Blue Knees 🥀 Ayato/Haise/Shuu 🔞

🥀 20

Una vez más, Tn despertó desnuda en la cama de Haise; giró, viendo al mayor con una toalla en su cintura, buscando ropa.

– ¿Haise...?

– ¿Hm? –giró, mirándola.– Oh, buenos días, babe –sonrió.

– Buen día –sonrió, incorporándose.– ¿Qué hora es?

– Las 8. Terminaré de alistarme y bajaré a hacer el desayuno para ti y los niños, luego te llevo.

– Está bien –sonrió.

La joven se levantó, tomó la camiseta del chico y se la colocó.

– Me daré una ducha rápida, ¿Bien?

– Claro.

La pelirosa se acercó al chico, lo besó y tomó su ropa para dirigirse al baño.

El chico sonrió y continuó buscando su ropa para trabajar; se visitó, cepilló su cabello y terminó de alistarse, para luego bajar a la cocina para preparar el desayuno.

[Segundo piso]

Tn terminó de ducharse, se colocó la ropa interior y luego se vistió con su falda negra y la camiseta blanca de Haise, se colocó sus largas medias negras y salió del baño mientras se cepillaba el cabello; al hacero, vio a uno de los subordinados del mayor, aquel de cabello verde que actuaba algo extraño cuando ella estaba cerca.

Mutsuki vio a la "novia" de su superior salir del baño usando una camiseta de este y se encogió de hombros; no le agradaba aquella chica, la quería lejos de su superior.

– Oh, Tooru. Buenos días.

– Hm. Buenos días.

– El baño está libre ya –sonrió.

La pelirosa se dirigió al cuarto de su amante. El peliverde frunció el ceño, mientras la veía entrar.

Tn suspiró y preparó sus cosas para regresar a casa. Al terminar, bajó a la cocina.

– Bae –llamó.

Haise giró, mirándola, y sonrojándose al ver que ella vestía con su camiseta.

– ¿Esa es...?

– Tu camiseta, ¿Te molesta?

– ¿Eh? N-No. Te queda bonita, mejor que a mí –sonrió. Ella rió.

– ¿Me das algo de agua?

– Claro.

El chico sacó un vaso y buscó agua en la nevera, sirvió un poco y se la entregó a su amante.

– Gracias –bebió

– No es nada –sonrió.

El mayor terminó de preparar el desayuno y colocó todo en la mesa, subió para llamar a su escuadra y volvió a bajar, para sentarse a la mesa junto a su amante. El resto bajó y tomó asiento, saludaron a los contrarios y comenzaron a comer.

Tn y Haise salieron del chateau y subieron al vehículo de él.

– Te dejo en tu departamento –dijo mientras comenzaba a conducir.

– ¿Puedes llevarme a otro lado?

– ¿A dónde? –la miró.

– A casa de una amiga –sonrió.

– Oh. Claro –sonrió.– Sólo dime dónde es.

Ella asintió y le dio las indicaciones al mayor.