conejita.

– Adiós, Conejito~

Ayato salió del baño y se fue del departamento, rumbo a Aogiri.



Azules, azules rodillas
Enamorándome del siguiente
hombre que respire



Tn suspiró y volvió a hundirse en la bañera, cuando estaba por quedarse sin aire regresó a la superficie; pensó un momento y, tras secar sus manos, tomó su teléfono celular que estaba allí, marcando un número.

– ¿Diga? –habló una voz masculina.

– Sugar~

– Oh~ Mademoiselle, ¿A qué debo este agradable llamado?

– Oh, una tontería –peinó su cabello con su mano libre.– ¿Estás libre está noche?

La risa traviesa de Tsukiyama sonó al otro lado de la línea.

– ¿Me extrañas ya?

– Yo sé que tú a mí sí.

– Touché –rió.– Estaré allí a las 8.

– Estaré esperando. Me pondré bonita.

– No es necesario, ya eres bonita.

– Te veo a las ocho.

– Espero con ansias –rió.

– Adiós.

– Au revoir.

La llamada finalizó. Tn suspiró, dejó su teléfono a un lado y volvió a sumergirse bajo el agua.


Ay Tn, deberías dejar de usar así a los hombres...



Eres sólo una venda para recuperarme
Te arrancaré cuando sangre

Blue Knees 🥀 Ayato/Haise/Shuu 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora